Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1318

La sopa se derramó por todas partes.

Aunque Shangguan Yuan sospechara que algo andaba mal, solo pudo decir: “Está bien. Haré un poco más”.

Jin Fengchen se levantó y fue al baño. Puso su mano quemada bajo el chorro de agua.

El agua fría alivió la sensación de ardor.

Tenía una expresión fría en el rostro.

“Fengchen, te traeré una pomada”.

Le gritó Shangguan Yuan desde fuera, y luego salió de la habitación.

Jin Fengchen cerró el grifo y se secó las manos en una toalla. Bajó la mirada y observó la quemadura de su muñeca. Sus ojos eran como charcos oscuros, imposibles de leer.

Shangguan Yuan pidió a un sirviente que limpiara la habitación y condujo a Jing Fengchen al estudio.

“Está todo rojo”. Shangguan Yuan se sintió terriblemente angustiada cuando vio su muñeca escaldada.

Rápidamente sacó un ungüento medicinal y lo frotó suavemente sobre la quemadura.

Jin Fengchen permaneció en silencio todo el tiempo.

Después de aplicar el ungüento, Shangguan Yuan levantó la vista y vio que estaba perdido en sus pensamientos. No pudo evitar reírse: “Fengchen, ¿en qué estás pensando?”.

Jin Fengchen levantó la mirada y frunció el ceño. “¿Cómo... cómo me quemé?”.

“Bueno...”. Shangguan Yuan estaba a punto de responder cuando se dio cuenta de que algo andaba mal. Se apresuró a preguntar: “¿No recuerdas lo que acaba de pasar?”.

“¿Qué acaba de pasar?”, preguntó Jin Fengchen.

Shangguan Yuan frunció el ceño. “Jiang Sese...”.

Mencionó deliberadamente el nombre y se quedó mirando fijamente su rostro.

Su expresión permaneció inalterable, como si no la hubiera escuchado.

“¿Conoces a Jiang Sese?”, preguntó Shangguan Yuan con curiosidad.

Jin Fengchen frunció el ceño. “¿Jiang Sese?”.

Lo pensó seriamente, y luego sacudió la cabeza. “No, no sé quien es, pero el nombre me resulta familiar”.

Al oír esto, Shangguan Yuan sonrió.

La droga por fin estaba haciendo efecto.

“No pasa nada. Olvídalo”. Shangguan Yuan sintió como si se quitara un enorme peso de encima y se sintió extremadamente aliviado.

Finalmente se estaba olvidando de Jiang Sese. Por fin podía estar tranquila.

“Intenta no mojar la herida, ¿entiendes?”, le recordó Shangguan Yuan.

Jin Fengchen asintió. “De acuerdo”.

Shangguan Yuan le sugirió que volviera a su habitación para descansar, y luego regresó a la suya.

Llamó a su padrino, que estaba en el extranjero.

“Yuanyuan, ¿a qué debo este placer?”, dijo una voz profunda desde el otro lado de la línea.

Shangguan Yuan sonrió y dijo de forma relajada: “Padrino, voy a traer a Fengchen a Singapur”.

Al oír esto, la otra parte preguntó: “¿Está todo arreglado?”.

“Sí, está listo”.

“Entonces vuelve. Haré que unos hombres te recojan en el aeropuerto”.

“Muy bien”,

Shangguan Yuan colgó. Una sonrisa se abrió incontrolablemente en las comisuras de su boca.

Mientras pudiera llevarse a Fengchen fuera del país, lejos de Jiang Sese, lejos de la familia Jin, nunca recuperaría la memoria.

...

Shangguan Qian se sorprendió al enterarse que Shangguan Yuan se marchaba.

“¿Por qué te vas ahora?”, preguntó Shangguan Qian.

“¿Necesito una razón para irme?”, Shangguan Yuan preguntó fríamente en su lugar.

“Me refiero a que la Abuela aún no se ha recuperado. ¿Te parece que en irte al extranjero?”. Shangguan Qian no podía entender por qué estaba haciendo esto.

“¿La Abuela no aceptó la operación? El médico dijo que el porcentaje de éxito de la cirugía es muy alto. Todo saldrá bien”.

En ese momento, Jin Fengchen dijo de repente: “No te va a obedecer”.

Al oír esto, Shangguan Yuan se volvió hacia él. Aunque su expresión seguía siendo inexpresiva, se sentía un poco diferente.

“Fengchen, ¿de qué estás hablando?”. Shangguan Yuan no entendía lo que quería decir.

Jin Fengchen hizo una fría mueca. “Ya no es posible salir del país”.

“¿Qué quieres decir?”. Shangguan Yuan se dio cuenta de repente de lo que ocurría y frunció el ceño con fuerza. “¿No perdiste la memoria?”.

Jin Fengchen no respondió.

“¡Me mentiste!”. Shangguan Yuan se rio a carcajadas. “¡Realmente me mentiste!”.

“Sese me dijo que me drogaste para que perdiera la memoria. No estaba seguro de ello hasta que aquel día te escuché hablar por teléfono”.

Estas palabras sorprendieron a Shangguan Yuan. ¡Lo escuchó todo!

“Fengchen, déjame explicarte. En realidad...”.

“No hace falta que me expliques”, interrumpió Jin Fengchen con frialdad. Sus ojos se estrecharon y había un brillo feroz en sus ojos. “No tienes derecho a determinar si debo recordar mi pasado. Odio ser controlado por otros, incluso por ti”.

Shangguan Yuan recuperó la compostura y preguntó: “¿Qué piensas hacer?”.

“No me iré del país contigo, y tampoco tendrás la esperanza de volver a la familia Shangguan”.

Shangguan Yuan levantó las cejas. “¿Me estás secuestrando?”.

Shangguan Yuan miró fijamente al silencioso Jin Fengchen y se rio. “Si desaparezco, la familia Shangguan no dejaría el asunto así. Además, todavía los tengo a ellos”.

Miró hacia fuera del coche, y varios otros coches se detuvieron junto a ellos,

Eran los hombres que su padrino había dispuesto para ella.

Jin Fengchen también lo vio y se burló. “Me subestimas”.

Al oír esto, Shangguan Yuan no pudo evitar sentir un mal presentimiento en su corazón.

Antes de que pudiera pensar en ello, la puerta del coche se abrió repentinamente desde el exterior, y entonces una mano la alcanzó y la sacó de un tirón del coche.

“¿Qué estás haciendo?”. Shangguan Yuan miró a los subordinados que debían protegerla.