Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 685

La taza de té se hizo añicos, y los fragmentos rotos volaron sobre el regazo de Jiang Sese, abriendo una herida.

A Jiang Sese no le importaba la herida de su pierna, lo único que quería era explicarle las cosas con claridad a la Señora Fu.

Jiang Sese estaba en deuda con la familia Fu. Ella ya había decepcionado bastante a la familia Fu y no podía cometer más errores.

"Jin Fengchen y yo ya estábamos casados. Hay un certificado de matrimonio. No pude recordar esto debido a mi amnesia, así que no puedo casarme con Jingyun".

La Señora Fu se levantó conmocionada. Abrió la boca y logró decir algunas palabras con dificultad. "¡Repite eso!".

Jiang Sese suspiró y repitió lo que acababa de decir.

Tras confirmarlo, la Señora Fu golpeó la mesa con rabia.

"¡Divórciate! ¡Debes divorciarte de Jin Fengchen inmediatamente!".

"Madre...".

Jiang Sese no esperaba que la Señora Fu reaccionara con tanta furia. Se quedó mirando a la Señora Fu sin saber qué decir.

Al ver la vacilación en sus ojos, la Señora Fu se mostró más decidida que nunca. Ella dijo con voz tranquila: "No quiero cancelar la boda. La mejor solución es que te divorcies de Jin Fengchen. Según la legislación nacional, si el marido y la mujer llevan más de dos años separados, pueden presentar una solicitud de divorcio. Si presentas el divorcio con Jin Fengchen, la ley estará de tu parte".

"Pero madre... Después de todo, firmé el certificado con Jin Fengchen. He estado desaparecida durante tres años, y ni siquiera tengo recuerdos de esto, así que pedir el divorcio tan precipitadamente... Es injusto para Jin Fengchen".

Cuanto más hablaba Jiang Sese, más baja se volvía su voz. Al final, apenas se le podía oír.

Un rastro de ira apareció en los ojos de la Señora Fu, quien sonrió con frialdad como si lo que hubiera dicho Jiang Sese fuera extremadamente divertido.

"¡No me importa Jin Fengchen! Si no te divorcias y cancelas la boda, ¿sería justo para Jingyun?".

"Es mi culpa. Madre... lo siento. No debería faltar a mi palabra. Sé que es injusto para Jingyun, pero la boda debe ser cancelada. No puedo decepcionar más a la familia Fu".

La madre Fu exclamó con voz aguda: "¡No es a la familia Fu a la que has decepcionado, es a Jingyun!".

Las cejas de Jiang Sese se estremecieron, y la espalda cansada de Fu Jingyun apareció en su mente, lo cual le hizo sentir un dolor en su corazón. Ella tembló y dijo: "Lo siento".

"¡¿De qué sirve que te disculpes?!".

Los ojos de la Señora Fu se enrojecieron. Ella exclamó: "Piensa en quién ha estado junto a ti y tu hija todos estos años. Jingyun ha cuidado de ustedes dos durante tantos años. ¿Quieres cancelar la boda? ¿Eres digna de él? ¿Por qué no le preguntas a tu conciencia? ¿Te duele la conciencia?".

'Sí, me duele. Por supuesto, duele'.

Jiang Sese respiró profundamente. Entonces, llegó el dolor de la asfixia.

Agarrándose el pecho, el dolor le hacía difícil respirar.

Le dolía. Estaba Jin Fengchen a un lado, y Fu Jingyun al otro.

Jiang Sese no quería hacerle daño a nadie, pero ¿cómo iba a poder hacerlo?

Deseaba poder partirse en dos y darle la mitad a Jin Fengchen y la otra mitad a Fu Jingyun.

Mientras la regañina de la Señora Fu continuaba, Jiang Sese escuchaba entumecida. Su corazón se marcaba una y otra vez con heridas difíciles de curar.

Después de un largo rato, la Señora Fu se detuvo.

En ese momento, la ira de la Señora Fu se había desahogado en su mayor parte. Después de un sorbo de té, ella dijo lentamente: "Entonces, ¿es demasiado que te pida que solicites el divorcio a Jin Fengchen?".

Jiang Sese movió los labios y dijo: "Madre, tienes razón. Jingyun me salvó y me dio una segunda vida. Sin él, habría muerto hace mucho tiempo".

El razonamiento hizo que la Señora Fu se calmara poco a poco.

Al sentir el cambio en el tono de Jiang Sese, la ira en el corazón de la Señora Fu se había disipado en su mayor parte. Su tono también se volvió más tranquilo.

"Sese, escucha el consejo de tu madre. Ya que tienes amnesia y no puedes recordar las cosas que sucedieron en tu pasado, no tienes sentimientos por Jin Fengchen en este momento. No te culpará si le pides el divorcio".

La Señora Fu miró entonces a Jiang Sese.

Era difícil para Jiang Sese tomar una decisión en ese momento. ¿Renunciaría a Jin Fengchen?

Sin embargo, ella cuando pensó en el rostro apuesto de Jin Fengchen, su adormecido corazón comenzaba a palpitar de nuevo.

Le dolía mucho...

Incluso respirar era doloroso.

Él quería escucharlo de la boca de Jiang Sese personalmente.

Fu Jingyun esperaba secretamente, con un poco de ánimo en su corazón, que, por alguna casualidad, Jiang Sese lo eligiera a él.

Él sabía claramente que ese resultado era imposible, pero seguía siendo un poco iluso.

Se quedó mirando la puerta cerrada del estudio, dio un paso atrás y se marchó en silencio.

En el estudio, Jiang Sese hojeó algunas páginas de un libro, pero no pudo seguir leyendo.

Su corazón estaba hecho un lío. Ya que se lo había prometido a la Señora Fu, tenía que cumplirlo.

Ella sacó su teléfono móvil y encontró el número de Jin Fengchen. Sin embargo, se demoró en llamar.

Mirando la cadena de números, Jiang Sese se sintió increíblemente tensa.

Después de mirar fijamente su teléfono durante un largo rato, se decidió y pulsó el botón de llamada.

Unos segundos después, se oyó la voz magnética de un hombre. "Hola, Sese".

Conteniendo su emoción, Jiang Sese preguntó con calma: "¿Podemos vernos?".

El hombre al otro lado de la línea ni siquiera dudó y aceptó inmediatamente.

"Claro".

Incluso a través del teléfono, ella pudo sentir la alegría en la voz de Jin Fengchen.

Sin embargo, Jiang Sese no pudo encontrar en ella la forma de alegrarse. Después de todo, el tema a tratar era muy serio.

"No hace falta que lleves a Xiaobao. Tengo algo que discutir contigo", recalcó Jiang Sese.

"De acuerdo", respondió Jin Fengchen sonriendo.

Jiang Sese le dio entonces la ubicación y Jin Fengchen la anotó.

Tras colgar, la expresión de Jin Fengchen volvió a ser fría mientras se dirigía a los atónitos asistentes en la sala de juntas. Con frialdad, ordenó: "Continúen".