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Habían pasado cinco años desde entonces. Jiang Sese pensó que podía permanecer tranquila y serena cuando los volviese a ver.
La verdad era que el odio que había reprimido por dios sabe cuánto tiempo estaba surgiendo y causando estragos en su mente.
Sus recuerdos destellaron frente a ella como la repetición de una película vieja. En sus oídos estaba la risa estridente de Jiang Nuannuan: "Yo fui quien le quitó la máscara de oxígeno a tu madre.”
"¡Jiang Sese, quiero arruinarte!"
"Papá es mío; la fortuna de la familia Jiang es mía; el Hermano Sichen es mío. Eres solo una niña abandonada por nuestra familia..."
Cada palabra aún ardía vívidamente en su mente.
No queriendo tener nada que ver con ellos, se regresó y entró a la sala de descanso.
La aguda Jiang Nuannuan se distrajo cuando vio una figura familiar. Ella dejó escapar, "Esa fue ..."
"¿Hmm? ¿Qué pasa?" Lan Sichen estaba hablando con Li Sheng cuando la escuchó hablar. No pudo evitar girar la cabeza para interrogarla.
Jiang Nuannuan negó con la cabeza y dijo con una sonrisa: "No es nada. Mis ojos deben estar fallando.”
A pesar de lo que dijo, achicó los ojos al punto de una línea. Ella sabía muy bien que sus ojos no estaban equivocados.
Incluso si Jiang Sese se convirtiera en polvo, ¡aún la reconocería!
El sonido de sus pasos se fue volviendo gradualmente más silencioso.
Dentro de la sala de descanso, Jiang Sese suspiró aliviada. Sin embargo, no importó cuánto lo intentó, no pudo moderar el resentimiento en su corazón.
De repente, el celular sonó.
Ella desbloqueó su teléfono y vio un mensaje de voz de Whatsapp.
Abrió el mensaje y la voz infantil de Xiaobao inmediatamente llegó a sus oídos. "Tía Sese, papá y yo hemos llegado a la empresa.”
El corazón de Jiang Sese se avivó. Como la nieve que encuentra la luz del sol, todas sus emociones negativas se disolvieron instantáneamente.
Las esquinas de su boca se volvieron hacia arriba para formar una sonrisa. Ella respondió con otro mensaje de voz: "Entendido. Xiaobao, tienes que ser obediente y escuchar a tu papá.”
Su voz suave y cálida salió de otro celular, suavizando los corazones tanto del adulto como del niño.
Los grandes ojos de Xiaobao brillaron como pequeñas estrellas en el cielo. Poco después, le dio a su padre una mirada de descontento. "¿Realmente no puedo ir a la casa de la tía Sese esta noche?"
"No,” respondió Jin Fengchen con cara de poker. "El abuelo y la abuela te recogerán más tarde.”
No dispuesto a darse por vencido, Xiaobao continuó preguntando: "¿Entonces puedo invitar a la tía Sese a nuestra casa?"
Las manos de Jin Fengchen se detuvieron brevemente mientras ojeaba los documentos. "Ahora no es el momento.”
Xiaobao se molestó instantáneamente. Lanzó el celular altaneramente y se burló. Se bajó del sofá y salió corriendo tambaleándose. "¡Odio a papá! Voy a buscar al Tío.”
Jin Fengchen lo ignoró, permitiendo que su hijo hiciera lo que quisiera. Sin embargo, su mirada se posó en el celular en el sofá.
Él se levantó lentamente de su silla y cogió el teléfono. Volvió a reproducir el mensaje de voz.
La voz suave y aterciopelada se sintió inexplicablemente como un placer para sus oídos.
Las esquinas de su boca volvieron inconscientemente a formar una sonrisa feliz. Sus dedos hicieron clic ágilmente en los momentos de Jiang Sese en su perfil.
Su perfil estaba casi vacío, con solo un puñado de publicaciones.
Sus publicaciones eran sobre comidas deliciosas y su celebración en solitario por comenzar su nuevo trabajo. También había una foto de un artículo en el mostrador que vio mientras compraba y que realmente quería.
La mujer de las fotos lucía una sonrisa vivaz, pero desde la primera foto hasta la última, siempre parecía sola.
Las fibras del corazón de Jin Fengchen se tensaron de una manera que él mismo no pareció darse cuenta.
Él no era alguien a quien le gustaba entrometerse en la privacidad de otra persona.
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