Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 624

Diez minutos después, Jin Fengchen y Xiaobao aparecieron ante Jiang Sese.

Jiang Sese se quedó de piedra al ver al dúo de padre e hijo allí de repente.

Como las piernas de Xiaobao no estaban completamente curadas, Jin Fengchen le consiguió una silla de ruedas para niños.

Tiantian se emocionó mucho al ver al dúo de padre e hijo y extendió los brazos hacia Jin Fengchen.

Después de cargar a Tiantian, Jin Fengchen dijo: "Ya que la tía no goza de buena salud, déjame cuidar de Tiantian".

Sin esperar a que Jin Fengchen terminara de hablar, Jiang Sese declinó: "Está bien, yo cuidaré de Tiantian".

Sin embargo, Fengchen Jin insistió: "Tienes que cuidar de la Tía Fu ahora. ¿De dónde vas a sacar tiempo y energía para cuidar también de Tiantian?".

Al verse acorralada, Jiang Sese apartó la mirada.

Jin Fengchen continuó diciendo: "Sese, no tienes que cargar con todo tú sola. Todavía me tienes a mí. No te preocupes, hay una niñera en casa y Xiaobao también estará allí; Tiantian estará bien".

Jiang Sese levantó la mirada y se encontró con la de Jin Fengchen.

Los ojos del hombre estaban llenos de angustia y preocupación por Jiang Sese, lo que hizo que ella no pudiera negarse.

Ella no tuvo más remedio que aceptar su propuesta.

Se levantó y le dio una palmadita en la cabeza a la niña. Le dijo a Jin Fengchen: "¿Tienes cosas para niñas en tu casa? Si no es así, le enviaré un paquete de cuidados".

Al ver que ella estaba de acuerdo, Jin Fengchen levantó a la niña en brazos. Tiantian soltó inmediatamente una risita y agarró el pelo del hombre.

Él palmeó el dorso de la mano de Jiang Sese y la acarició parcialmente con un ligero rastro de intimidad que hizo que Jiang Sese sintiera que debía retirar su mano.

Sin embargo, Jin Fengchen iba un paso por delante de ella y, en un abrir y cerrar de ojos, pareció no inmutarse por ello.

"Tenemos todo en casa. Si no lo tenemos, lo compraremos. Hoy te irás a casa con papi. Despídete de mami", le dijo el hombre a Jiang Sese mientras engatusaba a Tiantian y se daba la vuelta para marcharse.

Tiantian tenía la cara enterrada en los hombros del hombre mientras agitaba su manita hacia Jiang Sese. Ellos desaparecieron por la esquina de la escalera.

Los tres llegaron a su coche en el estacionamiento. Jin Fengchen colocó a los dos niños en el interior y abrochó los cinturones de seguridad de ellos antes de subirse al asiento del conductor.

Sin embargo, Tiantian no podía quedarse quieta. Después de jugar un rato a las palmas con Xiaobao, trató de escurrirse del asiento y quiso trepar hasta donde estaba Jin Fengchen.

Jin Fengchen se sorprendió al ver lo que ocurría a través del espejo retrovisor y redujo la velocidad del coche. Él dijo inmediatamente: "Xiaobao, agarra bien a tu hermana. Papi está a punto de hacer un giro".

Xiaobao estaba encantado de hacer algo por Jin Fengchen y tiró de Tiantian hacia atrás sin decir nada.

Para desviar la atención de la pequeña, Jin Fengchen sonrió y dijo: "Solo las buenas niñas se quedan sentadas hasta llegar a su destino. ¿Qué quieres comer hoy? Papi invita".

Una niña de esa edad no podía resistirse cuando se trataba de comida.

Tiantian reflexionó durante un rato. Ya se le caía la baba y no podía esperar a soltar una lista de platos.

Ladeó la cabeza y dijo: "Quiero comer pollo frito con patatas fritas, pero mi mami siempre dice que no es sano y rara vez me lo compra".

La comisura de la boca de Jin Fengchen se curvó ligeramente al oír esto. Él dijo en tono persuasivo: "¿Qué más ha dicho tu mami? Nuestra princesita no parece ser una buena niña".

Tiantian no pudo aceptarlo y dijo: "Tiantian no es una niña mala, Tiantian es una niña buena. Cuando estoy en casa, tengo miedo de que mami esté demasiado cansada para cocinar, así que escondí su olla".

La niña era un pequeño demonio. Los ojos de Jin Fengchen tenían una sonrisa.

Se detuvo frente a un semáforo y continuó preguntando: “Eres muy considerada con tu mami, Tiantian. ¿Dónde escondiste la olla?".

Levantó los pies para echar un vistazo y vio unas cuantas docenas de canicas de cristal desperdigadas.

Xiaobao se acercó de un salto, recogió las canicas y las dejó caer en una caja mientras contaba: "Setenta y tres".

Sin embargo, la caja estaba rota, así que la mitad de las canicas se cayeron cuando Xiaobao las recogió.

Tiantian se acercó para ayudar.

Jin Fengchen se sintió aliviado al ver que los dos niños se llevaban tan bien. Sin embargo, estos dos niños eran realmente problemáticos...

Jin Fengchen dejó escapar otro suspiro, se sentó con las piernas cruzadas en el suelo y jugó a las canicas con Tiantian. Los dos niños se tumbaron en el suelo absortos en el juego, sacando la lengua para mostrar su amistad.

Después de jugar un rato, Tiantian se quedó mirando las esbeltas y anchas manos de Jin Fengchen.

Para sus pequeños ojos, eran tan grandes como los campos.

Apoyó su propia manita contra la de él y dijo: "Papi, tus manos son enormes, como... Como...".

No se le ocurrían las palabras para articularlas y se quedó atascada durante un rato.

Xiaobao la ayudó y terminó su frase: "¡Como las palmas de Buda de 'Viaje al Oeste'!".

"¡Sí!".

Tiantian aplaudió mientras concordaba con su hermano.

Los dos hermanos resoplaron y volvieron a reír, como dos alegres patitos amarillos.