Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 834

Sin saber por qué, Bo Gelian no pudo evitar sentirse inseguro en su corazón.

...

En la sala de conferencias del Grupo Jin, los directivos de alto nivel se miraron entre sí, sin saber qué pensaba Jin Fengchen, que estaba sentado en la cabecera de la mesa con una expresión indescifrable.

Un rato después, Jin Fengchen arrojó una pila de documentos sobre la mesa y dijo con expresión severa: “Estoy seguro de que todos han visto la magnitud de las pérdidas actuales de la empresa. Ahora…”.

Antes de que terminara de hablar, todos los presentes pudieron sentir un ligero escalofrío.

Diez minutos después, Jin Fengchen salió de la sala de conferencias, y todos los presentes respiraron aliviados.

...

Durante los dos días siguientes, Jin Fengchen estuvo casi constantemente en la oficina, sin salir de ella. La situación de la empresa empezó a mejorar lentamente.

Toda la información que habían perdido empezó a recuperarse lentamente.

Mirando los números que saltaban en la pantalla, los labios de Jin Fengchen se curvaron en una fría sonrisa.

Cuando Gu Nian abrió la puerta para entrar, eso fue lo que vio.

La sonrisa de Jin Fengchen no era nada agradable.

Un escalofrío recorrió la espalda de Gu Nian.

El ruido de la puerta al abrirse sacó a Jin Fengchen de sus pensamientos. Miró la expresión de asombro de Gu Nian y le hizo una seña.

“¿Tenemos algo?”.

Al oírlo, Gu Nian asintió y le entregó la información que tenía en la mano. “Joven Amo, nuestras acciones han mejorado; estos son los gráficos financieros generales”.

Mientras hablaba, Gu Nian se hizo a un lado.

Jin Fengchen ojeó la información y arqueó ligeramente las cejas, pero no dijo nada.

En un instante, Jin Fengchen cerró el informe en sus manos y dijo con calma: “¿Tenemos algo que apunte hacia Bo Gelian en relación con este incidente?”.

“Actualmente no tenemos ninguna prueba concreta que demuestre que Bo Gelian estuvo detrás de esto, así que la policía no está involucrada”, respondió Gu Nian con sinceridad.

Jin Fengchen entrecerró los ojos mientras la presión del aire a su alrededor bajaba de repente. “Muy bien”.

Después de escupir esas palabras, recogió la chaqueta del respaldo de su silla y se marchó inmediatamente.

Al ver a Jin Fengchen marcharse, Gu Nian no pudo evitar sacudir la cabeza y sentir cierta pena por Bo Gelian.

Bo Gelian estaba realmente en la cuerda floja ahora.

Después de salir de la oficina, Jin Fengchen condujo directamente a su casa.

Cuando llegó a su casa, vio a Jiang Sese sentada en el columpio del patio delantero, y se acercó lentamente.

Quiso darle un susto, pero cuando se acercó, se dio cuenta de que Jiang Sese se había quedado dormida, abrazada a una de las cuerdas del columpio. Su cabecita cabeceaba.

Al verla así, Jin Fengchen sintió que todo el cansancio de los últimos días se disipaba al instante. Se inclinó y colocó un brazo sobre su hombro. El otro lo pasó por debajo de sus rodillas y la cargó con cuidado.

Atravesó la puerta lentamente antes de subir las escaleras y colocarla en la mullida cama de su dormitorio.

Después, sacó un pijama del armario y se dirigió al baño para ducharse.

Pronto salió del baño. Se metió en la cama y trajo a Jiang Sese hacia sus brazos. Llevaba dos días sin dormir, y en ese momento, mientras se aferraba a la mujer en sus brazos, sus tensos nervios empezaron por fin a relajarse.

Al cabo de un rato, cayó en un profundo sueño.

Mientras Jiang Sese dormía, su nariz se llenó de un olor limpio y agradable. También sintió como si algo la apretara. Abrió los ojos instintivamente.

Lo que vio fue a Jin Fengchen, profundamente dormido.

Su respiración era larga y acompasada, como si estuviera agotado. Incluso dormido, sus cejas estaban ligeramente fruncidas.

Sus pestañas eran muy largas y, a la luz, proyectaban sombras que le hacían parecer mucho más amable.

Jiang Sese quiso extender la mano y ayudar a relajar sus cejas, pero en el momento en que lo tocó, los ojos de Jin Fengchen se abrieron de repente y se despertó.

Jiang Sese vio que sus ojos estaban inyectados en sangre y su corazón se compadeció de él al instante. Le cubrió las cejas con las manos y se las masajeó suavemente mientras decía con preocupación: “¿Se ha solucionado el problema?”.

Sintiendo el cuidado que ella expresaba, Jin Fengchen tomó su mano entre las suyas. “No te preocupes. Tu marido aún no ha encontrado un problema que no pueda resolver”.

Al oír el tono burlón de su voz, Jiang Sese lo miró de reojo antes de fingir molestia y golpearlo en el hombro.

Se dio la vuelta y lo ignoró.