Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1547

A la mañana siguiente, Jiang Sese se levantó temprano y se percató que su espalda no le dolía tanto como antes. Entonces decidió bajar a preparar el desayuno para los niños.

Cuando terminó de preparar el desayuno, Jin Fengchen también acababa de bajar a los niños.

El aire estaba llenado por el aroma de huevos fritos. Tiantian respiró profundamente: “¡Qué bien huele!”.

Al decir esto, se soltó de la mano de Jin Fengchen y corrió hacia el asiento de niños y se subió.

“Mamá, ¿dónde está mi desayuno?”. Llamó a Jiang Sese, que seguía ocupada en la cocina.

Jiang Sese se lavó las manos y salió con tres emparedados cortados, colocándolos en la mesa del comedor.

“Pequeña comelona, ¿estás tan ansiosa por comer tu desayuno?”.

Tiantian hizo un mohín mientras la miraba: “Tengo tanta hambre que siento que mi estómago se encogerá”.

Jiang Sese se rio: “Bien, déjame ayudarte”.

Después de decir eso, puso un huevo frito y un emparedado en el plato de Tiantian, y le sirvió un vaso de leche.

En ese momento, Duoduo, que fue colocado en la silla de bebé, comenzó a llorar.

“Quiero a mami, quiero a mami...”.

Jin Fengchen se apartó, sin saber qué hacer.

Jiang Sese se apresuró a coger a Duoduo y le dio unas suaves palmaditas en la espalda mientras lo engatusaba: “Duoduo, sé bueno. No llores. Después de desayunar, te llevaré a ver a tu mami, ¿está bien?”.

Duoduo moqueó. Había lágrimas en sus ojos y tenía un aspecto muy lamentable.

“¿De verdad?”, preguntó Duoduo.

Jiang Sese sonrió: “Por supuesto”.

Volvió a colocar a Duoduo en la silla de bebé y cogió el biberón de la mesa y se lo dio. “Cuando termines, iremos a ver a mami”.

Duoduo tomó obedientemente el biberón con ambas manos y comenzó a beber de él.

Al ver esto, Jiang Sese suspiró aliviado antes de volverse para decirle a Jin Fengchen: “Date prisa y come, tenemos que ir a ver a Wanwan al hospital después de esto”.

“De acuerdo”. Jin Fengchen observó cómo cogía una servilleta para limpiar la boca de Duoduo. Su mirada se calentó y sonrió.

Ella irradiaba la calidez de una madre, y él no podía apartar los ojos.

Después del desayuno, Jin Fengchen y Jiang Sese llevaron a los niños al hospital.

En cuanto entraron en la sala, Duoduo se encaramó inmediatamente al lado de la cama con sus cortas piernas: “¡Mami!”.

El corazón de Song Qingwan se ablandó al ver a su hijo.

Extendió la mano para acariciar su cabeza y le dijo suavemente: “¿Te portaste bien y obedeciste a tío y tía?”.

“Sí. Tomó su leche esta mañana, e incluso comió un pequeño trozo de emparedado”. Dijo Jiang Sese con una sonrisa mientras se acercaba.

“¿Es así?”. Song Qingwan pellizcó la mejilla de su hijo: “Mi Duoduo es el mejor”.

“Mami, ¿todavía te duele? ¿Está bien mi hermanita en tu barriga?”, le preguntó Duoduo cariñosamente.

Song Qingwan le puso la mano en el abdomen. “Estoy bien, tu hermanita también está bien”.

Tiantian se acercó y se puso de puntillas. Colocó una mano en el lado de la cama y la otra la extendió para tocar el vientre de Song Qingwan. “Tienes que ser buena hermanita, no dejes que tu mami sienta dolor”.

Ante la insistencia de Jin Fengyao, Jiang Sese solo pudo llevar a los niños a casa primero.

Jin Fengchen los envió a casa, antes de ir directamente a la oficina.

Acababa de entrar en su despacho cuando Ying Tian lo llamó.

“Joven Amo, acabo de enviarle una información por correo electrónico. Es sobre los inversores extranjeros de Crimmings”.

Jin Fengchen se dirigió a su escritorio, encendió su ordenador y revisó su correo electrónico.

Pronto encontró la pista.

Había un inversor llamado Jack que recurría al blanqueo de dinero y a la manipulación del mercado para obtener su riqueza. Sus métodos eran muy sofisticados y la policía no podía encontrar pruebas de sus fechorías a pesar de numerosas investigaciones.

La suma que invirtió en la empresa de Crimmings no eran fondos obtenidos por vías legales. Ying Tian ya encontró pruebas suficientes de ello. En cuanto informaran de ello a la policía, Crimmings se vería implicado e incluso podría ser investigado.

Si las cosas eran lo suficientemente serias, podría ser necesario cerrar todas las empresas que estaban bajo su emblema.

Jin Fengchen se levantó y se acercó lentamente a la ventana francesa. Elogió generosamente a Ying Tian: “Lo hiciste muy bien”.

El corazón de Ying Tian dio un salto de alegría y luego preguntó: “¿Debemos seguir observando por ahora o actuamos?”.

Los ojos de Jin Fengchen se entrecerraron. “Revélalo como sea necesario. Las propias manos de Crimmings probablemente estén sucias. Si la investigación continúa, él también se verá arrastrado a este lío”.

Cuando llegara ese momento, no estaría en condiciones de trabajar con Shangguan Qian para enfrentarse al Grupo Jin.

“Joven Amo, sé lo que hay que hacer”.

Después de colgar, había una luz peligrosa en los ojos de Jin Fengchen. Esta vez, quería ver cómo Crimmings saldría de esto.