Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1380

Recordó que a Sese no le gustaba la leche.

Jin Fengchen no pudo evitar reírse. Parecía que, siempre que fuera algo relacionado con Sese, su subconsciente lo recordaba.

Jiang Sese también sonrió. “No sé qué más recuerdas de mí, pero no puedo esperar”.

Jin Fengchen la miró con ojos amables.

Él también deseaba recordar otras cosas de Sese.

Esa noche, toda la familia se sentó en la sala a charlar.

Jiang Sese mencionó lo que sucedió esa mañana. Miró fijamente a Jin Fengchen y las comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba. “Fengchen ya recuerda muchas cosas sobre mí”.

“Cuñada, ¿estás muy feliz?”, preguntó Jin Fengyao.

Jiang Sese levantó las cejas. “Por supuesto que sí”.

Jin Fengyao se agarró el pecho y puso una expresión de descontento. “Sin embargo, yo no lo estoy. Mi hermano no recuerda nada de mí”.

“Jin Fengyao, eso no forma parte de las características. ¿De qué hablas?”. Song Qingwan le dio un codazo.

Jin Fengyao se rio y le dio un abrazo. “Solo estoy bromeando con mi cuñada. No te lo tomes en serio”.

“Eres un niño...”. La Señora Jin sacudió la cabeza y sonrió.

Jiang Sese sonrió. “No te preocupes. Tu hermano se acordará de ti y de tus padres. Tarde o temprano, lo recordará todo...”.

Al decir esto, sujetó con fuerza la mano de Jin Fengchen.

Giró la cabeza y miró profundamente a los ojos de Jin Fengchen, toda su persona rezumaba un aura amable.

Jin Fengyao se burló. “Hermano, Cuñada, ¿podrían moderarse un poco? Estoy casi cegado por todo esta exhibición amorosa”.

Al oír esto, Jiang Sese giró la cabeza y se burló: “Fengyao, al decir esto, uno podría pensar que estás soltero”.

Song Qingwan se tapó la boca y se rio.

Jin Fengyao tosió ligeramente. “Solo tengo envidia”.

“¿De qué tienes envidia? ¿No está Wanwan ahí?”. Jiang Sese levantó la barbilla y señaló hacia Song Qingwan.

Jin Fengyao agarró de inmediato a Song Qingwan. “Wanwan, vamos a cegarlos”.

Se movió para besar a Song Qingwan.

“Tus padres están aquí”. Song Qingwan levantó la mano para taparle la cabeza y miró avergonzada al Amo y a la Señora Jin, y luego continuó: “Tengo algo que anunciar”.

Jin Fengyao se quedó sorprendido. “¿De qué se trata?”.

Song Qingwan bajó la cabeza, se acarició el bajo vientre con la mano y dijo suavemente: “Estoy… otra vez”.

“¿Qué?”. Jin Fengyao no entendía.

“Jin Fengyao, realmente eres...”. Jiang Sese no sabía qué decirle a él.

Era el mejor en ser gárrulo, pero era especialmente estúpido cuando se encontraba con cosas tan importantes.

“Wanwan, ¿estás?”. El Amo Jin y la Señora Jin se miraron y no podían creerlo.

Song Qingwan asintió.

Tras obtener una respuesta afirmativa, el Amo Jin y la Señora Jin se emocionaron.

“¡Estupendo! Nuestra casa estará muy animada muy pronto”. La Señora Jin sonrió de oreja a oreja.

Solo en ese momento reaccionó Jin Fengyao. “Wanwan, estás embarazada otra vez. ¿Por qué no me lo dijiste antes?”.

“Quería darte una sorpresa”.

¡Sí que era una sorpresa!

Jin Fengyao la abrazó emocionado y la besó en ambas mejillas. La miró profundamente. “Wanwan, eres increíble”.

“¿De qué hablas?”. Song Qingwan lo apartó tímidamente.

“Te trataron injustamente”.

“¿Injustamente?”. Shangguan Yuan sonrió sarcásticamente. “¿Acaso esto parece una simple injusticia? ¡Esto es claramente un insulto!”.

“¿Ves dónde vivo y lo que como cada día? ¡No es ni siquiera apto para los humanos!”.

...

Pensando en esto, Shangguan Yuan enterró la cabeza entre las manos y se derrumbó. “Realmente me estoy volviendo loca...”.

Al verla así, Jiang Cheng se sintió realmente angustiado. Extendió la mano para tocarla, pero ella lo evitó.

Levantó la cabeza y le miró fijamente. “No puedo comer y no puedo dormir bien. Realmente voy a morir aquí”.

“Yuanyuan, cálmate. Podemos discutir las cosas con calma”.

“¿Discutir las cosas con calma?”. Shangguan Yuan sacudió la cabeza. “No puedo quedarme aquí por más tiempo. Moriré aquí. Moriré”.

Al ver que estaba al borde del colapso, Jiang Cheng rápidamente sostuvo su mano y la calmó: “Yuanyuan, cálmate, cálmate”.

“No puedo calmarme”. Shangguan Yuan sacudió su mano con fuerza y gritó.

Jiang Cheng la miró y se sintió a la vez angustiado y perdido.

Shangguan Yuan empezó a llorar de repente, apretando su mano con fuerza. “Jiang Cheng, por favor, sálvame, ¿está bien? ¡Realmente me estoy volviendo loca y voy a morir aquí!”.

“Yuanyuan, escúchame”. Jiang Cheng le apretó la mano. “Definitivamente te salvaré, pero antes de eso, debes quedarte aquí y no tener ningún pensamiento negativo”.

“Quiero irme ahora. No puedo esperar”, dijo Shangguan Yuan.

“Mantén la calma y piensa. Nadie puede sacarte de aquí inmediatamente”. Jiang Cheng suspiró. “Dame algo de tiempo. Definitivamente te salvaré”.

“¿De verdad?”. Shangguan Yuan no podía creerlo.

Jiang Cheng asintió. “Sí. Confía en mí”.