Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 118

La noche antes del aniversario, Jiang Sese salió temprano del trabajo y se fue directamente a casa.

La vista de las habitaciones vacías la entristeció. Por alguna razón desconocida, no podía dejar de pensar en Jin Fengchen cuando estaba desocupada.

La vida pacífica de los últimos días fue tan relajante como desconcertante. Parecía como si Jin Fengchen y Xiaobao hubieran sido borrados de la faz de la tierra. ¿Volvería a verlos alguna vez?

Ella fue la que lo alejó, pero eso no le hizo la vida más fácil.

En ese momento, sonó su teléfono. Jiang Sese no podía evitar esperar ver el nombre de Xiaobao o Jin Fengchen en la pantalla cada vez que alguien llamaba.

Sin embargo, no era ninguno de ellos, sino Lu Zheng. Jiang Sese parpadeó, luego volvió a sus sentidos y respondió el teléfono.

"Hola, Sénior Lu".

"Sese, solo te llamo para recordarte que el aniversario de la universidad es mañana. Oye, ¿dónde vives? ¿Qué tal si te recojo mañana?".

Jiang Sese sonrió. "Eso no será necesario, Mayor Lu. ¡Tienes un discurso que preparar y estoy segura de que es mucho trabajo! Puedo llegar yo misma. Nos vemos en el auditorio".

"Está bien. No te quedes despierta hasta tarde y envíame un mensaje cuando llegues mañana".

"Por supuesto".

Lu Zheng todavía tenía esa mirada gentil en su rostro después de colgar.

Había soñado con volver a encontrarse con Jiang Sese después de graduarse, pero solo se despertó para sentirse más solo. Todo este tiempo, había pensado que ella había estado viviendo feliz con Lan Sichen.

Lu Zheng nunca había esperado que se encontraría con Jiang Sese nuevamente, y mucho menos descubriría que todavía estaba soltera. Se prometió a sí mismo que aprovecharía esta oportunidad.

...

Al día siguiente, Jiang Sese llegó a la Universidad J por la tarde.

Pasaban muchas cosas en la puerta principal. Varias sociedades habían instalado puestos, vendiendo bocadillos y otras cosas. El espectáculo en el auditorio no comenzaría hasta las tres de la tarde. El evento de hoy estaba abierto a todos y había atraído a muchos visitantes. Fue bastante impresionante.

Jiang Sese estaba asombrada. La universidad había celebrado eventos de aniversario cuando era estudiante aquí, pero nunca a esta escala.

Le envió un mensaje a Lu Zheng cuando llegó y luego comenzó a caminar por el campus.

Observó el entorno familiar. Lo que vio le recordó sus días universitarios. No tenía muchos amigos en ese entonces y su amiga más cercana se había ido al extranjero durante años sin regresar. Solo hablaban de vez en cuando, y a estas alturas, ella había perdido por completo el contacto con esa amiga.

Jiang Sese visitó su antiguo dormitorio y dio un paseo por el campo de deportes. Vio muchas parejas jóvenes en el camino. Vestidos con sus uniformes escolares, se tomaban de las manos y charlaban alegremente entre ellos. Era suficiente para poner a cualquiera celoso.

Por un momento, Jiang Sese se perdió en sus pensamientos. Le recordó a su antiguo yo.

En ese entonces, ella y Lan Sichen no irían a ningún lado sin el otro. Iban juntos a clases, comían juntos y volvían a casa juntos... Lan Sichen la adoraba. Los dos eran como gemelos unidos.

Lan Sichen era el chico dorado del Departamento de Administración y muchas chicas estaban enamoradas de él. Todas habían envidiado a Jiang Sese.

Pero Jiang Sese era una chica excepcional. Dado que los dos habían crecido juntos y ya estaban comprometidos, muchos compañeros de clase los consideraban la pareja perfecta.

Hubo un momento en que fue lo suficientemente ingenua como para creer que ella y Lan Sichen estarían juntos para siempre, pero al final... Lan Sichen y Jiang Nuannuan se unieron y arruinaron la vida de Jiang Sese.

Los comentarios envidiosos se convirtieron en palabras burlonas...

Más recuerdos regresaron a ella. Jiang Sese sonrió sarcásticamente al pensar en Lan Sichen y Jiang Nuannuan, y se quedó allí aturdida, perdiendo la noción del tiempo.

...

Mientras tanto, Jin Fengchen hizo su entrada discreta por la entrada trasera de la universidad.

Con su atuendo informal, no se veía tan inaccesible como de costumbre, pero no reducía su encanto y se veía increíblemente elegante. Era cualquier cosa menos discreto entre la multitud. Tan pronto como salió del auto, todos los ojos estaban puestos en él.