Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 550

En un abrir y cerrar de ojos, la niña había corrido hacia ella.

Jiang Sese se agachó apresuradamente para atraparla, pues temía que se cayera.

Una vez que la niña se mantuvo en pie, Jiang Sese deslizó con ternura un dedo doblado por su nariz.

"Corres muy rápido, pequeña. ¿No tienes miedo de caerte?".

La niña se acurrucó en los brazos de Jiang Sese. Al escuchar estas palabras, soltó una risita.

Agarrada al cuello de Jiang Sese con fuerza, frotó su cabeza contra él y dijo dulcemente: "No tengo miedo, no tengo miedo. Mami me va a atrapar".

Aunque no podía hablar con claridad, su lenguaje corporal expresaba mucho.

Sus ojos negros se movían con descaro. No tenía miedo porque sabía que había alguien que la apoyaba, y su actuación lo demostraba brillantemente.

Jiang Sese sacudió la cabeza con una sonrisa.

Extendió una mano y quitó suavemente el polvo del cuerpo de la niña, y luego la cargó.

Hizo lo posible por mantener una expresión estricta, pues quería darle una lección.

"Te has vuelto a portar mal. Incluso con mami aquí, no puedes correr tan rápido. ¿Y si te caes? Volverás a llorar".

Después de levantarse, no pudo resistirse a dar un par de golpecitos en la frente de la niña.

Ella tenía una piel delicada, ojos oscuros y cejas curvadas, y su boquita era como una cereza.

Una sonrisa de satisfacción estaba dibujada en su bonito rostro.

Aunque la niña aún no había desarrollado sus rasgos, se podía ver que sería una belleza por su estructura facial.

Había heredado perfectamente los aspectos positivos de Jiang Sese. Con sus atrevidas cejas y sus grandes ojos, hacía que todo el mundo la quisiera.

Sin embargo, su personalidad no era como la de Jiang Sese. La niña era mucho más enérgica que ella.

A pesar de su corta edad, era muy inteligente y a menudo engañaba a los adultos.

A medida que crecía, se volvía cada vez más difícil cuidarla.

En cuanto se hablaba de aprendizaje, ella empezaba a buscar gente a la que manipular con su encanto.

Tenía un aspecto simpático y una boca dulce, por lo que nadie quería regañarla.

Viendo el aspecto descarado de la pequeña, Jiang Sese tenía la sensación de que ella sería una persona con doble cara cuando creciera.

"Incluso a una edad tan temprana, sabe interpretar diferentes papeles y ocultar quién es. ¿Cómo será cuando crezca?".

Mientras la madre y la hija hablaban, una mujer de mediana edad corrió hacia ellas.

Jadeaba ligeramente. Al ver a la madre y a la hija, una mirada amable apareció en sus ojos.

Tenía el aura de una mujer elegante y aristocrática. Era una mujer de mediana edad, pero su belleza se mantenía.

Era la madre de Fu Jingyun, Zhong Yunxiu. Muchos años atrás, había ido con el padre de Fu Jingyun a Francia.

Habían abierto una bodega y llevaban una vida estable.

"Madre, te está dando problemas otra vez".

Jiang Sese le asintió hacia la Señora Fu con una mirada de arrepentimiento.

Una sonrisa amable apareció en el rostro de la Señora Fu mientras se arreglaba la falda.

Extendió una mano y acarició con cariño la cabeza de la niña.

Ella dijo con cariño: "Está bien. La niña ha estado demasiado tiempo dentro, así que se aburre y quiere salir a jugar. Sácala un rato y llévate también a Jingyun".

La niña no entendía nada. Sus ojos iban y venían entre Jiang Sese y la elegante mujer.

Sin embargo, probablemente escuchó las palabras "salir a jugar", ya que sus ojos brillaron con alegría.

Inmediatamente, la pequeña aplaudió y sonrió, expresando ansiosamente su deseo de salir a jugar.

Agitando las manos y los pies, ella dijo: "Bien, jugar, juguemos".

Ese viñedo era aburrido para una niña.

Después de quedarse unos días, lo único que veía eran uvas moradas y hojas verdes. Los colores eran bastante monótonos.

Ella quería salir y ver a mucha gente y a todas las palomas de las calles.

Jiang Sese tomó cariñosamente la mano de la niña para indicarle que no se impacientara.

Volteándose para mirar a la Señora Fu, pensó un momento y luego le dedicó una sonrisa superficial. "La llevaré yo misma. Jingyun está ocupado. No lo molestaré mientras trabaja".

La niña asintió.

Jiang Sese la soltó y observó cómo su pequeña figura se balanceaba sobre sus cortas piernas mientras corría alegremente hacia las palomas en el centro de la plaza.

La pequeña aplaudió entusiasmada con sus manos blancas y regordetas mientras arrullaba a las palomas y extendía la mano hacia ellas.

Detrás de ella, Jiang Sese sonrió con cariño y se agachó para proteger a la niña.

Detrás de ellas, la Señora Fu observaba esta escena y sonreía inconscientemente.

Mientras sonreía, suspiró.

"Qué niña tan buena. Si al menos fuera de mi familia, sería estupendo", murmuró de forma emocional mientras observaba la figura de Jiang Sese.

Lo que le faltaba a la Familia Fu era una nuera así.

Jiang Sese encarnaba a la perfección las frases: amable como el agua, educada y equilibrada, buena esposa y madre cariñosa.

Cuando alguien de la generación anterior veía a una mujer así, desarrollaba un afecto por ella de forma inconsciente.

La Señora Fu no era una excepción.

Después de relacionarse con Jiang Sese durante un tiempo, cuanto más la miraba, más le agradaba.

Este afecto se convirtió gradualmente en un pensamiento que aparecía regularmente en su mente. "Si Jiang Sese fuera realmente mi nuera, sería aún mejor".

Los recuerdos de la Señora Fu avanzaron, y no pudo evitar recordar lo que había sucedido tres años atrás.

Tres años atrás, su hijo, Fu Jingyun, se había ido de viaje.

Cuando regresó, estaba acompañado de esta mujer.

La mujer estaba inconsciente y su cabeza estaba envuelta en vendas con manchas de sangre.

Y esa mujer era la tal Jiang Sese que tenía delante en ese momento.

Ella había preguntado con pánico qué había pasado.

Su hijo le había informado con una expresión severa que la había rescatado del mar.

La cabeza de la mujer se había estrellado contra las rocas del océano, por lo que estaba inconsciente. Al ver el lamentable estado en el que ella se encontraba, él la rescató y la llevó a su casa.