Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 604

Jiang Sese agitó los brazos salvajemente, agarrando el aire. Se sentó en la cama tras despertarse y se dio cuenta de que estaba teniendo una pesadilla.

Jadeaba y la sensación de vacío en su corazón se expandía gradualmente, tratando de destruirla.

Con la mirada perdida en el techo, levantó los brazos para limpiarse las pequeñas gotas de sudor.

Al girar la cabeza, vio a Tiantian a su lado. La indecisión en sus ojos se disipó lentamente.

El sol brillaba con fuerza sobre la delicada piel de Tiantian, cuya boquita se chupaba el pulgar con avidez. Se veía tan linda que hizo desaparecer la inquietud de Jiang Sese.

Una sonrisa apareció en la cara de Jiang Sese y sacó el pulgar de Tiantian de su boca. Una pequeña burbuja fue escupida y estalló en el aire.

Tiantian frunció el ceño y abrió los ojos aturdida. La miró con ojos confusos y nebulosos.

"Tiantian, es hora de despertar. Vamos al hospital a visitar a tu hermano, ¿de acuerdo?", dijo Jiang Sese mientras abrazaba a Tiantian.

"¡Está bien!".

Los ojos de la chica, inicialmente gruñona, se iluminaron al oír que iban a visitar a su hermano. Se quitó la manta y se levantó, tan activa como siempre.

Durante este tiempo, Jiang Sese bajó a la planta baja a cocinar avena, pero la niña no podía esperar y seguía insistiendo en que se diera prisa.

Después de hacerle una simple coleta a la niña, Jiang Sese agarró la comida y se dirigieron a la salida.

En el hospital, al abrir la puerta de la sala, la niña asomó la cabeza primero. Al ver a Xiaobao tumbado en la cama del hospital, sus ojos se iluminaron inmediatamente.

"¡Hermano mayor! Estoy aquí, ¿me has echado de menos?", exclamó Tiantian y entró dando saltitos.

El sonido sobresaltó a padre e hijo en la sala. Jin Fengchen vio una figura grande y otra pequeña caminando hacia ellos.

Cuando su mirada se dirigió a las dos, sus pupilas se agrandaron ligeramente. Se quedó atónito por un momento.

Tanto la madre como la hija llevaban las mismas coletas. Jiang Sese se había atado el pelo, dejando a la vista su cuello pálido.

De cara a la luz, sus rasgos faciales se volvieron más amorosos y conmovedores.

La niña heredó cerca del setenta por ciento de la apariencia de su madre. Cejas curvadas y una boca pequeña como una cereza. Sus ojos se convertían en medias lunas cuando sonreía: ella era extremadamente dulce. Solo la mirada astuta de sus ojos difería completamente de la de Jiang Sese.

La pequeña se subió a la cama y apretó su cara contra la de Xiaobao.

Al compararlos, Jin Fengchen se sorprendió al ver que tanto la niña como Xiaobao tenían cejas similares a las suyas.

Esta constatación lo conmovió. Tal vez...

Al subir a la cama, la niña vio el goteo de Xiaobao. Recordando su propia experiencia trágica anterior de recibir inyecciones, sus ojos se pusieron rojos. Empezó a resoplar sobre Xiaobao y dijo con sinceridad: "Hermano mayor, la aguja duele. No dolerá más si Tiantian sopla sobre ella".

"Gracias, Tiantian".

Xiaobao no pudo contener su felicidad al ver que Jiang Sese había llevado a Tiantian a visitarlo.

"Tiantian, baja. Estás sentada en el tubo de tu hermano", le dijo Jiang Sese a la niña mientras dejaba un termo.

La niña asintió obedientemente. Extendió el brazo hacia Jin Fengchen. "Papi, cárgame".

Sus ojos se curvaron mientras sonreía. Ella estaba completamente alegre.

Jin Fengchen miró fijamente a los ojos de Tiantian durante mucho tiempo. Su corazón ya estaba acelerado.

Después de calcular el tiempo, se dio cuenta de que si el bebé del que estaba embarazada Jiang Sese hubiera nacido, tendría la misma edad que Tiantian. Una vez que aceptó esto, cuanto más miraba, más se parecía Tiantian a su hija.

Su garganta se movió ligeramente. La sangre de Jin Fengchen empezó a clamar de repente. Las yemas de sus dedos temblaban mientras se esforzaba por contener su alegría, temiendo asustar tanto a la madre como a la hija.

Al ver los brazos extendidos de la niña, el corazón de Jin Fengchen se estremeció. Él cargó con cautela a Tiantian con los ojos brillando de emoción.

"Solo son dos gemelos. Tengo muchos más. Considéralo un regalo para Tiantian. No tienes que tomártelo demasiado en serio". Jin Fengchen luchó pacientemente por el bienestar de Tiantian.

Ya que él insistió, no sería bueno que Jiang Sese se negara.

Ella le sirvió la avena a Xiaobao.

Jin Fengchen, mientras tanto, cargaba con Tiantian y jugaba con ella en un rincón, sin preocuparse mucho de todo lo demás. De vez en cuando, incluso le hablaba como a un bebé.

Dentro de la sala, el tiempo pasaba con calma. La luz del sol y las sombras revoloteaban, como si temieran perturbar la calidez de la habitación.

En ese momento, la Señora Jin llegó con algunas frutas. Al entrar, se sobresaltó al ver a Jiang Sese y a su hija. "Xiaobao, mira lo que te ha traído la abuela... Oh, Sese y la niña están aquí".

Una agradable sonrisa apareció en su rostro.

Jiang Sese se levantó y saludó a la madre Jin. "Hola, tía".

"Hola, abuela".

La niña que trepaba por todo el cuerpo de Jin Fengchen vio a la Señora Jin y se dirigió a ella con la misma dulzura que Xiaobao.

La voz suave, dulce e ingenua de la niña hizo brotar instantáneamente el afecto en el corazón de la Señora Jin. Miró a la niña con cariño.

Se acercó, estrechó la mano de la niña y sonrió: "La abuela cortará fruta para ti. ¿Qué fruta te gusta?".

"Me gustan todas", dijo Tiantian con una sonrisa.

"Bien, de acuerdo. La abuela te preparará una bandeja de frutas", dijo la Señora Jin con voz mimosa.

Al ver esta escena, Jiang Sese también sonrió.

Siempre supo que esta familia no tenía ninguna malicia hacia ellos, sino que los mimaba en todos los sentidos, lo que le hacía sentirse halagada.