Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1304

La expresión de la Señora Jin se enfrió y preguntó con severidad: “¿Qué quieres decir?”.

Shangguan Yuan respondió con calma: “¡Ya los deje ver a Fengchen, ya es hora que se retiren!”.

¡Los estaba invitando a irse!

La Señora Jin y el Amo Jin intercambiaron miradas, antes de que el Amo Jin dijera: “Hoy estamos aquí para llevar a Fengchen a casa”.

Al oír esto, Shangguan Yuan se rio y dijo sin pena: “Tío, Fengchen ya no es el mismo Fengchen de antes. Ya no se acuerda de usted. ¿Qué sentido tendría llevarlo a casa?”.

“Aunque haya perdido sus recuerdos, sigue siendo nuestro hijo, y es un miembro de la familia Jin”.

La expresión de Shangguan Yuan cambió ligeramente al escuchar las palabras del Amo Jin. “Pase lo que pase, no pueden llevárselo”.

“¡Lo llevaremos con nosotros!”.

Ambas partes se mostraron inflexibles, y el ambiente se volvió tenso.

En ese momento, Shangguan Qian intervino para mediar. “En realidad, ninguno de ustedes tiene derecho a decidir si Fengchen se queda o se va”.

Entonces miró a Jin Fengchen y le preguntó: “¿Quieres quedarte o quieres volver con ellos a la residencia Jin?”.

Jin Fengchen guardó silencio y su mirada se dirigió inconscientemente en dirección al patio delantero de la villa.

Jiang Sese estaba ahí.

Sus labios se separaron, y justo cuando iba a hablar, Shangguan Yuan pareció percibir algo y le agarró la mano con nerviosismo. “Fengchen, no puedes irte. Arriesgué mi vida para salvarte y le prometiste a mi abuela que cuidarías de mí el resto de tu vida. ¿Lo olvidaste... quieres decepcionar a mi abuela?”.

Los puños de Jin Fengchen se cerraron con fuerza y su corazón se apretó mientras decía: “Lo siento. No puedo irme a casa con ustedes”.

Cuando la Señora Jin escuchó esto, su cuerpo se tambaleó.

El Amo Jin se apresuró a sostenerla.

“Fengchen, ¿sabes lo que estás diciendo?”. La Señora Jin no podía creer que hubiera elegido a Shangguan Yuan.

“Lo siento”.

¡Otro ‘lo siento’!

La Señora Jin se volvió emocional. “No quiero tus disculpas. ¡Solo quiero que vuelvas a casa! Fengchen, tu madre te lo ruega. Ven a casa con nosotros, ¿está bien?”.

Cuando Jin Fengchen vio llorar a la Señora Jin, sintió como si una roca le aplastara el pecho. Se sentía tan mal que apenas podía respirar.

Él separó los labios, queriendo decir algo, pero no pudo emitir ningún sonido.

“Fengchen, ¡todos te extrañamos!”. La Señora Jin seguía sin querer rendirse.

“Tía, Fengchen ya tomó su decisión. Por favor, no lo obligues”. Dijo Shangguan Yuan.

Al oír esto, la Señora Jin se burló y la miró con dureza. “La familia Shangguan es una familia tan ilustre. ¿Cómo pudiste robarle el marido a otra? ¿No te preocupa que la familia Shangguan se vuelva el objeto de burlas?”.

Los ojos de Shangguan Yuan se entrecerraron mientras una capa de hielo se formaba sobre ellos.

“¿Tus padres te educaron así?”. La Señora Jin volvió a preguntar.

“¡Tía, esto no tiene nada que ver con mis padres!.” Shangguan Yuan dijo con frialdad.

“¿Cómo no?”. La Señora Jin se rio con frialdad. “Si te hubieran educado bien, ¿podrías actuar tan desvergonzada?”.

Era la primera vez que la Señora Jin decía algo tan extremo.

Eso era porque estaba realmente enfadada.

Estaba claro que ese era su hijo, pero Shangguan Yuan tenía el descaro de mantenerlo en la residencia Shangguan.

“Tía, has ido demasiado lejos”. Shangguan Qian no pudo evitar decir. “Aunque sin duda mi hermana esta equivocada, no deberías arrastrar a mis padres a esto”.

“Sé que tus padres fallecieron hace mucho tiempo, por eso puedo entender que ella haga algo así”.

“Tía, él nunca regresará con ustedes”, dijo Shangguan Yuan.

“¡Cállate!”, dijo la Señora Jin con severidad.

La expresión de Shangguan Yuan se ensombreció inmediatamente. “Tía, me estuve conteniendo porque eres mayor, pero es mejor que no vayas demasiado lejos”.

“¿Que no vaya demasiado lejos?”. La Señora Jin se rio como si hubiera escuchado un chiste, pero su risa estaba llena de decepción. “Te robaste al marido de Sese, te robaste a mi hijo. ¿Quién ha ido demasiado lejos?”.

“¡Enséñales la salida!”.

Esta vez, Shangguan Yuan arrastró a Jin Fengchen hacia arriba sin mirar atrás.

La Señora Jin intentó perseguirlos, pero fue retenida.

“Fengchen...”. La Señora Jin sollozó.

Jin Fengchen miró hacia atrás, con el corazón adolorido.

En ese momento, quiso darse la vuelta y bajar las escaleras, ponerse delante de ellos y decirles que quería ir a casa con ellos.

“No olvides que te salve la vida, y no olvides tu promesa a mi abuela”. Las palabras de Shangguan Yuan lo sacaron de sus pensamientos al instante.

Miró hacia atrás y dijo con calma: “No lo he olvidado”.

Jiang Sese estaba fuera. Cuando vio salir al Amo Jin y a los demás, se apresuró a verlos: “¿Vieron a Fengchen?”.

La Señora Jin asintió. “Lo vimos”.

Solo entonces se dio cuenta Jiang Sese de que había estado llorando. Se apresuró a preguntar preocupada: “Mamá, ¿qué pasó?”.

“Es Fengchen”. El Amo Jin suspiró con fuerza. “Él se negó a regresar con nosotros”.

Cuando Jiang Sese escuchó esto, todavía sonrió ligeramente a pesar del dolor que sentía. Los consoló. “Mamá, Papá, Fengchen no puede venir a casa ahora mismo. Lo único que podemos hacer es confiar en él y esperarlo”.