Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1689

A la mañana siguiente, temprano, Jin Fengchen entró en la oficina y Gu Nian lo siguió.

“Joven Amo, esta es una invitación de Hebrew”. Dijo, y le tendió la exquisita invitación en la mano.

¿Qué invitación le envió Hebrew?

Jin Fengchen frunció ligeramente el ceño, cogió la carta de invitación, la abrió y sus ojos se ensombrecieron. “¿Una fiesta benéfica?”.

Gu Nian se sorprendió. “¿Qué quiere hacer? ¿Un criminal del extranjero se atreve a celebrar una cena benéfica descaradamente?”.

“Loco”.

Jin Fengchen escupió la palabra como evaluación del hombre.

Este hombre no solo se atrevía a utilizar un helicóptero para atacar abiertamente a la policía, además celebraba una fiesta benéfica a la que estaban invitados hombres de negocios.

Era tan descarado, ¿qué sería, sino es un loco?

Este Hebrew, que no juega por las reglas, era más peligroso de lo que imaginaban.

Gu Nian dudó y preguntó: “¿Vamos a asistir a esta trampa?”.

Jin Fengchen reflexionó un momento y tiró la invitación a la mesa. “Ya veremos cuando llegue el momento”.

“Muy bien”.

Después de que Gu Nian se marchara con sus instrucciones, Jin Fengchen miró la carta de invitación sobre su escritorio con ojos pesados. Por un momento, tuvo la respuesta en su corazón.

No quería enfrentarse directamente a Hebrew a menos que fuera necesario.

El comportamiento actual de Hebrew demostraba que él y el Grupo Jin eran objetivos.

No tenía miedo de competir con Hebrew, pero tenía que ser muy cauteloso por el bien del Grupo Jin y de Sese.

Por el bien de su familia, no le importaba dar un paso atrás. Sin embargo, la otra parte... Si quería ir por él, puede que no consiguiera lo que quería.

...

Por la noche, en la residencia Jin.

Jin Fengchen acababa de llegar a casa cuando vio a Jiang Sese agachada, buscando algo con cierta ansiedad, y murmurando frustrado: “¿Dónde está?”.

Con una risita, Jin Fengchen se adelantó, le rodeó la cintura con los brazos y le preguntó: “¿Qué buscas?”.

Jiang Sese se sobresaltó, vio que era él y se sintió un poco culpable. Con una pizca de culpa, dijo: “Fengchen... Parece que perdí mi anillo”.

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