Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1658

Jiang Sese regresó al departamento de planificación y llamó a una reunión matutina.

Últimamente, los negocios de la empresa estaban en marcha, y todo el departamento estaba desbordado de trabajo.

La reunión fue muy brusca, y todos estuvieron martilleando el plan de trabajo y la planificación.

Sin embargo, un grupo no contestaba cuando informaba del progreso de su trabajo.

Jiang Sese miró al líder del grupo. “¿Cuál es la situación de tu grupo?”.

El líder del grupo se levantó rígido y con una mirada pesada. “Aún no conseguimos el proyecto asignado a nuestro grupo”.

Jiang Sese no pudo evitar fruncir el ceño. “¿Qué ocurre? ¿No te asignaron el proyecto hace un mes?”.

“Es Wang Shasha, está dando largas al asunto. Hemos estado siguiendo el proyecto, pero ella no hace ningún movimiento, ¡y el progreso de todo el grupo está retrasado por ella!”.

El líder del grupo miró con dureza a una chica sentada detrás de él.

Jiang Sese siguió su mirada. De alguna manera reconoció a esta chica, que era una recién llegada y aún no terminaba su período de prueba.

Wang Shasha intentó explicarse en voz baja: “No era mi intención, es que...”.

“¡Solo qué! Si no hiciste tu trabajo no se puede negar, no tienes capacidad para este trabajo. ¿Aún dejarás que carguemos con tu trabajo?”.

“¡Haz bien tu trabajo o vete a casa!”.

Las mejillas de Wang Shasha se sonrojaron, y sus ojos se humedecieron mientras estaba al borde de las lágrimas.

Jiang Sese bajó la mirada y dijo en voz baja: “Hablaremos de esto más tarde. Los otros grupos continuarán con sus informes”.

“Nuestro grupo...”.

...

Al final de la reunión, Jiang Sese pensó un momento antes de mirar a Wang Shasha y dijo: “Todos los demás, vuelvan al trabajo. Shasha, por favor, quédate”.

Los demás empleados pensaron que Jiang Sese estaba enfadada y a punto de estallar. No querían estar en la línea de fuego, así que rápidamente recogieron sus cosas y abandonaron la zona de peligro.

Wang Shasha se sintió ansiosa. Dio dos pasos hacia delante y susurró: “Gerente...”.

“¿Tuviste dificultades con el proyecto? Ahora, solo estamos nosotras dos, por favor, siéntete libre de decirme cualquier cosa”.

Cuando Wang Shasha escuchó esto, fue más de lo que podía soportar, mientras grandes lágrimas corrían por su rostro.

“Gerente, lo siento, yo...”.

Jiang Sese suspiró y le entregó una toalla de papel. “Tómate tu tiempo”.

“El caso del que estoy a cargo pertenece a la compañía Dahl. Mi trabajo principal es ponerme en contacto con ellos. Al principio, no tenía ningún problema cuando hablábamos por teléfono, pero luego... luego”.

Wang Shasha se calmó con gran dificultad, pero cuando habló de esto, empezó a llorar de nuevo.

La Pequeña Lin fue entrenada por el propio Gu Nian, y sus habilidades eran excelentes.

Pronto averiguó todo sobre la otra parte.

Entregó la información a Jiang Sese, añadiendo: “El Director Ejecutivo de la empresa Dahl se apellida Zhao, y su reputación en la industria no es buena”.

“Es famoso por su avaricia y por ser un lascivo que, además, arruinó a mucha gente. Varios empleados de la empresa que fueron despedidos porque no podían asegurar un trato con él, ¡y la mayoría son mujeres!”.

Jiang Sese despreciaba más a este tipo de personas y dijo fríamente: “Escoria”.

Leyendo aparentemente el significado implícito en las palabras de Jiang Sese, Pequeña Lin preguntó: “¿Qué va a hacer, y debemos continuar esta cooperación?”.

Jiang Sese guardó silencio por un momento. Aunque este proyecto no podía compararse con su cooperación con York, también podía reportar muchos beneficios al Grupo Jin.

Además, no era la primera vez que la Compañía Dahl cooperaba con el Grupo Jin, y ya tenían una relación de trabajo. Si se cancelaba unilateralmente, podía destruir la relación entre ambas empresas.

Por otra parte, era odioso que el gran y poderoso Grupo Jin tuviera que vender la inocencia de sus empleados para ganar dinero.

Antes no lo sabía, pero ahora que estaba al tanto, no podía hacer la vista gorda.

Después de que Jiang Sese se decidiera, dijo con firmeza: “Vamos a detener la asociación”.

“Muy bien Señora. Me encargaré de ello”. La Pequeña Lin asintió antes de marcharse a ocuparse de las cosas.