Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1682

Jiang Sese pensó que solo era una excusa. Jin Fengchen debía estar ocultándole algo.

Frunció el ceño. “Fengchen, ¿es esa la verdad? No tienes por qué ocultarme cosas. ¿Qué le pasa a Mo Tingfeng?”.

Jin Fengchen suspiró y la estrechó entre sus brazos. “Mo Tingfeng dirigió hace poco una misión contra la Liga Infernal y destruyó sus bases. Lo descubrieron y su identidad está expuesto. Por eso quedó herido”.

“La policía lo sacó del hospital. La Liga Infernal está tratando de averiguar su paradero, así que no es conveniente que lo visitemos. Hay gente custodiándolo, así que estará a salvo por el momento”.

Jiang Sese estaba preocupada después de escuchar esto. Aunque solo escuchó hablar de la Liga Infernal unas pocas veces, esto no le impedía imaginar los horrores que la Liga Infernal perpetuó.

Para que Mo Tingfeng estuviera tan gravemente herido, debían ser bastante formidables.

“Bueno, mientras esté a salvo ahora. Lo visitaremos más tarde”. Jiang Sese asintió, y finalmente dejó de mencionar el asunto.

Sin embargo, después de hablar, volvió a preocuparse. “También deberías tener más cuidado cuando salgas. El incidente con Bo Gelian estuvo más o menos relacionado con nosotros. Tal vez tampoco nos dejarán escapar fácilmente”.

Jin Fengchen sacudió la cabeza y dijo con calma: “No. Su objetivo es Mo Tingfeng, al menos por ahora. Esto está muy claro. Aunque nos apunten a nosotros, puedes estar seguro de que protegeré a nuestra familia. No dejaré que te hagan daño”.

Jiang Sese asintió y le rodeó la cintura con los brazos. “Te creo, pero debes tener cuidado”.

...

Mientras tanto, en la residencia de Mo Tingfeng...

La casa que la policía preparó para Mo Tingfeng estaba en un lugar relativamente remoto. Sin embargo, sintió que la Liga Infernal encontraría el lugar tarde o temprano. No importaba lo remoto que fuera el lugar. Además, era desconocido. Si se producía un enfrentamiento, estaría en desventaja.

Era mejor que el enemigo se le acercara en su propio terreno. Por lo tanto, solicitó ser trasladado a su casa para recuperarse. También pensó que podría tener más libertad.

Sin embargo, ahora parecía que no era así. Miró a su subordinado, el Pequeño Zhou, con impotencia. “Los superiores te pidieron que me protegieras, no que me miraras así. Por favor, dame un poco de privacidad”.

El Pequeño Zhou sonrió con sinceridad. “Comandante, los superiores dijeron que cuanto más irritado es que menos quieres que te vigilen, significa que mayor es la probabilidad de que quieras escabullirte. No puedo permitir que salgas y te pongas en peligro. Olvida lo que piensas hacer”.

“Es realmente aburrido”. Mo Tingfeng se sintió impotente.

Después de todo, era una orden de los superiores y el Pequeño Zhou solo estaba cumpliendo con sus obligaciones, también se preocupaba por él.

Mientras los dos hablaban, entró un grupo de médicos con batas blancas. “Comandante Mo, es hora de su examen, así que por favor acuéstese”.

Se trataba de un equipo médico especialmente dispuesto por sus superiores para cuidarlo y ayudarlo en su tratamiento de rehabilitación.

Suspiró, asintió y obedeció.

...

Vivian llegó al último piso de un hotel de la Ciudad Jin con unos documentos.

“¿Encontraste algo?”, preguntó Hebrew, enarcando las cejas mientras agitaba despreocupadamente su copa de vino.

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