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Fu Jingyun no había visto a Jiang Sese durante unos días. También estaba preocupado por la salud de ella.
Según sus cálculos, ya era hora de que ella tomara su dosis. Si no se la tomaba, temía que pasara algo.
Le preocupaba que Sese no asistiera, así que trato de provocar lástima. "Mi mamá y mi papá han estado preguntando por ti y por Tiantian constantemente. Si no vienen, se sentirán muy decepcionados".
Cuando el Amo y la Señora Fu fueron mencionados, Jiang Sese no tuvo forma de negarse.
Los dos ancianos solo querían verla. Si seguía posponiéndolo, la haría parecer extremadamente malagradecida.
"De acuerdo, volveré".
En el momento en que escuchó a Jiang Sese aceptar, Fu Jingyun colgó.
Jiang Sese se quedó un rato en el baño antes de volver a salir. En el momento en que abrió la puerta, se encontró con Jin Fengchen, quien estaba de pie justo afuera.
"¿Te has despertado?". Ella se sorprendió ligeramente.
Jin Fengchen estaba mucho más alerta después de su siesta.
Aunque todavía tenía el pelo revuelto y no se había afeitado, tenía mucho mejor aspecto que cuando había pasado toda la noche despierto.
Jin Fengchen miró el teléfono que la mujer tenía en la mano. "¿Con quién hablabas por teléfono? Hablaron por mucho tiempo".
En realidad, él se había despertado tan pronto Jiang Sese salió de sus brazos.
Al principio había esperado en la cama, pero tras esperar un buen rato y no verla regresar, decidió ir a ver cómo estaba.
Jiang Sese no quería ocultarle nada, así que le contó a Jin Fengchen sus obligaciones para esa noche.
"Claro, lleva a Xiaobao y a Tiantian. Esos dos son básicamente inseparables ahora".
Jin Fengchen aceptó con indiferencia.
Jiang Sese lo miró, sorprendida. Pensó que él no estaría de acuerdo.
Al ver la sorpresa en los ojos de la mujer, Jin Fengchen se rio. "¿Qué? ¿Creías que no te dejaría ir?".
"No".
Jiang Sese apartó la mirada, temiendo admitir que realmente pensaba eso.
Jin Fengchen le dio una palmadita en la cabeza y dijo con calma: "Mientras no me dejes, no te impediré hacer lo que quieras".
Jiang Sese se sonrojó ante las palabras cariñosas del hombre. Ella soltó rápidamente: "Deberías lavarte rápidamente y bajar a comer".
Entonces salió corriendo de la habitación.
Al verla girar y huir con vergüenza, Jin Fengchen no pudo evitar sonreír.
A las cinco de la tarde, Jiang Sese apareció en la residencia de la familia Fu con Xiaobao y Tiantian.
"Hola, abuelo, abuela".
Xiaobao y Tiantian los saludaron amablemente al entrar.
Los corazones del Amo Fu y la Señora Fu se derritieron inmediatamente ante el adorable dúo. La ira que albergaban hacia Jiang Sese se desvaneció inmediatamente.
Especialmente la Señora Fu, quien pareció olvidar por qué le había pedido a Jiang Sese que volviera a casa ese día.
"Tía Lee, ve a preparar algo de fruta", se apresuró a decirle la Señora Fu a la ama de llaves. Les dijo a los niños que tomaran asiento y les encendió la televisión.
Como la cocina seguía preparando la cena, a la Señora Fu le preocupaba que Xiaobao y Tiantian tuvieran hambre. "Coman algo de fruta. La cena estará lista pronto".
"Abuela, está bien. No tenemos hambre". Xiaobao se giró para tranquilizar a la Señora Fu.
Al ver lo encantador que era Xiaobao, la Señora Fu se lamentó de no haber tenido la suerte de tener un nieto tan obediente como él.
Acariciando la cabeza de Xiaobao, ella suspiró en silencio para sus adentros.
Fu Jingyun se sentó a un lado en silencio. Miraba constantemente a Jiang Sese con una fiereza apenas controlada en sus ojos.
Cuando Jiang Sese lo miró, Fu Jingyun volvió a ser el mismo de siempre.
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