Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1197

Se miraron el uno al otro.

El aire a su alrededor pareció congelarse, y una extraña atmósfera llenó la habitación.

“Mamá”.

La repentina voz sorprendió a ambos.

Se apresuraron a apartar la mirada.

“¿Qué ocurre?”. Liang Xinwei se puso en pie y se dirigió a Anan, que estaba en la puerta de su habitación.

“No sé cómo responder a esta pregunta”.

“Ya veo”. Liang XInwei se volvió para mirar a Fang Yuchen en la sala. Lo pensó y dijo con suavidad: “Anan, haz primero lo de los demás. Vendré a ayudarte más tarde, ¿de acuerdo?”.

“De acuerdo”.

Anan se dio la vuelta y volvió a su habitación.

En ese momento, Fang Yuchen se levantó: “Es tarde, no debería molestarlos”.

Liang Xinwei se quedó pasmada, pero reaccionó rápidamente y dijo: “En realidad...”.

Quería decir que estaba bien, pero también sentía que sería inapropiado. Cambió de tono y dijo: “Maneja con cuidado”.

“De acuerdo”. Fang Yuchen sonrió y asintió.

Liang Xinwei le acompañó hasta la puerta y vio cómo entraba en el ascensor antes de que ella se fuera a casa.

En el momento en que cerró la puerta, se sintió algo decepcionada.

Respiró profundamente y se animó mientras caminaba hacia la habitación de Anan.

Al verla entrar, Anan preguntó con curiosidad: “¿El Tío Fang se fue?”.

“Sí”. Liang Xinwei acercó una silla y tomó asiento: “¿Qué pregunta no tienes respuesta?”.

“Esta”. Anan señaló una pregunta del libro mientras hablaba.

Liang Xinwei echó un vistazo y sonrió mientras comenzaba a explicar: “Debes hacer esto para esta pregunta...”.

Gracias a su explicación, Anan consiguió finalmente responder a la pregunta. Cogió el lápiz y escribió en el libro.

Liang Xinwei no pudo evitar sonreír mientras lo veía trabajar con entusiasmo. Sin embargo, al momento siguiente, su sonrisa se desvaneció.

“Ella no me gusta”.

La voz de Fang Yuchen se oyó en su oído.

Se levantó y se puso la mano en el pecho. Frunció ligeramente el ceño. Se había dicho claramente que no debía esperar nada y, sin embargo, no pudo evitar sentir alegría al escuchar sus palabras.

“Mamá, ¿por qué sonríes?”.

La pregunta la sacó de sus pensamientos. Se encontró con los ojos de Anan, que estaban llenos de confusión, y apartó la mirada con una vergüenza inexplicable: “Nada”.

“Mamá, ¿te gusta el Tío Fang?”. Anan ladeó la cabecita y la miró con sus ojos claros y brillantes.

“Los niños no deberían hacer tantas preguntas”. Liang Xinwei lo reprendió con suavidad.

“Oh”. Los ojos de Anan se volvieron: “En realidad, también me gusta mucho el Tío Fang”.

Liang Xinwei fingió estar disgustada mientras lo fulminaba con la mirada: “Bueno, ya hablamos suficiente del Tío Fang. Termina rápido los deberes, que es muy tarde”.

Anan se calló rápidamente y se concentró en sus deberes.

Liang Xinwei le acarició el pelo y salió.

Al cerrar la puerta, se mordió el labio. Incluso Anan podía notar sus sentimientos, parecía que tenía que ocultarlos mejor. Sería problemático que los demás se enteraran.

...

Fang Yuchen volvió a casa y vio que Jiang Sese seguía viendo la televisión. No pudo evitar fruncir el ceño.

“Es muy tarde, ¿por qué aún no duermes?”. Al acercarse, él le preguntó.

Jiang Sese se giró y se apoyó en el sofá con frustración: “No puedo dormir”.

“¿Qué pasa?”. Preguntó Fang Yuchen mientras se sentaba a su lado.

“Estoy pensando en cuándo volverá Shangguan Yuan al país”.

Fang Yuchen arqueó las cejas: “Quizás en los próximos días”.

“Yuchen”. Jiang Sese se giró para mirarlo mientras fruncía el ceño: “¿No hay noticias del lado de Shangguan Qian?”.

Fang Yuchen sacudió la cabeza.

“¿Cómo es posible que no haya ni siquiera un poco de noticias?”. Jiang Sese sospechaba que Shangguan Qian les había mentido intencionadamente, sobre todo porque Shangguan Yuan era su hermana.

Percibiendo sus pensamientos, Fang Yuchen sonrió y le acarició el pelo mientras decía suavemente: “Shangguan Qian no nos engañará. Él también está tratando de encontrar una forma de averiguar cuándo volverá Shangguan Yuan”.

Jiang Sese se mordió el labio: “Shangguan Yuan es realmente astuta”.