Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 628

¿Podría ser que los lazos de sangre eran tan formidables que no se podían cortar?

No...

Él no lo creía. Fue él quien permaneció al lado de Jiang Sese.

Pensando en eso, Fu Jingyun abrazó a Tiantian con más fuerza.

En ese momento los ojos de Fu Jingyun eran feroces y Tiantian tuvo un poco de miedo. Ella habló con un tono suave: "Mami, cárgame".

A Jiang Sese le dolió el corazón al oír eso y se apresuró a cargar a la niña.

Jin Fengchen se quedó en la puerta. Al verlos salir, su mirada se volvió sombría.

Xiaobao también estaba malhumorado y Jin Fengchen lo consoló: "No te preocupes, papi traerá a mami a casa. Nuestra familia estará junta".

"Papi, ¿cuándo llegará ese día?", le preguntó Xiaobao a Jin Fengchen, un poco perdido.

Siempre que su papi le pedía que esperara, el pequeño realmente no sabía cuándo llegaría ese día.

"Xiaobao, sé bueno y confía en tu papi. Ese día no tardará en llegar".

Después de que el hombre abrazara a Xiaobao y le diera unas palmaditas, Xiaobao se escapó de los brazos de Jin Fengchen y dijo en voz baja: "Voy a hacer los deberes".

Después de hablar, se fue. Observando la diminuta espalda de Xiaobao, Jin Fengchen estaba sumido en sus pensamientos.

Era hora de acelerar el paso.

Se dio la vuelta y regresó a la villa. Empezó a ordenar los documentos que se habían ido acumulando a lo largo de los días.

Mientras la niña estaba allí, ella hacía que vieran constantemente dibujos animados juntos. Jin Fengchen no tuvo mucho tiempo para ocuparse de los asuntos de la empresa.

Aproximadamente media hora después, alguien llamó a la puerta del estudio.

"Entra".

Mientras hablaba, Ying Tian entró. La cara de Jin Fengchen era la de siempre, como si no le sorprendiera.

Unos días antes, se había apresurado a regresar por Xiaobao y no pudo completar sus asuntos en Italia.

Todos los asuntos de seguimiento fueron manejados por Ying Tian. Ya que él estaba allí, parecía que los asuntos habían llegado a su fin.

Sin embargo, una figura siguió detrás de Ying Tian. Al verla, la expresión de la cara de Jin Fengchen cambió para mal; se trataba de Zi Feng.

Ese asunto de unos años atrás no habría creado la situación de la actualidad si no fuera por el mal manejo de Zi Feng.

Si no fuera porque la había perseguido durante muchos años, arrojarla al mar como alimento para tiburones hubiera sido demasiado conveniente.

Había pensado que no necesitaría volver a verla en esta vida. Sin embargo, Ying Tian la trajo de vuelta. Qué mala suerte.

El corazón de Jin Fengchen estaba lleno de repulsión, pero su rostro era tan impasible como siempre, sin un rastro de placer o ira.