Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1806

Al ver esto, Xu Yingxi se quedó inmóvil. Al segundo siguiente, ¡agarró a Jin Beichen y se lanzó a sus brazos!

Era la única forma que se le ocurrió de escapar sin que Song Zimo sospechara.

“¿Qué haces?”.

Jin Beichen no sabía lo que estaba pasando, así que su tono se volvió frío.

Extendió la mano para apartar a la mujer.

Xu Yingxi le agarró la ropa, bajó la voz y casi suplicó: “Déjame esconderme un rato, solo un momento...”.

Sintió que algo iba mal. Cuando echó un vistazo a la pareja que no estaba lejos, por fin lo comprendió.

Frunció ligeramente el ceño, levantó la mano y abrazó a la mujer con naturalidad.

Xu Yingxi se quedó completamente inmóvil, sin atreverse a moverse ni a decir una palabra.

Mientras se adaptaban, Song Zimo y Yang Qiqi ya estaban cerca.

“Cariño, ¿crees que llevo un niño o una niña?”.

Yang Qiqi no se fijó en ellos y preguntó a Song Zimo con una tierna sonrisa. “¿Prefieres un niño o una niña?”.

Song Zimo le rodeó la cintura con los brazos y dijo cortésmente: “No importa mientras seas la madre”.

“Lo sabía”.

Yang Qiqi quedó muy satisfecha con la respuesta y se echó en sus brazos sonriendo.

Al oír cómo se alejaba el sonido de los dos coqueteando, los puños de Xu Yingxi, que estaban apretados con fuerza, también se relajaron poco a poco.

En una retrospectiva, recordó que también le hizo esta pregunta a Song Zimo en una ocasión.

En aquella ocasión, la respuesta de Song Zimo fue exactamente la misma.

Recordó lo feliz que se sintió cuando escuchó la respuesta. En retrospectiva, se sentía totalmente asqueda ahora.

Xu Yingxi no pudo evitar reírse. “Joven Amo, agradezco tu amabilidad. Sin embargo, te sugiero que dejes de dar consejos sobre relaciones a los demás. No tiene ningún efecto”.

Aunque eso fue lo que dijo, la sonrisa de su cara lo delataba todo.

“Solo estoy exponiendo los hechos. Si quieres seguir siendo estúpida, no tengo nada más que decir”.

Jin Beichen la miró, ligeramente contrariado, y luego dijo: “Espera aquí al conductor. Tengo que irme ya”.

En cuanto terminó de hablar, se dirigió hacia el aparcamiento, sin querer dar a Xu Yingxi la oportunidad de responder.

Xu Yingxi miró fijamente la espalda del hombre e inexplicablemente se sintió un poco divertida. Las emociones negativas que le provocó el encuentro con aquella pareja de tramposos parecían haberse disipado.

Tras esperar unos minutos, llegó el conductor.

Tras regresar a la villa, estaba aburrida, así que llamó a Qin Wanching para verse.

Qin Wanching también estaba aburrida. En cuanto colgó el teléfono, corrió a recogerla.