Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 666

Sintiendo de repente un escalofrío a su alrededor, Jin Fengyao puso su chaqueta alrededor de Song Qingwan.

Después, sacó las llaves de su coche y tomó a Song Qingwan de la mano mientras se dirigía a un lado del garaje. "¿Qué te gustaría comer? ¿Comida japonesa o pasta?".

Song Qingwan se sentó en el asiento del copiloto y se quitó la chaqueta antes de doblarla cuidadosamente. Se abrochó el cinturón de seguridad.

"Cualquier cosa está bien. Cuando volvamos, ¿deberíamos llevar algo para mamá y papá? No han tenido mucho apetito por Xiaobao".

"Sí, también deberíamos llevar algo de avena para Xiaobao".

Jin Fengyao arrancó el coche y siguió el GPS hasta un restaurante japonés.

Song Qingwan suspiró y miró por la ventana.

"¿Quién iba a pensar que la cuñada era la madre de Xiaobao?", dijo con un tono eufórico un sonriente Jin Fengyao.

Song Qingwan se volteó para mirarlo: "Los resultados del ADN aún no han salido. No está confirmado".

Al oír esto, Jin Fengyao se apresuró a replicar: "Que la cuñada sea la madre biológica de Xiaobao es casi seguro. El hospital ya ha publicado los resultados preliminares. ¿Te atreves a decir que no lo crees?".

Al oír el tono de sospecha del hombre, Song Qingwan se sintió disgustada.

"¡Claro que lo creo! Espero más que nadie que Xiaobao encuentre a su madre".

Jin Fengyao sintió un dolor indescriptible por Xiaobao. Xiaobao era un niño tan bueno. Debería tener una madre amable que lo tratara bien.

"Cuando Xiaobao era pequeño, esperaba tener una madre que le contara cuentos para dormir. Mamá y papá quieren a Xiaobao, por lo que se peleaban por poder contarle cuentos. Sin embargo, Xiaobao no lo permitía. Se aferraba a su libro de cuentos, diciendo que estaba esperando a que su mami lo hiciera...". Jin Fengyao no pudo evitar hacer una pausa.

En aquel entonces, ¿Xiaobao tenía 4 años? Qué madurez podía tener un niño de cuatro años.

Ansiaba una madre, pero la familia Jin no sabía cómo había llegado Xiaobao a su puerta. ¿Por dónde iban a empezar a buscar a la madre de Xiaobao?

"Si los resultados de la prueba de maternidad lo demuestran, entonces sería algo extremadamente bueno para nuestra familia y para Xiaobao".

Song Qingwan abrazó la chaqueta de Jin Fengyao. Su mano izquierda se apoyó en la rodilla de Jin Fengyao.

Ella ladeó la cabeza y sonrió. La expresión de su bonito rostro se volvió alegre de inmediato.

"Sí, Xiaobao encontrará a su madre".

¡Definitivamente, Jiang Sese era la madre biológica de Xiaobao! No había ningún error.

Jin Fengyao pudo sentir el calor de la palma de Song Qingwan. No pudo evitar ser un poco travieso, y sonrió con picardía: "Hablando de eso, tú también eres una nuera de la familia Jin... Qingwan, ¿cuándo me vas a dar un bebé?".

Se entusiasmó cada vez más mientras hablaba: "¿Qué te parece un niño? Lo mejor sería que tuviera tus ojos, ¿eh? Y la nariz y la boca como la mía...".

Song Qingwan empujó a Jin Fengyao y dijo en un tono débil mientras se sonrojaba: "¡Vete! ¡Estás soñando!".

"Sí, creo que no es suficiente soñar con ello. Tenemos que poner alguna acción concreta". Jin Fengyao se rio, con una cara que pedía ser abofeteada.

Mientras tanto, en el hospital, después de que Jin Fengyao se fuera, Jin Fengchen había hecho algunas llamadas para transmitir sus órdenes.

Le pidió a sus ayudantes que averiguaran sobre el alquiler de vientre de Jiang Sese.

Además, había que acelerar las pruebas de ADN.

Tras hacer todo esto, Jin Fengchen se cambió de ropa y se preparó para ir a ver a Xiaobao. Se topó con Jiang Sese frente a la sala de Xiaobao.

En el momento en que vio a Jiang Sese, Jin Fengchen se detuvo. Sus ojos tenían una mirada con sentimientos indescriptiblemente complicados.

Jiang Sese vio a Jin Fengchen y sus ojos se iluminaron antes de sentir que había algo extraño en la expresión del hombre.

Ella preguntó en voz baja: "¿Qué pasa? ¿Te sucedió algo? No tienes buen aspecto".

Jin Fengchen reprimió las complicadas emociones de sus ojos y parpadeó.

El hombre sacudió la cabeza y dijo: "No, solo son asuntos de la empresa. La carga documental de la empresa es demasiado pesada. Tengo que tomar algunas decisiones".

Jiang Sese sabía que desde que Xiaobao tuvo el accidente, Jin Fengchen siempre estaba allí. Había delegado todo lo relativo a la empresa a sus ayudantes.

Ella lo pensó y le dijo a Jin Fengchen: "Xiaobao me tiene a mí, no tienes que preocuparte. Si tienes que encargarte de algunas cosas, deberías ir. Puedo ayudarte a cuidar de Xiaobao".

"Sí", respondió Jin Fengchen en voz baja. Sus ojos no se apartaron de Jiang Sese ni siquiera un momento.

Al ver al pequeño actuar con tanta madurez, a Jiang Sese le dolió el corazón. Sus lágrimas casi empezaron a fluir.

Ella contuvo sus lágrimas y acarició la cabeza de Xiaobao.

"Pórtate bien, Xiaobao. Si te duele, puedes decírmelo. Puedo darte algunos dulces en secreto".

Al oír la palabra “dulces”, los ojos de Xiaobao se iluminaron como una luciérnaga en el cielo nocturno.

Jiang Sese colocó un caramelo de leche junto a la almohada de Xiaobao y dijo: "Xiaobao no puede comer caramelos todavía. Guárdalo. Podrás comer todos los caramelos que quieras cuando te mejores".

Xiaobao asintió con entusiasmo, mostrando que había entendido.

Él no quería comerse los caramelos. Quería dárselos a Tiantian.

A Tiantian le gustaban mucho los dulces.

Jiang Sese agarró el plato con avena caliente y llevó una cucharada a la boca de Xiaobao.

"Xiaobao, come un poco, ¿está bien? Te va a dar hambre".

Xiaobao abrió la boca y tragó lentamente la avena.

Jiang Sese sonrió y le dio otra cucharada.

Xiaobao miró a Jiang Sese con sus brillantes ojos negros mientras comía un pequeño bocado tras otro.

Jin Fengchen se hizo a un lado y observó cómo Jiang Sese consolaba a Xiaobao mientras le daba de comer. Su corazón se sintió conmovido.

Los ojos de Xiaobao eran similares a los de Jiang Sese, y no era la primera vez que el hombre pensaba esto.

Jin Fengchen estaba ligeramente embelesado observando la escena. Entonces recordó la prueba de maternidad.

Si Jiang Sese de verdad era la madre de Xiaobao, Dios realmente estaba mirando.

Pasaron los días, y la corazonada de Jin Fengchen no hacía más que aumentar.