Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 321

Como las cosas ya habían llegado a esto, lo más importante en este momento era mantener a Jiang Nuannuan calmada. No podía dejar que revelara nada, o se acabaría todo.

Así, Su Qingyin cambió su tono de voz. De forma agradable, dijo: "Nuannuan, en realidad lo hice porque no tenía otra opción".

"¿No tenías opción?".

Desde el otro extremo de la línea llegó la mueca de Jiang Nuannuan. "¡Yo diría que solo querías apartar toda la culpa de ti misma!".

"Nuannuan, ¿cómo puedes pensar que soy una persona así? Estamos en el mismo barco, así que no importa quién se meta en problemas, el otro no saldrá ileso".

Esta vez, Jiang Nuannuan permaneció en silencio.

Su Qingyin continuó: "Piénsalo. Si me atrapan, seguro que también les daré tu nombre. Así que, para asegurarme, le mentí a ese tipo y le dije que era Jiang Nuannuan. Así, ¿no nos protegería a los dos?".

Jiang Nuannuan frunció las cejas. Al decirlo así, sus palabras parecían tener sentido.

Sin embargo, dijo: "Más vale que sea así. No recurras a ninguna otra intención, o de lo contrario ninguna de las dos lo tendrá fácil".

"Relájate, soy más consciente de lo que está en juego en este asunto que tú. ¿Por qué iba a albergar otras intenciones?".

"Entonces confiaré en ti por el momento".

Jiang Nuannuan colgó. Su Qingyin se quitó el teléfono de la oreja y lo apretó con fuerza en su puño, con una expresión oscura y tormentosa.

Dado el poder de la Familia Jin, pronto llegarían a la verdad de las cosas.

Tenía que abandonar el país antes de que eso ocurriera.

Por lo tanto, hizo una llamada telefónica. "Ziheng...".

...

Tras descubrir la visita de Lu Zheng, la expresión de Jin Fengchen cambió sutilmente. Sus oscuras pupilas se fijaron en Jiang Sese.

Jiang Sese pudo saber inmediatamente lo que estaba pensando. Después de todo, lo conocía desde hacía mucho tiempo.

Sin embargo, fingió ignorancia y dijo intencionadamente: "Sénior es muy bueno conmigo. Sabe que estoy aburrida, así que me ha dado trabajo".

Los ojos de Jin Fengchen se entrecerraron ligeramente. Con voz tranquila, preguntó: "¿Es mejor que yo?".

Jiang Sese levantó las cejas. "¿Tú qué crees?".

La expresión de ella parecía decir que sí pensaba que Lu Zheng era mejor que él.

Jin Fengchen se alteró de inmediato. Su voz bajó una octava más o menos mientras la advertía. "Jiang Sese, cada vez eres más atrevida".

Al escuchar sus palabras, Jiang Sese sonrió alegremente. "¿No es porque me mimas?".

Luego continuó: "Eres mejor que Sénior. En mi corazón, eres el mejor".

Jin Fengchen comprendió al instante que se había burlado de él a propósito.

No pudo evitar soltar una carcajada. "¿Sientes una sensación de logro al ver que me pongo celoso por ti?".

"Hm...". Jiang Sese no lo estaba pensando seriamente. "En realidad, no es tanto una sensación de logro, solo pienso que eres muy lindo cuando haces eso".

Solo en un momento así, un hombre que normalmente era severo y frío revelaba una expresión que solo tendría una persona normal. ¡Era realmente adorable!

Jin Fengchen frunció el ceño, molesto. "No me describas con un término así".

Pero, por supuesto, Jiang Sese no iba a escucharle.

"¡Eres tan lindo, lindo, lindo!". Incluso repitió las palabras varias veces a propósito, sonriendo hasta que sus ojos formaron finas líneas.

"¡Tú!".

Jin Fengchen se sintió divertido y algo enojado, pero al ver su comportamiento infantil mejoró su estado de ánimo.

Gu Nian se quedó en la puerta, sin entrar ni salir de la sala. No podía soportar interrumpir la dichosa escena del Presidente y la Joven Señora Jiang.

Sin embargo, aún tenía el deber de informar sobre asuntos de trabajo.

Por ello, se armó de valor y se obligó a llamar a la puerta.

Cuando Jiang Sese oyó el golpe, contuvo instantáneamente su sonrisa y se volvió para mirar en dirección a la puerta, solo para ver a Gu Nian mirándoles torpemente.

Ella estuvo a punto de volver a sonreír, pero logró controlarlo. Con voz seria, Jiang Sese le dijo a Jin Fengchen: "Adelante".

"Espérame".

"De acuerdo".

Jin Fengchen le acarició el pelo y se dio la vuelta para salir, cerrando la puerta tras de sí.

Jiang Sese no dejó de mirar la puerta cerrada durante un rato. Lentamente, empezó a apartar los ojos de ella, y no pudo evitar reírse.