Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1737

Al oír esto, Dean se levantó excitado y decidió inmediatamente: “Si es así, iremos a rescatar a la Señorita esta noche, antes de que la policía pueda desplegarse del todo”.

Señaló a uno de sus subordinados. “Tú, moviliza a los hombres ahora”.

“Los demás, discutan conmigo el plan de rescate para esta noche”.

“¡Sí!”.

...

Esa noche...

Los subordinados de Vivian se reunieron cerca de la pequeña casa de estilo occidental donde estaba retenida, listos para actuar en cualquier momento.

Dean llegó en persona, y cuando vio a Vivian a través de la ventana de la habitación, su corazón por fin sintió alivio.

¡La Señorita estaba aquí!

Él inmediatamente observó la situación con más detenimiento.

Parece que los policías estaban agotados debido al ataque de anoche y no había muchos guardias por allí en ese momento. Tal vez pensaban que los adversarios no volverían tan pronto y bajaron un poco la guardia.

Incluso vio a varias personas bostezando.

Dean entrecerró los ojos. La información decía que Vivian no estaba herida, pero era solo porque Vivian les era útil.

En cuanto dejara de serles útil, en el mejor de los casos la encarcelarían, en el peor, podrían matarla.

Por lo tanto, solo podían triunfar.

Dean hizo un gesto a sus subordinados y les susurró: “Yo dirigiré el equipo que entrará por el frente para llevar a cabo el rescate. Después de que tú y el resto de los hombres estén separados, manténganse agachados”.

“Sí”. El subordinado asintió y comenzó a asignar a los hombres.

Pronto, Dean lideró el equipo e irrumpió en el edificio. Antes de que la policía pudiera reaccionar, ya acabó con varios de los guardias.

No sabía la razón por la que la policía estaba siendo negligente a la hora de tomar precauciones. El ataque furtivo se desarrolló sin contratiempos.

Poco después, todos los guardias fueron eliminados sin que se levantara la alarma.

Dean frunció ligeramente el ceño, pues tenía una extraña sensación en el corazón.

Esta operación parecía ir demasiado bien...

No sabía si estaba siendo demasiado desconfiado, o si los guardias eran realmente tan malos...

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