Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1251

Liang Xinwei esperaba en la entrada de su barrio desde muy temprano. Miraba su reloj de vez en cuando, el nerviosismo era evidente en su rostro, que estaba ligeramente maquillado.

Respiró profundamente y trató de calmar sus emociones.

Esta sería su primera cita con Fang Yuchen desde que confirmaron su relación.

Unos diez minutos después, un Land Rover negro se acercó y se detuvo junto a ella.

La ventanilla del coche se bajó para dejar ver el apuesto rostro de Fang Yuchen.

“Weiwei, sube”.

Liang Xinwei no pudo evitar sonrojarse al ver la sonrisa en sus ojos.

Ella dijo: “Está bien”, en voz baja y abrió la puerta del asiento delantero para subir.

Fang Yuchen se giró y le sonrió cálidamente.

Liang Xinwei solo sintió que sus mejillas se calentaban y sonrió tímidamente: “Vamos”.

“Abróchate el cinturón”. Fang Yuchen le indicó con un gesto que se abrochara el cinturón de seguridad.

“De acuerdo”. Liang Xinwei se apresuró a ponérselo.

Fang Yuchen sonrió y arrancó el coche, antes de salir lentamente del barrio.

En la carretera, las manos de Liang Xinwei se agarraban al cinturón de seguridad por los nervios, temiendo incluso soltar un suspiro.

Estaba aún más nerviosa que cuando tuvo su entrevista en el restaurante.

“¿Qué te gustaría comer?”.

La voz de Fang Yuchen rompió de repente el silencio en el coche.

Su corazón se estremeció.

Liang Xinwei se volvió para mirarle y sonrió: “Tú escoge”.

Fang Yuchen se rio suavemente al oír esta respuesta: “¿Y si no te gusta lo que a mí me gusta?”.

Liang Xinwei se mordió el labio y respondió suavemente: “Intentaré que me guste”.

Cuando Fang Yuchen escuchó esto, frunció un poco el ceño y en su rostro se dibujó una mirada de desaprobación: “¿Eso no es tener baja autoestima?”.

“¿Lo es?”. Preguntó Liang Xinwei en respuesta.

“Por supuesto”.

Había un semáforo en rojo delante, y Fang Yuchen se detuvo. Mantuvo una mano en el volante, se giró y miró su bonita y menuda cara con sus profundos ojos: “Weiwei, para mí, puedes ser terca y mostrar tu temperamento. No hace falta que sigas dándome la razón”.

Liang Xinwei asintió: “Está bien”.

Debido a que sentía que eran tan diferentes, Liang Xinwei quería apreciar esta relación adecuadamente, para que no se sintiera rebajada.

Sin embargo, esto realmente no era ser humilde.

Su línea de pensamiento era simple, ella simplemente quería entenderlo bien y aprender a gustar de todo lo que él hacía.

“Buena niña”. Fang Yuchen extendió la mano y le dio una palmadita en la cabeza.

“No soy una niña”. Liang Xinwei refunfuñó suavemente.

La sonrisa de Fang Yuchen se intensificó: “Para mí, lo eres, y quiero seguir consintiéndote”.

En cuanto dijo esto, incluso Fang Yuchen se sorprendió.

Después de eso, sonrió.

Los libros tenían razón, cuando un hombre estaba enamorado, simplemente decía lo que sentía.

‘Quiero seguir consintiéndote’.

La boca de Liang Xinwei se curvó hacia arriba a pesar de todo, y hubo un dulce sentimiento en su corazón.

A todas las mujeres les gustaba escuchar palabras dulces.

...

Fang Yuchen llevó a Liang Xinwei a un restaurante privado en las afueras de la ciudad.

El restaurante estaba renovado en un estilo antiguo. Era muy sereno y en el aire se percibía un tenue olor a sándalo. Hacía que cualquiera se sintiera en paz sin darse cuenta.

El personal del restaurante les condujo a un salón.

Después de que tomaran asiento, Liang Xinwei miró a su alrededor y preguntó con curiosidad: “¿Cómo supiste de este lugar?”.

Fang Yuchen arqueó las cejas y sonrió débilmente: “Es importante investigar antes de una cita”.

Liang Xinwei bajó la cabeza tímidamente y sonrió.

En realidad, después de invitarla a salir durante el día, no tenía ni idea de dónde llevarla a cenar.

Por lo tanto, empezó a buscar en Internet, y “desgraciadamente” fue descubierto por Song Yao.