Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 408

Shen Shulan estaba igual de sorprendida después de escuchar esto; no esperaba un contratiempo en un momento tan importante.

Estaba llena de odio hacia el difunto abuelo de Jiang Sese. En aquel entonces, lo había arriesgado todo para casarse con Jiang Zhen creyendo que toda la empresa era suya.

¿No significaba esto que habían estado trabajando para Jiang Sese todo el tiempo?

"¿Por qué no me has dicho algo tan importante? Muy bien, Jiang Zhen. ¡Resulta que no eres dueño de nada! ¡Hiciste que una doncella como yo se casara contigo por nada!", dijo Shen Shulan enfadada.

Sentía que Jiang Zhen la había tomado por tonta e incluso la había hecho dar a luz a su hijo. Solo pensarlo la llenaba de indignación.

Jiang Zhen no pudo defenderse de sus críticas.

"Solo me enteré de esto después. ¿Por qué me gritas? ¿Crees que no he tratado de idear contramedidas? Pero no tengo acceso al testamento del viejo en absoluto. ¿Qué puedo hacer?".

Encendió un cigarrillo y le habló con un tono plácido.

Años atrás, había hecho que Jiang Sese firmara la renuncia a las acciones de su empresa antes de echarla de casa; sin embargo, esas acciones solo eran suyas en su calidad de nieta de la familia Jiang.

Cuando su viejo aún vivía, era el mayor accionista del Grupo Jiang, y esas acciones eran de Jiang Sese en ese momento. Ni siquiera podían hacer el traspaso hasta encontrar el testamento.

Cuando Jiang Zhen se enteró de esto, nunca pensó que el Grupo Jiang terminaría así.

Las palabras de Jiang Zhen hicieron que fuera aún más difícil para Shen Shulan aceptar su destino. Se quejó: "¡La culpa es tuya por ser tan inútil que tu padre prefirió darle sus acciones a su nieta después de su muerte! ¿Qué clase de hijo eres?".

Su queja hizo que el corazón de Jiang Zhen se enfriara y replicó con impaciencia: "¡Ya basta! ¿Qué sentido tiene culparme? Si tú y tu hija no hubieran sido tan despiadadas con ella, ¿habría ocurrido esto?".

"Papá, ¿qué debemos hacer ahora? Si ni siquiera el hecho de rogarle ha funcionado, ¿no significa que estamos...?", dijo Jiang Nuannuan en voz baja.

Lan Sichen no se casaría con ella a menos que hiciera la fusión. Ella no quería perderlo todo después de trabajar duro durante tanto tiempo.

"Déjame pensar", dijo Jiang Zhen frotándose las sienes doloridas.

Shen Shulan estaba enfadada y exasperada por la actitud actual de Jiang Zhen. Esa mujer seguía siendo su némesis incluso después de haber abandonado la familia Jiang.

Al final, rechinó los dientes y dijo: "¿Qué hay que pensar? Ya la hemos echado. ¿Cómo puede heredar la fortuna de la familia?".

"Podríamos ser francos y decirle que nos devuelva las acciones".

Jiang Nuannuan repitió inmediatamente las palabras de su madre. "¡Eso mismo! Papá, mamá tiene razón. Ella fue eliminada del registro de nuestra familia hace mucho tiempo, así que no tiene ningún derecho a heredar la propiedad del abuelo".

Sintiendo las miradas de la pareja de madre e hija, Jiang Zhen levantó la cabeza y las miró. "Hablen con ella si quieren. No quiero avergonzarme de nuevo".

Se marchó sin más. Shen Shulan lo vio marcharse y dijo con resentimiento: "¡No me habría casado con él si hubiera sabido que no poseía ninguna de las acciones del Grupo Jiang!".

Jiang Nuannuan se impacientó un poco después de escuchar lo que dijo su madre. "Ya basta. Mamá, ahora no es el momento de quejarse. Date prisa y piensa en una forma de hablar con esa mujer. Mi felicidad es lo más importante ahora mismo".

Al ver la expresión de su hija, Shen Shulan suavizó su tono y la abrazó por los hombros. "Nuannuan, no te preocupes. Te prometo que haré que Jiang Sese te devuelva las partes que te corresponden".

El Grupo Lan.

Jiang Nuannuan armó un alboroto después de ser detenida por los guardias en el vestíbulo del edificio del Grupo Lan.

Lan Sichen la observó saltando como un payaso desde su oficina en el piso de arriba y se burló.

"Ja. Qué mujer tan estúpida. Se lo toma tan en serio cuando solo estoy jugando con ella".

Si Jiang Zhen no la hubiera consentido tanto antes, Lan Sichen no habría elegido una hija ilegítima.

"Bienvenida, señorita Jiang. El presidente Lan la espera dentro".

La voz del asistente de Lan Sichen sacó a Jiang Nuannuan de sus pensamientos.

Se ajustó la ropa antes de entrar en el despacho con orgullo.

Lan Sichen estaba sentado en el sofá mientras disfrutaba de la música.

Ella se exasperó al verlo así.

"Sí que estás de buen humor. Lan Sichen, nunca pensé que fueras tan despiadado. ¿No sabes que estoy embarazada de tu hijo?".

Lan Sichen giró la cabeza y miró a Jiang Nuannuan. Fingiendo inocencia, él preguntó: "¿Qué has dicho?".

"¡Ja! Deja de actuar. Le ordenaste a tu subordinado que me detuviera en el vestíbulo porque no querías verme. ¿Así es como tratas a tu invitada?".

Jiang Nuannuan se levantó la manga para mostrar varias marcas rojas en su piel. Era evidente la fuerza que los guardias habían empleado al detenerla antes.

"No me eches la culpa de eso", dijo Lan Sichen con asombro. "Ya sabes con cuántas mujeres desconocidas tengo que tratar cada día. Mis subordinados solo hacen su trabajo".

"Además, no sé si eres mi invitada. Dime, ¿por qué has venido hoy aquí?".

"Estoy aquí para decirte que si quieres fusionar el Grupo Lan y el Grupo Jiang, tendrás que ayudarme. Ahora mismo, el mayor accionista del Grupo Jiang es Jiang Sese", dijo Jiang Nuannuan.

"Si consigues sus acciones, podrás fusionar nuestras empresas", continuó ella con rotundidad.

"¿Qué? ¿Qué está pasando?". Lan Sichen frunció el ceño.