Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 303

Jiang Sese estaba enseñando pacientemente a Xiaobao a dibujar, y no pareció darse cuenta de que alguien había entrado en la habitación.

"Ahora vamos a colorear el sol".

Estaba ocupada buscando un lápiz de acuarela adecuado para Xiaobao, mientras que el niño pequeño, que estaba sentado a su lado, giró inconscientemente la cabeza para mirar hacia atrás. Casi saltó del susto cuando vio al hombre de pie detrás de ellos. "Papi, ¿por qué estás aquí?".

Al oír esto, Jiang Sese se apresuró a girar la cabeza para mirar, solo para ver a Jin Fengchen sonriéndoles suavemente.

"¿Cuándo entraste?", preguntó ella.

"Hace un rato".

Jiang Sese frunció el ceño. "¿Por qué no dijiste nada?".

Jin Fengchen sonrió y contestó: "Estaban muy serios y no quería molestarlos".

Sobre todo porque la visión de los dos dibujando juntos, una figura grande acurrucada junto a otra más pequeña, era tan dulce y conmovedora. Simplemente no podía soportar destruirlo.

"¡Papi, mira! Mami me ha enseñado a dibujar esto".

Xiaobao levantó su dibujo medio completo y lo presentó ante Jin Fengchen como si fuera un tesoro.

Era un dibujo de un campo, con tres individuos de pie en él, dos adultos y un niño. El niño sostenía la mano de uno de ellos, y todos tenían grandes sonrisas pintadas en sus rostros.

La mirada de Jin Fengchen fue tan cálida por un momento que casi se le salieron las lágrimas.

"¿Somos nosotros?", preguntó Jin Fengchen.

"Sí". Xiaobao asintió con fuerza, luego señaló a las personas del dibujo y explicó: "Este es papi, esta es mami y este soy yo".

"Has hecho un gran trabajo".

Al escuchar los elogios que había recibido, Xiaobao sonrió tanto que sus ojos formaron dos hermosas medias lunas.

"Papi, mami dijo que el nombre de este dibujo es ‘Una familia bendecida’".

Cuando escuchó que Xiaobao la citaba, la cara de Jiang Sese enrojeció inmediatamente. Enfadada, intentó explicarse a toda prisa: "No sabía que Xiaobao estaba haciendo un dibujo de nosotros, por eso...".

Ver su intento de explicarse sin éxito y con una expresión de fastidio en su rostro hizo que Jin Fengchen perdiera el control por un segundo y se riera a carcajadas. "Sese, ¿quieres decir que no crees que seamos una familia bendecida?".

"Yo... en realidad...". Jiang Sese se quedó boquiabierta al saber por qué intentaba explicar algo en primer lugar.

"¡Esto es un desastre!".

"¿Crees que eso no es cierto?". Jin Fengchen fijó su mirada en ella y la miró fijamente a los ojos.

Jiang Sese asintió suavemente.

Jin Fengchen le puso la mano en la coronilla y le alborotó ligeramente el pelo. Con voz suave dijo: "Sese, tanto Xiaobao como yo estamos aquí, así que todo es cierto".

"Lo sé".

Simplemente sintió que la felicidad que estaban experimentando ahora no era real, como si pudiera desvanecerse en cualquier momento si se descuidaban.

Xiaobao saltó a sus brazos y dijo: "Mami, papi y yo siempre estaremos a tu lado".

Jiang Sese le abrazó y empezó a sonreír. "Mamá también estará siempre a tu lado".

Su intimidad hizo que los ojos de Jin Fengchen se desbordaran de ternura, y su sonrisa se ampliara de amor.

...

Después de engatusar a Xiaobao para que se durmiera, Jiang Sese fue al estudio.

Jin Fengchen, que seguía ocupado con su trabajo, oyó sus pasos y levantó la vista para verla. Sus labios se curvaron en una sonrisa mientras preguntaba: "¿Está Xiaobao dormido?".

"Sí". Jiang Sese se acercó y se recostó en el sillón, luego levantó la cabeza para mirarlo.

Al ver esto, Jin Fengchen simplemente dejó su trabajo y dirigió su mirada hacia ella. "¿Tu padre vino aquí hoy?".

Ella asintió.

"¿Te han puesto las cosas difíciles?".

Jiang Sese levantó las cejas y contestó: "Lo hicieron, pero le di a Shen Shulan dos fuertes bofetadas en la cara y eso realmente dejó salir algunos de mis sentimientos reprimidos. Es que ahora me duele la mano".

Jin Fengchen se levantó y se acercó a su lado, luego se puso en cuclillas y examinó cuidadosamente su mano. Después, la miró y le dedicó una sonrisa reconfortante, diciendo: "La próxima vez, déjale esas cosas a los ayudantes. No hace falta que lo hagas tú".

"Esas cosas es mejor que las haga yo misma para descargar la ira".

Jiang Sese respondió mientras jugaba con sus propios dedos.

Los dos se quedaron en silencio.