Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1642

Cuando Mo Tingfeng escuchó esto, de repente tuvo la sensación de ver el sol a través de las nubes.

Lo pensó detenidamente, y cuanto más lo pensaba, más factible le parecía. “De acuerdo, entiendo. Me encargaré de esto”.

Jin Fengchen también tenía esa intención. Solo lo llamó para recordarle. No tenía intención de volver a involucrarse en este asunto.

Después de colgar, la expresión de Mo Tingfeng era mucho mejor. Sin embargo, temía revelar algo, así que puso su habitual mirada irritada.

Sus hombres se acercaron y preguntaron: “Inspector Mo, ¿qué pasa? ¿Es por el sospechoso?”.

Mo Tingfeng se detuvo un momento, fingiendo que le dolía la cabeza, y dijo: “Sí, este hombre de verdad es un testarudo. Después de interrogarlo toda la noche, se hace el despistado y no dice nada. Tráelo aquí más tarde, quiero realizar un interrogatorio individual”.

Recalcó “individual” con los dientes apretados.

Los hombres estaban muy sorprendidos. “Inspector Mo, esto no es bueno. Abusar de los detenidos es un delito grave”.

“¿Tienes una idea mejor?”. Después de decir eso, Mo Tingfeng se fue.

Su voz era tan fuerte que casi todo el mundo alrededor podía oírla. Sin embargo, Mo Tingfeng era así, y nadie sospechaba nada.

Después de irse, Mo Tingfeng envió un mensaje a su hombre, pidiéndole que lo hiciera público.

...

Esa noche, en el bar Jinse.

El hombre que se encargó de rescatar a los dos hombres estaba sentado en la cabina bebiendo de forma aburrida, rodeado de un grupo de bellezas.

Llevaba a una mujer en cada brazo, y estaba muy alegre.

“Hermano Li, la policía tiene noticias”. Uno de los hombres entró corriendo en el bar, lo encontró y le susurró al oído lo sucedido esta tarde.

La cara de Li Jun se hundió. “Vigila las cosas por allí por mí. Si ocurre algo, no lo dudes, mátalo. Solo los muertos guardan secretos. Si fallas tu misión, no seré el único que tendrá mala suerte, y ninguno de ustedes podrá escapar”.

Li Jun miró a sus hombres con amenaza.

Cuando su subordinado escuchó esto, también se le dibujó una fea mirada en su rostro. Ya se formó una opinión sobre el asunto en su mente.

Esos dos hombres no tuvieron el sentido común de morir, sino que mostraron sus rostros a la policía, forzándolos a tomarse tantas molestias para salvarlos. Ahora, incluso tenían que ir a la comisaría para ocuparse de ellos.

¡Qué problema!

El hombre asintió: “¡Sí, Hermano Li, definitivamente terminaré la tarea y lo mataré limpiamente!”.

...

Por otro lado, mientras Jin Fengchen se ocupaba de asuntos oficiales en su estudio, su teléfono móvil sonó de repente. Era una llamada de York.

Arqueó las cejas con sorpresa y descolgó.

La alegre voz de York salió a través del móvil: “Buenas tardes, Presidente Jin”.

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