Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 29

Shen Mubai, que estaba sentado en el sofá, comenzaba a marearse al ver la silueta caminando de arriba hacia abajo. No pudo evitar decir: "Oye, Segundo Joven Amo, ¿no puedes detenerte un poco?"

Jin Fengyao replicó: "¡No! ¡Estoy muy preocupado! Eres el psicólogo de Xiaobao, ¿cómo puedes sentarte ahí? ¿Qué pasa si algo le pasa a Xiaobao?"

Shen Mubai estaba tan indefenso como él. "Lo viste tú mismo. Traté de hablar con él, pero no sirve de nada".

"¡Eres inútil!" Jin Fengyao estaba enojado porque Shen Mubai no podía cumplir con sus expectativas. Se volvió hacia el ama de llaves que estaba a su lado y le preguntó: "No les informaste a mamá y papá sobre esto, ¿verdad?"

El ama de llaves respondió respetuosamente: "Todavía no".

"Bueno." Jin Fengyao exhaló un suspiro de alivio, sintiéndose melancólico.

Xiaobao hizo una rabieta mientras estaba bajo su cuidado. Si sus padres se enteraran, probablemente lo matarían.

¡El solo pensarlo lo aterrorizaba!

En ese momento, el sonido familiar de un motor rugiendo resonó fuera de la puerta. El ama de llaves se llenó de alegría. "Segundo Joven Amo, el Primer Joven Amo ha vuelto".

Jin Fengyao salió corriendo en el momento en que escuchó el sonido afuera. Como si hubiera visto a su salvador, corrió hacia su hermano con los ojos llorosos. "¡Hermano, finalmente has vuelto! Rápido, ve a ver a Xiaobao".

Jin Fengchen lo apartó con desdén y luego preguntó solemnemente: "¿Qué pasó exactamente aquí? ¿Está Mubai aquí?"

"Llegué aquí hace siglos".

Shen Mubai estaba de pie frente a la puerta, pero sus ojos estaban puestos en la mujer que emergía del asiento del pasajero: Jiang Sese.

Jin Fengyao finalmente también la notó. Dijo alegremente: "Usted también está aquí, señorita Jiang".

Jiang Sese asintió, sin molestarse con los saludos. Estaba preocupada por Xiaobao y su impaciencia ardía dentro de ella. "¿Dónde está Xiaobao?"

Jin Fengchen dijo: "Te llevaré allá". Luego, sin darle espacio para protestar, la agarró de la mano.

La urgencia de sus circunstancias hizo que Jiang Sese descuidara este detalle. Dejó que Jin Fengchen la tomara de la mano y la llevara escaleras arriba.

Muy pronto, los dos estaban frente a la puerta del dormitorio de Xiaobao.

El interior era muy ruidoso. A veces, sonaba el sonido de cosas arrojadas al suelo. El corazón de Jiang Sese latía salvajemente por el miedo.

Miró nerviosamente a Jin Fengchen. "¿Qué debemos hacer?"

"Que no cunda el pánico." Jin Fengchen la consoló. Luego levantó la mano y llamó a la puerta. "Xiaobao, abre la puerta".

La persona dentro de la habitación pareció quedarse en silencio por un momento después de escuchar su voz, pero luego el sonido de cosas chocando se hizo aún más fuerte.

"Oh Dios. Si sigue así, podría lastimarse. ¿Qué debemos hacer entonces?"

Se escuchó la voz ansiosa de Jin Fengyao. Los había seguido arriba.

El rostro de Jin Fengchen no tenía expresión. Él no respondió y siguió llamando a la puerta. "Xiaobao, soy papá. Abre la puerta. Lo que sea que te moleste, dime. ¡Sé bueno y no tires las cosas!"

Sin embargo, Xiaobao ignoró a su padre por completo.

¡No le mostró ninguna cara!

Jiang Sese ya no pudo controlar su ansiedad. Ella también comenzó a tocar la puerta y le dijo a la persona indefensa que estaba adentro: "Xiaobao, soy la tía Sese. ¿Qué te pasó? ¿Puedes abrir la puerta, por favor? La tía Sese está aquí para verte".

El ruido dentro de la habitación se detuvo repentinamente. Se hizo el silencio.

Cuando Jin Fengyao vio cuán efectivas eran las palabras de Jiang Sese, la miró con admiración.

Antes, él y Shen Mubai habían pasado horas tratando de hablar con Xiaobao, pero el niño ni siquiera les prestó atención. Su torrente de palabras no fue rival para una oración de Jiang Sese.

Después de un tiempo, Jiang Sese finalmente llegó a la ventana. Ni siquiera estabilizó su pie en el balcón antes de correr a la habitación.

Cuando entró, lo que la recibió fue un completo desastre. Se habían tirado cosas al suelo por todas partes. Las sillas se volcaron. También hubo daños diversos. En pocas palabras, fue un caos.

El miedo creció mientras lo asimilaba todo.

Si no hubiera visto a esta persona, nunca podría imaginar cómo un chico dulce y gentil como Xiaobao podría causar tanto daño.

Antes de que pudiera pensar mucho en eso, vio a Xiaobao en una esquina, acurrucado en una bola.

El pequeño estaba tirado en el suelo, con la mirada desenfocada. Él la miraba sin comprender.

El corazón de Jiang Sese se apretó. Su dolor no tenía palabras.

Este era un niño que todavía estaba felizmente corriendo hace unas horas. ¿Cómo se volvió así?

Si lo hubiera sabido antes, nunca hubiese huido.

Destrozada por la culpa, inmediatamente rodeó el desorden en el suelo y llegó frente a él. Ella lo levantó y lo abrazó.

En sus brazos seguía teniendo el mismo cuerpo suave y cómodo, pero esta vez, la temperatura del niño estaba aterradoramente baja.

Sólo ahora se dio cuenta de lo frío que estaba el aire acondicionado.

Jin Fengchen también se dio cuenta de esto. Lo primero que hizo fue apagarlo.

Jiang Sese llevó a Xiaobao a la cama. Mientras lo revisaba en busca de heridas, levantó la colcha y lo envolvió con ella.

Solo así, Xiaobao inmóvil le permitió preocuparse por él.