Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 213

Jiang Sese se sintió avergonzada al escuchar a Jin Fengayo llamarla ‘Cuñada’”.

“Pero no puedo simplemente vivir aquí. No sería apropiado…”.

“¿Qué es inapropiado? Solo es una cuestión de tiempo antes de que te cases con mi hermano y tendrás que mudarte del todo eventualmente”.

Xiaobao asintió. “Tía Sese, mi tío tiene razón”.

Escuchando esto, Jiang Sese casi se ahoga. “¿Casarme con su hermano? ¿¡De dónde había sacado esa idea?!”. Al final, solo pudo acudir a Jin Fengchen para que la ayudara.

Apretó los labios y después dijo: “Fengyao y Xiaobao tienen razón”. Él había trabajado duro para conseguir que Jiang Sese se mudara con ellos. Lo último que quería era que se fuera fácilmente.

Ahora mismo, Jiang Sese sentía como si hubiera entrado en una cueva de lobos y no dijo nada más. Tal vez, en el fondo, ella tampoco quería irse.

Después de cenar, todos se sentaron en el sofá y charlaron por un rato. Jiang Sese luego se llevó a Xiaobao para darle un baño.

Como ella no se mudaría, el pequeño no podía estar más contento.

“Tía Sese, ¿puedes dormir en mi cuarto esta noche?”.

“Claro”. Asintió ella.

“Pero tengo que ir a mi cuarto a ducharme primero. Xiaobao, solo esperarme aquí un momento”.

Xiaobao asintió obedientemente. Él la observó con una mirada traviesa en sus ojos.

Jiang Sese regresó a su cuarto y tomó una ducha. Después de secarse el pelo, regresó al cuarto de Xiaobao. Sin embargo, cuando regresó vio que Xiaobao no era el único en la cama, Jin Fengchen estaba con él, ella quedó atolondrada.

Jin Fengchen levantó sus cejas levemente cuando la vio.

“Tía Sese, ven. Tú duerme en la izquierda. Yo en el medio. Papi está a mi derecha”, dijo Xiaobao emocionado.

Jiang Sese estaba sorprendida.

“Bueno… Xiaobao, creo que dormiré en mi propio cuarto. Tu padre te hará compañía esta noche”.

Jiang Sese pensaba que era demasiado extraño compartir una cama con Jin Fengchen.

Al escuchar esto, Xiaobao salió de su cama rápidamente y le agarró la mano. El pequeño dijo con una voz gentil: “¡No te vayas! Tía Sese, es solo una noche. ¡Yo no sé que es dormir con tu papá y mamá!”.

Xiaobao bajó la mirada cuando lo dijo usando un tono suplicante, Jiang Sese sintió que su corazón se derretía.

“Esto…”. ¡Ella no podía decirle que no! Además, el pequeño prácticamente la había llamado mamá, haciendo más difícil que lo rechazara.

“Pero… Xiaobao…”.

“Tía Sese, prometiste que ibas a dormir en mi cuarto esta noche. ¿Por qué te preocupas? Solo es una noche. ¿Acaso no me quieres? ¿O es mi Papi? ¿Por qué no quieres dormir con nosotros?”.

Escuchando esas palabras, no sabía cómo responderle. No era como si no quisiera a Xiaobao o Jin Fengchen, de hecho… Pero la idea de ellos compartiendo una cama se le hacía demasiado extraña.

Xiaobao bostezó y sonaba cansado.

“Tía Sese, no te preocupes. Ya es tarde. ¡Vamos a dormir!”. Después Xiaobao la arrastró a la cama.

Era imposible decirle que no ahora, no tuvo otra alternativa que acostarse al lado de Xiaobao.

Ella no pudo evitar mirar a Jin Fengchen, quien la miró al mismo tiempo con una sonrisa en su cara. Le daba una apariencia gentil a su rostro guapo.

Ella se sintió nerviosa cuando sus ojos se encontraron y se recostó rápidamente.

Ella trató de calmarse, convenciéndose que era una simple pijamada. ¡Además con Xiaobao en medio nada podría ocurrir entre ellos! “Jiang Sese, no lo pienses tanto”.

Con Jiang Sese de un lado y Jin Fengchen del otro Xiaobao estaba en las nubes de la felicidad.

En la planta baja, Xiaobao estaba desayunando en el comedor. Los saludó con una sonrisa. “Buenos días, ¡Tía Sese, Papi!”.

“¡Buenos días, Xiaobao!”.

“Tía Sese, ¿por qué tienes los cachetes rojos?”, Xiaobao le preguntó después de estudiar su cara.

Al escuchar esto, ella bajó la cabeza, sintiéndose avergonzada y culpable.

“¿Lo están? No creo…”.

Jin Fengchen sonrió un poco. Fue un desayuno armonioso.

Después de desayunar, Jiang Sese sugirió regresar a trabajar el día de hoy.

“¿Tus heridas ya se curaron?”, preguntó Jin Fengchen. No le gustaba la idea de que ella regresara a trabajar y le gustaría que descansara un poco más.

“Ya han pasado varios días. Claro que se han curado. ¡Además, no hay nada que hacer aquí y mi oficina me necesita!”.

Jin Fengchen no la pudo convencer, así que finalmente, tuvo que llevarla a su oficina.

…

Después que regresó a la oficina, Xu Na, Su Shan y otras personas preguntaron por su salud. Les dijo que ella estaba casi recuperada del todo y que no se tenían que preocupar por ella.

Durante el día de trabajo, Xu Na le preguntó de manera entrometida: “Hermana Sese, ¿el Sr. Jin la ha atendido bien estos días? ¿Cómo va su relación? ¿Ya lo hicieron?”.

“No, no lo hemos hecho. Deja de inventar locuras”. Jiang Sese se sonrojó un poco.

“Jeje. Por cierto, Hermana Sese, mañana es el Festival del Doble Siete. ¿Tiene algún plan con el Sr. Jin?”, preguntó Xu Na.