Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 384

Song Qingwan estaba haciendo su turno en el hospital. Sin embargo, no pudo evitar pensar en lo que Jin Fengyao había dicho antes. Tuvo un poco de miedo y observó su entorno, pero no vio nada.

Cuando por fin llegó al final de su turno, Song Qingwan arrastró su cansado cuerpo con la intención de regresar a casa, pero en su camino sintió que alguien la seguía. Sin embargo, no estaba segura de ello y solo pudo darse la vuelta para mirar ansiosamente detrás de ella.

Al mismo tiempo, sin embargo, también tenía miedo de que realmente hubiera alguien siguiéndola; por lo tanto, solo podía acelerar su paso y detenerse de vez en cuando para sentir si escuchaba el sonido de pasos detrás de ella.

Era increíble que la calle en la que se encontraba fuera extremadamente silenciosa. Parecía que Song Qingwan se estaba preocupando demasiado por nada.

Cuando regresó a casa, Song Qingwan pensó detenidamente en lo que había sucedido en el camino de vuelta. De alguna manera, parecía que estaba pensando demasiado en las cosas.

"Tal vez lo estaba pensando demasiado", pensó Song Qingwan para sí misma.

Por ello, dejó de lado el asunto y se fue a ver su drama.

En ese momento, Jin Fengchen y un grupo de personas discutían sus planes para manejar la situación en la sala de conferencias.

Jin Fengchen estaba sentado en la cabecera de la mesa y los observó. Luego golpeó suavemente la mesa y procedió a decir: "No sabemos quiénes son los enemigos, pero ellos saben quiénes somos nosotros, así que es como si estuviéramos sentados pasivamente esperando a que ataquen. ¿Tienes alguna idea de cómo hacer salir a esos dos mercenarios?".

Solo exponiendo a los mercenarios serían capaces de empujar al Grupo Stephen a un estado de frenesí. No serían capaces de adivinar las intenciones de Jin Fengchen, y las cosas serían mucho más fáciles de manejar entonces.

Además, una vez expuestos los mercenarios, podrían utilizarlos para amenazarlos. Sería aún mejor si pudieran hacerlos hablar, pero incluso si no pudieran, podrían convertirse en los que estuvieran en el lado ofensivo.

En cualquier caso, sería definitivamente beneficioso para ellos.

"Eso es fácil. Los atraeré, ya que parece que me tienen como objetivo. Todo lo que tengo que hacer es manipular un poco las cosas y dejarlos entrar, y estará hecho". Jin Fengyao habló inmediatamente una vez que escuchó la pregunta de su hermano.

Inesperadamente, Jin Fengchen rechazó su sugerencia de inmediato. "No, tu pierna aún no se ha recuperado del todo. Si realmente acabas siendo atrapado por ellos, me temo que ni siquiera podrás salir con vida. Además, su objetivo eres tú. ¿No estarías cayendo en su trampa?".

Jin Fengyao no lo pensó mucho y respondió: "Eso es fácil. Puedes desplegar el personal necesario para que no tengan ningún lugar al que escapar".

"Si no sale según el plan, no podré soportar las consecuencias". El dolor en la voz de Jin Fengchen era evidente cuando dijo esto.

Justo en ese momento, Bai Li y He Shuhan, que estaban a un lado, dijeron rápidamente: "Joven Amo, tal vez podríamos ir nosotros en su lugar. Si nos disfrazamos del Segundo Joven Amo, podremos atraparlos y no habrá mucho problema".

Inicialmente, habían pensado que Jin Fengchen aceptaría el plan porque, después de todo, garantizaba la seguridad de Jin Fengyao. Sin embargo, se quedó callado tras escucharlo.

Le conmovía que se ofrecieran para una tarea tan peligrosa, pero no podía garantizar que saliera bien. Aunque fueran ellos, no podía permitir que les pasara nada.

Jin Fengyao se apresuró a intentar detenerlos. "No, no, ¿cómo podrían disfrazarse de mí? Nuestras proporciones corporales no son las mismas, así que será obvio a simple vista. Será mejor que vaya yo".

Bai Li dijo rápidamente: "No esté tan seguro. En ese momento, todo lo que tengo que hacer es mostrar mi cara un poco sin hacer mucho. No creo que se den cuenta de nada".

"Los estás subestimando demasiado. Es fácil darse cuenta de que esos mercenarios son espíritus malignos a simple vista. No hay duda de que no se dejarán engañar por tu disfraz. Cuando se den cuenta de que algo no anda bien, no se lo creerán en absoluto. Eso solo hará más difícil controlar la situación", replicó Jin Fengyao.

Lo que había dicho era cierto. Si Ji Chen había enviado a esos dos mercenarios allí, debían tener ciertas fortalezas. Era poco probable que una táctica engañosa promedio funcione bien contra ellos.

Además, si pudieron convertirse en mercenarios en primer lugar, su capacidad para identificar a la gente y distinguirla tenía que ser bastante buena. Si realmente iban disfrazados, los mercenarios serían capaces de distinguirlos a un vistazo.

Bai Li asintió. "No se preocupe, Joven Amo. Déjelo en mis manos. Les daré instrucciones claras a seguir".

A decir verdad, Jin Fengchen siempre se había sentido muy a gusto cuando le confiaba trabajo a Bai Li. La única razón por la que estaba extra preocupado era porque la situación actual estaba relacionada con Jin Fengyao.

Después de todo, era su querido hermano. Si algo le ocurriera realmente, Jin Fengchen sería definitivamente incapaz de soportarlo. Por supuesto, Bai Li lo entendía, y por eso se preocupó de darle instrucciones claras a sus hombres cuando regresara.

Jin Fengyao pensó que el plan de su hermano mayor era bastante decente y lo elogió sin contenerse. "Este plan suena bastante bien, como se esperaba de mi hermano mayor".

Después de discutir los detalles del plan durante un rato, ambos se fueron por caminos distintos.

Antes de marcharse, Jin Fengchen le dijo a Jin Fengyao: "Vuelve y prepárate. Tienes que asegurarte de que tu sistema de seguridad no será dañado por los mercenarios".

No quería que el plan acabara siendo un fracaso y les hiciera sufrir una pérdida aún mayor.

Después de regresar a casa, Jin Fengyao pensó de repente en Song Qingwan y se dio cuenta de que si ella aparecía de repente en medio del plan, las cosas se complicarían. Por ello, le hizo una llamada rápidamente.

"¿Qué pasa?". Song Qingwan estaba bastante desconcertada cuando contestó.

"No tienes que venir hoy. Si no hay mucho que hacer en estos dos días, tampoco tienes que venir. Te pagaré igualmente, pero no vengas".

Aunque estaba perpleja, cuando escuchó que le pagarían de todos modos, su mal genio se desvaneció. Respondió directamente: "Entiendo".