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Cuando Jin Fengchen pensaba en eso, no había forma de que se quedara tranquilo. Él deseaba poder estar allí para cuidarla las 24 horas del día.
Sin embargo, si lo hacía, Jiang Sese sospecharía.
Como siguiente opción, envió a gente para protegerla.
Resultó que tenía una intuición increíble.
Jiang Sese se quedó sentada allí, aturdida. No salió de su asombro durante un buen rato.
Esa mujer... ¿Por qué la quería muerta?
Ni siquiera la conocía. Además, la mujer no tenía dinero para comer, y Jiang Sese solo quería ayudarla.
¿Por qué las cosas resultaron así? La sospecha se agigantó en su corazón.
Al encontrarse con la mirada escrutadora de Jiang Sese, Jiang Nuannuan solo pudo sentir la sangre fluyendo desde su cabeza hasta sus pies. Era como si la hubieran empapado en agua helada; todo su cuerpo se sentía frío.
Jiang Nuannuan no esperaba en absoluto que Jiang Sese sobreviviera en esas circunstancias.
Sin ningún plan de contingencia, Jiang Nuannuan estaba desorientada.
En su mente, Jiang Nuannuan vio pasar la silueta de Jin Fengchen, ante lo cual su rostro palideció. La sonrisa de su rostro se evaporó para ser sustituida por una expresión de terror.
Jin Fengchen definitivamente la mataría esta vez, ¿verdad?
Cuando Jiang Nuannuan pensó en eso, su cuerpo empezó a temblar de repente.
Ella no quería volver a ese sótano oscuro y lejos del sol para ser torturada de nuevo por ese grupo.
Por lo tanto, Jiang Nuannuan se volvió loca, se dio la vuelta y empezó a correr.
Era como si la muerte la persiguiera.
Sus ojos estaban llenos de terror. Lo único que ella sabía era que tenía que correr. Corrió todo lo que pudo para que no la atraparan.
Jiang Nuannuan corrió rápidamente hacia una calle. Ni siquiera levantó la mirada.
Ella quería cruzar el paso de peatones en medio de su pánico, pero no notó en absoluto el semáforo en rojo.
"¡Bip!".
El bocinazo fuerte fue penetrante, y Jiang Nuannuan se giró confundida hacia la dirección del sonido que asaltaba sus tímpanos.
En el siguiente segundo, ella se detuvo en seco.
Tenía la mente en blanco y el rostro mortalmente pálido. Era como si estuviera congelada, y no podía huir.
Un enorme camión se dirigía hacia ella a gran velocidad. Estaba a un brazo de distancia.
Ella pudo ver el terror en la cara del conductor del camión, quien le estaba gritando algo.
Sin embargo, el ruido del mundo no entró en los oídos de Jiang Nuannuan. En ese momento, lo único que le quedaba era terror. Ella podía sentir que su muerte era inminente.
El conductor del camión no esperaba que alguien se precipitara de repente sobre el paso de peatones. Cuando vio a Jiang Nuannuan cruzando, era demasiado tarde para frenar aunque lo intentara.
¡Bam!
Un sonido atronador resonó en el aire; el sonido del neumático del camión chirriando contra la carretera, seguido de un golpe sordo que alcanzó el cielo.
El cuerpo de Jiang Nuannuan fue lanzado al aire.
Su cuerpo voló por el aire antes de aterrizar en el suelo.
Ella quedó tendida en el suelo y todo su cuerpo se agitó. La sangre rezumaba de ella.
Su cavidad torácica se había roto con la fuerza del impacto.
Jiang Nuannuan tosió sangre por la boca. Sus ojos, como espejos de bronce, rodaron hacia la parte posterior de su cabeza.
Un dolor inmenso hizo que su cuerpo se retorciera hasta quedar en una forma espantosa.
Su cuerpo estaba destrozado, su cara ensangrentada, y su pelo quedó enmarañado.
El cielo pálido se tiñó rápidamente de carmesí.
Mientras tanto, el camión que había atropellado a Jiang Nuannuan había perdido el control.
El vehículo embistió a varios coches en la carretera. Un sedán perdió el control y arrolló a los peatones de la acera.
El cruce se convirtió inmediatamente en una escena caótica.
Los sonidos de las bocinas de los coches, el chirrido de los neumáticos, los lamentos y el ruido de los coches parados resonaron en el aire con humo.
El tráfico a lo largo de toda la carretera se paralizó al instante. Todos los coches se vieron obligados a detenerse y algunos conductores con heridas leves salieron de sus coches presas del pánico.
"¡Ah!".
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