Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1509

Lisa interpretó su silencio como una admisión y sintió que la excitación aumentaba en su corazón.

Apretó el puño y dudó antes de preguntar con cuidado: “Entonces, ¿podemos volver a casarnos?”.

“Por supuesto”.

Bo Gelian contestó inmediatamente, y Lisa estaba tan emocionada que le temblaban las manos: “¿Hablas en serio?”.

“Lisa, por qué no te vas a casa primero. Cuando termine aquí, volveré y me casaré contigo”.

“¡No!”. Lisa se negó de inmediato. “¡Quiero que vuelvas junto a mí y te vuelvas a casar conmigo! Si no puedes volver ahora, puedo esperarte”.

Bo Gelian la miró, su mirada era profunda y oscurecía sus pensamientos.

Justo cuando Lisa pensó que podría negarse, dijo lentamente: “Claro”.

El corazón de Lisa se desprendió por fin de su garganta, y en su rostro se dibujó una sonrisa que le salió del corazón.

Este viaje a la Ciudad Jin era la mejor decisión que tomó en su vida.

Después de que Bo Gelian aceptara volver a casarse con ella, ya no pensaba en Jiang Sese. Todo su ser estaba centrado en Bo Gelian.

Estaba deseando que llegara el día en que volvieran a Italia para casarse de nuevo. Sin embargo, no esperaba que Bo Gelian no estuviera dispuesto a tocarla.

Esto la enfurecía, pero no podía hacer nada.

Bo Gelian estaba muy ocupado con el trabajo y tenía que salir todos los días. Ella le propusó salir juntos varias veces, pero él siempre la rechazaba.

Al principio, no le dio importancia, hasta que su subordinado vino a informarle de las actividades recientes de Bo Gelian en los últimos días. Fue entonces cuando se dio cuenta de que algo no andaba bien.

“¿Me estás diciendo que está yendo a una cafetería cercana al Grupo Jin todos los días?”. El tono de Lisa mostraba cierta incredulidad.

La subordinada asintió: “Sí”.

Lisa frunció el ceño: “¿Qué hace allí?”.

“No estamos seguros. Además, se va en cuanto son las cinco de la tarde”.

Los ojos de Lisa se entrecerraron: “No estará pensando en ir a ver a esa p*rra de Jiang Sese, ¿verdad?”.

Quería permitirse creer en Bo Gelian, pero tal y como estaban las cosas, ¿cómo podía seguir confiando en él?

Al día siguiente, cuando Bo Gelian estaba a punto de marcharse, Lisa ocultó el disgusto en su corazón mientras decía con una sonrisa: “Déjame ir contigo”.

“No es necesario”.

La negativa de Bo Gelian fue tan fría y distante como de costumbre.

Los ojos de Lisa se llenaron de oscuridad, pero aún había una sonrisa en su rostro: “¿Por qué siempre me impides ir contigo? ¿Hay algo que me ocultas?”.

“No”. Bo Gelian se acercó a ella. “Sé buena y espérame aquí. Terminaré mi trabajo muy pronto y entonces podremos volver a Italia para casarnos”.

Lisa se rio fríamente en su interior. Mencionó el nuevo matrimonio porque ella tenía prisa por hacerlo.

“Te esperaré aquí entonces”.

“Buena chica”. Bo Gelian no notó el hielo en sus ojos. Se inclinó para besarla en la cabeza, antes de darse la vuelta y marcharse.

Tan pronto como se giró, su expresión se volvió fría como el hielo de nuevo. Sus ojos eran tan oscuros como la tinta.

Detrás de él, el rostro de Lisa también se ensombreció, mientras miraba con frialdad la puerta que se cerraba.

Desde el principio, le mintió.

La engañó y le hizo creer erróneamente que realmente quería volver a casarse con ella.

Parecía que todo esto era un juego de poder.

Era para desviar su odio hacia Jiang Sese.

‘Bo Gelian, realmente eres cruel!’

Esa noche, Bo Gelian llegó a casa muy tarde, como de costumbre. Lisa estaba medio dormida, pero oyó a la gente hablar.

Se dio la vuelta, queriendo volver a dormir. Sin embargo, por alguna razón se incorporó y se volvió para mirar la puerta que estaba entreabierta.

Salió sigilosamente de la cama y se acercó.

A través de la rendija de la puerta, pudo ver a Bo Gelian hablando con su asistente, Carl.

Se le iluminó la cara y estaba a punto de abrir la puerta para salir cuando Carl habló.

“Señor, la Señorita Jiang está muy segura ahora. Jin Fengchen tiene varios guardaespaldas que la vigilan. No tiene que preocuparse”.

En cuanto Lisa oyó las palabras “Señorita Jiang”, retiró inmediatamente la mano y contuvo la respiración. Escuchó la conversación en silencio.

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