Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1754

Levantó la vista y ordenó a He Shuhan: “Vigila a estas dos personas e informa inmediatamente de cualquier comportamiento sospechoso. Intenta evitar que saquen la corona del país mientras la agencia de aduanas no esté alerta”.

He Shuhan asintió: “Sí, Joven Amo”.

...

De vuelta a casa.

Jiang Sese estaba preocupada por Jin Fengchen, así que se enterró en el trabajo y fichó puntualmente todos los días.

“Directora, la cooperación con el Grupo Wang terminó, pero para facilitar la planificación, es posible que debemos ir al lugar del evento para una excursión a las 3 pm. ¿Le parece bien?”, le preguntó su asistente, la Pequeña Lin.

Jiang Sese miró la hora en el reloj e inmediatamente asintió: “Sí, iré yo misma”.

Este proyecto era uno de los más importantes del momento y quería ocuparse de él ella misma.

Además, Jin Fengchen dispuso unos cuantos guardaespaldas para protegerla. En su opinión, no debería haber ningún problema.

“De acuerdo”.

La Pequeña Lin respondió y salió.

Jiang Sese terminó de procesar los documentos que tenía a mano, y cuando vio que ya era la hora, se levantó y se dirigió al lugar de la inspección.

Sabiendo que venía en persona, el Grupo Wang envió gente a recibirla cortésmente.

Sin embargo, ella sabía muy bien que recibía ese trato porque era la esposa de Jin Fengchen.

Por eso, tras un breve saludo, se dedicó a su trabajo.

Necesitaba mejorar en su trabajo para no frenar a Fengchen.

Cuando terminó de trabajar, se hizo de noche.

Algunas personas del Grupo Wang se sorprendieron y no pudieron evitar elogiarla: “La Directora Jiang es tan concienzuda y responsable. Parece que hemos encontrado a la persona adecuada para este proyecto”.

Jiang Sese sonrió: “Como debe ser. Haré un plan preliminar en estos dos días, y luego discutiremos los detalles”.

“De acuerdo, por favor cuídese, Directora Jiang”.

Jiang Sese asintió, entró en el ascensor y se dirigió al aparcamiento del sótano para ir a casa.

Inesperadamente, antes de llegar al coche, un grupo de personas se abalanzó sobre ella e intentó rodearla.

En ese momento, su equipo de seguridad secreta se apresuró a formar un círculo a su alrededor.

El guardaespaldas principal, con rostro frío, preguntó al hombre: “¿Quiénes son?”.

El interlocutor hizo una mueca de desprecio y habló con arrogancia. “Nuestro príncipe quiere ver a la Señorita Jiang Sese. Si sabes lo que te conviene, sal de aquí rápidamente, de lo contrario... no podrás detenernos”.

Al oír esto, Jiang Sese se sorprendió, ¡y su expresión se volvió muy oscura!

¡Es Andre otra vez!

La expresión de sus guardaespaldas se volvió fría. Su tarea era proteger a Jiang Sese, ¿cómo podían entregarla tan simplemente? Además, no podían permitir que sufriera ningún daño.

Incluso si la otra parte estaba obviamente preparada...

Tomaron la iniciativa y cogieron a sus oponentes por sorpresa. Sin embargo, sus oponentes pronto contraatacaron con calma.

El guardaespaldas líder se volvió más decidido y, tras derribar a una persona, hizo un gesto a sus hombres.

Los demás lo entendieron e inmediatamente cambiaron su ataque por la defensa, tratando de inmovilizar a sus oponentes.

Mientras tanto, el guardaespaldas principal aprovechó la oportunidad para escoltar a Jiang Sese a la salida.

Dijo Jiang Sese, antes de continuar: “No se lo digas a la familia, especialmente a Fengchen, para no preocuparlos”.

“Lo sé”.

Jin Fengyao asintió. “Sin embargo, cuñada, no salgas durante un tiempo. Si hay algo que necesites hacer, pide a tus subordinados que lo hagan o acude a mí directamente. De lo contrario, si hay una emergencia, no podré explicárselo a Fengchen”.

“De acuerdo”.

Jiang Sese se sentía bastante temerosa, así que aceptó de inmediato.

Al mismo tiempo, en el Hotel Vista Imperial.

Andre miró a los hombres arrodillados en el suelo con cara desencajada y preguntó fríamente: “¿Dónde está?”.

“Fallamos...”.

“¡Tontos incompetentes, ni siquiera pueden invitar a alguien!”.

Enfurecido, Andre levantó los pies y pateó a los hombres que respondieron.

Cuando los demás vieron esto, no pudieron evitar estremecerse.

Andre se enfadó al verlos así, y su cara se puso aún más fea. “¡Fuera de aquí!”.

Al oír esto, el grupo se apresuró inmediatamente a marcharse.

En ese momento, el confidente de Andre se acercó. “Su Alteza, cálmese. Hay buenas noticias del País S. Están listos para actuar”.

La expresión de Andre mejoró al instante y sonrió. “Parece que habrá un buen espectáculo”.

Miró por la ventana y sus ojos eran crueles. “Johanne, asegúrate de disfrutar el regalo que te hice”.