Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1639

Los ojos de Jin Fengchen se entrecerraron ligeramente y se devanó los sesos buscando información sobre el Distrito Norte.

El Distrito Norte solía estar desolado, pero se fue desarrollando rápidamente en los últimos años. Ahora, se consideraba una zona bastante próspera y adinerado.

Sin embargo, aún estaba a cierta distancia de Chengdu, y todavía les resultaría difícil encontrarlos.

“Joven Amo, no sabemos mucho sobre las condiciones del Distrito Norte, pero ya enviamos gente para investigar. Tendremos una actualización pronto. ¿Qué hacemos ahora?”, preguntó Gu Nian.

Jin Fengchen miró la noche fuera de la ventana, y su voz era débil. Ordenó: “Las identidades de esas dos personas son muy importantes, y huyeron al Distrito Norte. Informa directamente a Mo Tingfeng. No tenemos que participar demasiado”.

“Sí, ya veo”. Gu Nian reconoció sus instrucciones.

Después de colgar, le contó a Mo Tingfeng las noticias.

“Bien, ya veo. Envíame la dirección y déjame el resto a mí”.

Mo Tingfeng asintió, y dijo lo mismo que Jin Fengchen.

Después de pensarlo, Gu Nian se sintió bastante desconcertado. Aunque su Joven Amo y Mo Tingfeng se llevaban como perros y gatos, siempre pensaban igual.

Para los que no los conocían, podían parecer buenos amigos que siempre estaban en sintonía.

...

Después de conocer el área general, Mo Tingfeng reunió rápidamente un equipo y fue al Distrito Norte a buscar a los dos hombres.

Se trataba de una bodega abandonada. La zona estaba desolada cuando llegaron cerca de su destino.

“Hagamos esto en silencio, no asustemos a la serpiente”. Mo Tingfeng dio sus órdenes en voz baja.

El resto del equipo asintió, comenzó a dispersarse y se dirigió hacia la bodega.

En la puerta de la bodega, Mo Tingfeng hizo un gesto, y un pequeño grupo de personas entró y comenzó a buscar por separado en cada espacio.

Sin embargo, no encontraron nada. Pronto, el grupo se reunió de nuevo en la puerta. Un policía dijo: “Inspector Mo, ¿nos equivocamos? No hay nadie aquí, y no hay señales de vida”.

Mo Tingfeng también se sintió extraño, y empezó a preguntarse si Gu Nian le dio información equivocada.

Sin embargo, trabajó con Gu Nian varias veces, y no importaba cómo lo pensara, sentía que Gu Nian no era alguien que se descuidara.

Realmente no había nadie aquí.

Sin embargo, también era posible que esas dos personas se hubieran movido.

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