Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1416

A la orden del director, el rodaje comenzó.

Xiaobao se sintió aburrido y se quitó de encima la mano de Su Yang con fuerza: “Míralo solo, voy a volver al aula”.

“¡Jin Beichen!”. Su Yang se resistía a mirar hacia otro lado mientras no quería que se fuera.

Esta era la primera vez que veía el rodaje de una escena de una película.

“De verdad no quiero verlo”, repitió finalmente Xiaobao y se dio la vuelta para marcharse.

De repente, se oyó un ‘choque’ detrás de él.

Inmediatamente después, se oyeron jadeos.

Xiaobao se volvió para mirar y vio que alguien estaba en el suelo en la cancha de baloncesto.

El director no gritó ‘corte’, sino que siguió filmando.

Debería ser parte de la escena.

“¡Ustedes rompieron las reglas!”.

“Es obvio que se cayó por su cuenta, no tuvo nada que ver con nosotros...”.

Había un conflicto entre dos de los jugadores de baloncesto. Se dieron varios empujones. Alguien insultó y los dos bandos iniciaron inmediatamente una pelea.

La gente que estaba alrededor se quedó boquiabierta. Pensando que era el argumento del programa, nadie le dio importancia.

La escena empeoró. Se dieron puñetazos y patadas mientras los dos bandos se negaban a retroceder. Incluso alguien recibió una paliza sangrienta.

Mientras observaba, los pies de Xiaobao parecían estar atornillados al suelo. Incapaz de moverse, sus ojos se fijaron en el charco de sangre carmesí del suelo.

“¡Cuidado!”.

Alguien gritó de repente.

Xiaobao se recuperó, y miró hacia arriba, solo para ver la pelota de baloncesto volando directamente hacia Su Yang.

“¡Su Yang!”. Él exclamó.

Su Yang no tuvo tiempo de esquivarlo, y el balón de baloncesto se estrelló contra su cara con fuerza. ¿Cómo podría su pequeña estatura soportar tal impacto? Su cuerpo voló hacia atrás y cayó al suelo.

Al ver esto, Xiaobao se apresuró a levantarlo.

Su Yang estaba aturdido, con los ojos cerrados con fuerza. La sangre goteaba de su nariz y a lo largo de su cara sobre el brazo de Xiaobao.

El incidente ocurrió tan repentinamente que la filmación se vio obligada a detenerse. Su Yang fue llevado al hospital.

Xiaobao volvió a la clase y, cuando cerró los ojos, la imagen de la sangre en la cancha de baloncesto y en la cara de Su Yang llenó su mente.

Le pareció que podía sentir la sangre caliente que goteaba en su brazo.

¡Se sentía incómodo!

¡Se sintió mal por todas partes!

Xiaobao se puso nervioso y su mano no pudo evitar apretar su lápiz.

¡Crac!

La compañera de clase sentada frente a él escuchó el sonido, giró la cabeza y exclamó: “¡Jin Beichen, rompiste el lápiz!”.

Al oír el sonido, Xiaobao bajó la cabeza y vio que el lápiz que tenía en la mano estaba roto en dos. Sus ojos parpadearon, y luego guardó tranquilamente el lápiz y cogió uno nuevo.

La compañera de clase le preguntó con preocupación: “¿Estás bien?”.

“Estoy bien”, dijo Xiaobao, luego bajó la mirada y miró el libro que tenía en su escritorio.

...

Al volver a casa esa noche, Jiang Sese fue a ver a los dos pequeños como antes, antes de volver a su habitación para cambiarse de ropa.

Acababa de terminar de cambiarse de ropa y salió de la habitación cuando oyó un rugido procedente de la habitación de Xiaobao.

“¡Vete!”.

Era la voz de Xiaobao.

Antes de que pudiera reaccionar sorprendida, escuchó a Tiantian llorar.

Entró rápidamente en la habitación de Xiaobao.

Vio a Tiantian sentada en el suelo y llorando. A sus pies una caja de lápices que rota.

“Tiantian, rompiste el estuche de tu hermano. Fuiste tú quien se equivocó, así que, por favor, discúlpate con tu hermano”, dijo Jiang Sese.

Tiantian se mordió el labio y miró tímidamente a Xiaobao.

“Xiaobao, Tiantian no lo hizo apropósito. No deberías regañarla, tienes que disculparte con ella también”.

El hecho era que, en el momento en que Tiantian lloró, Xiaobao se arrepintió, pero todavía no podía controlar sus emociones en absoluto.

Esta vez, bajo la mirada de Jiang Sese y Jin Fengchen, se disculpó obedientemente con Tiantian, “Tiantian, lo siento, no debí haberte regañado”.

Tiantian levantó la mano y se limpió las lágrimas, luego sacudió la cabeza: “No te culpo. La culpa es mía. No debería haber roto tu estuche”.

Ella se acercó y cogió la mano de Xiaobao: “No te enojes conmigo, hermano. Prometo no romper tus cosas en el futuro”.

Al oír esto, Xiaobao sonrió un poco: “Te creo”.

Al ver que los dos niños se reconciliaron, Jiang Sese respiró aliviada y miró a Jin Fengchen.

Su expresión no se alivió después de que los dos niños se reconciliaran. Seguía siendo oscura.

“¿Qué ocurre?”. Se acercó a él y le preguntó con preocupación.

Jin Fengchen giró la cabeza para mirarla y recapacitó: “Está bien”.

“¿Estás preocupado por Xiaobao?”, volvió a preguntar Jiang Sese.

Los ojos de Jin Fengchen parpadearon, pero no respondió.

Jiang Sese miró a Xiaobao. Aunque parecía que todo volvío a la normalidad, ella no podía olvidar la sensación de que algo andaba mal.

“¿Le afectó a Xiaobao lo que ocurrió la última vez?”. Jiang Sese frunció el ceño. En el pasado, Xiaobao le tenía mucho cariño a Tiantian, así que ¿cómo podía haber perdido los estribos?

¿Qué estaba pasando?

Jiang Sese recordó la expresión de Xiaobao cuando perdió los estribos hace un momento y se preocupó más.

“Está bien, no te preocupes”. Jin Fengchen puso su brazo alrededor de su hombro: “Xiaobao estará bien”.

Aunque la consoló, tenía que contarle esto a Shen Mubai.