Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 209

Una vez estaban listos, el chofer de la Familia Jin los llevó al centro comercial. Xiaobao estaba prácticamente saltando de emoción, ya que esta era su primera vez de compras con Jiang Sese.

“Tía Sese, ¿hay algo que quieras comprar?”.

Jiang Sese pensó un momento, pero no se le ocurrió nada.

“¿Y tú, Xiaobao? ¿Quieres algo?”, ella le preguntó, sonriendo.

“Quiero comprarte ropa linda y comida rica”.

El pequeño hablaba con tanta sinceridad que hizo que ella se riera. Ella lo tomó de la mano y caminaron dentro del centro comercial.

Los dos caminaron por un rato sin destino hasta que Xiaobao se detuvo repentinamente. Ella siguió su línea de vista y vio unos trajes a juego que eran para padres e hijos en una ventanilla.

Ella se detuvo para mirarlos también. Xiaobao le tomó la mano y le preguntó alegre: “Tía Sese, ¿por qué no conseguimos atuendos que combinan?”.

Solo miembros de una familia usarían ese tipo de ropa, así que su petición la tomó por sorpresa. Ella, sin embargo, no lo rechazó. Estaba incluso un poco emocionada mientras lo seguía a la tienda.

Ellos tenían en mente un atuendo casual. Se probaron la ropa y encontraron tallas que les quedaban bien. Ella se sabía la talla de Jin Fengchen por un evento escolar de Xiaobao y le compró un atuendo también.

Xiaobao estaba muy contento. “Tía Sese, ¡salgamos a jugar con esta ropa algún día!”.

“Está bien”. Ella se reía, prometiéndole que sí.

Los dos continuaron comprando hasta que recordó los regalos que Jin Fengchen le había dado a ella. Él también había cuidado de ella desde que se conocieron, pero parecía que ella nunca le había regalado nada…

Decidió comprarle un regalo. Xiaobao saltó de alegría cuando escuchó que ella quería comprarle algo a su Papi. “¡Seguramente, Tía Sese quiere a mi Papi!”.

“Tía Sese, ¿qué planeas comprarle a mi Papi?”.

“¡Pues no estoy segura!”.

Se sentía en conflicto. “Si le compró ropa… La ropa en este centro comercial es demasiado cara. Hasta donde yo sé, la ropa de Jin Fengchen es toda hecha a la medida. ¿No sería incómodo si le compro algo que no le quede bien? ¿Qué debería comprarle en su lugar?”.

De repente, ella escuchó a Xiaobao decir: “Tía Sese, ¿qué tal si le compras una corbata? Las protagonistas en TV siempre les compran corbatas a los protagonistas, ¿cierto? De esa manera los pueden atrapar más fácilmente”.

“Amor, ¿qué clase de programas de TV estás viendo?”, Jiang Sese le dijo muerta de risa.

Pero, al pensarlo dos veces, su idea era muy buena.

Caminaron a la sección de corbatas. Había tantas corbatas que Jiang Sese quedó mareada. Ella no tenía mucha experiencia escogiendo regalos para el sexo opuesto, así que le pidió ayuda a una asistente.

Finalmente, después de recorrer el área, escogió una corbata de color negro pálido. Justo cuando iba a tomarla para mirarla más de cerca, una mano apareció de la nada y se la llevó.

“Asistente de compras, por favor empaque esto para mí”.

La voz se le hacía familiar, lo que causó que Jiang Sese se diera la vuelta, y vio a una conocida.

Era Han Jing.

Ella lucía un vestido rojo. Con un maquillaje muy pesado y el bolso más reciente de LV, era la mismísima imagen de la arrogancia.

Jiang Sese no la había visto desde que fue despedida. No pudo evitar fruncir el ceño, ya que le había arrebatado la corbata de sus manos. “Yo la vi primero…”.

“Dios mío, eres tú, ¡Jiang Sese! Qué coincidencia”. Han Jing estaba sonriendo, pero su tono era raro y sugestivo.

Han Jing empujó al niño causando que este perdiera el balance y se cayera al piso.

“¡Xiaobao!”.

La mirada de Jiang Sese se oscureció peligrosamente. Se salió del agarre de Han Jing y fue a ayudar a Xiaobao.

“¿Estás bien?”.

Xiaobao asintió. Miró a Han Jing con una expresión cautelosa y dijo: “Tía Sese, ¡no te preocupes! Estoy bien”.

Han Jing cruzó los brazos y retorció su cara en burla.

“Jiang Sese, ¿tienes tanto miedo que otros sepan tu secreto que no permites que tu propio hijo te llame ‘Mamá’? Me das asco. Tu hijo es igual de mal educado que tú”.

Jiang Sese estaba tan furiosa que emanaba un aura fría. Sin decir otra palabra, ella se levantó y le dio una cachetada en la cara.

“Jiang Sese, tú…”.

Ella sabía que Jiang Sese estaría tan enojada que querría pegarle, pero este momento igual la tomó desprevenida. Casi explotó por la ira. Su cara se torció en una expresión malvada.

“Han Jing, yo no quería discutir contigo. ¡Te has pasado de la raya! ¿Quién crees que eres para decir comentarios estúpidos sobre mi hijo y yo? ¡Ocúpate de tus asuntos!”.

Han Jing estaba fuera de sí con ira. Ella levantó su mano para pegarle a Jiang Sese, pero esta estaba preparada y le agarró la muñeca en el aire.

“Han Jing, como me has tratado de golpearme, no me culpes por ser grosera”. Jiang Sese tiró su mano a un lado.

Su acción casi tumbó a Han Jing, que estaba usando tacones.