Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1647

En una villa en el extranjero...

Un hombre entró apresuradamente en la sala. “¿Dónde está el Señor Kyle?”.

“Está en el estudio”, respondió un guardaespaldas. “Espere aquí. Le informaré de su llegada”.

Se fue después de hablar. Al cabo de un momento, reapareció, se acercó al hombre y asintió. “El Señor Kyle lo recibirá ahora”.

El hombre entró en el estudio, vio a Kyle leyendo un libro tranquilamente y dijo con cautela: “Señor”.

“¿Qué pasa?”, dijo Kyle sin siquiera levantar la cabeza.

El hombre tragó saliva. Conocía bien a Kyle. Ahora parecía tranquilo, pero podía volverse aterrador en un instante si se enfadaba.

Sin embargo, este asunto necesitaba ser discutido sin importar qué.

“Señor, Bo Gelian fue arrestado por la policía hace unos días”.

“¿Hace unos días?”. Se escuchaba un ligero escalofrío en su voz mientras Kyle hojeaba las páginas del libro y hacía una leve pausa. Levantó los ojos para mirar al hombre.

“Sí, Señor. No pudimos contactarlo por unos días. Enviamos hombres a buscarlo y acabamos de recibir la noticia de que está siendo investigado por la policía. Incluso encontraron su villa y se llevaron un montón de libros de registro. Volvió hace unos días y fue detenido en el acto”.

Cuando el hombre terminó de hablar, ya se le formó sudor frío en la frente. Rezaba que Kyle no se desquitara con él.

La expresión de Kyle se ensombreció. De inmediato dejó el libro en la mano y se puso de pie.

Aunque no era muy amigo de Bo Gelian, pertenecían a la misma organización y tenían algún contacto.

En los primeros años, Bo Gelian fue muy valioso para la organización, y básicamente era el responsable de las operaciones en Europa.

Bo Gelian no era en absoluto inferior en ningún aspecto y podía describirse como asombrosamente poderoso.

Por lo tanto, Bo Gelian era diferente a todos los demás. Conocía demasiada información privilegiada.

La organización se encontraba ahora en una coyuntura muy crítica. Si Bo Gelian no podía mantener la boca cerrada y filtraba la información, el daño a la organización sería sin duda significativo.

Kyle reflexionó un momento y rápidamente hizo una llamada. “Mi Señor, tengo un asunto muy importante que comunicarle”.

“Habla”, la persona a la que se dirigía como el Señor al otro lado de la línea habló escuetamente en un tono frío e indiferente, como si apreciara cada palabra que pronunciaba como si fuera oro.

“Bo Gelian fue arrestado, mi Señor. ¿Debemos hacer algo?”. Kyle frunció el ceño y preguntó.

El hombre dejó escapar un desagradable: “Tch”.

Kyle, al igual que su propio subordinado hace un momento, sudaba por toda la espalda, pero no se atrevió a preguntar más.

Por suerte para él, el silencio solo duró un momento, cuando el hombre volvió a hablar: “Si es así, busca una forma para deshacerte de él. No dejes ningún rastro”.

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