Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 837

Jin Fengchen asintió y preguntó: “¿Cuál es la actualización que mencionaste por teléfono?”.

Han Yu y Mo Xie se miraron y ambos sonrieron.

“Hemos realizado innumerables experimentos y hemos desarrollado un medicamento que puede suprimir el patógeno de la Joven Señora”.

Mo Xie le entregó un informe a Jin Fengchen y señaló los complicados datos mientras los explicaba brevemente, y luego resumió: “Este medicamento puede suprimir el patógeno”.

Jin Fengchen frunció el ceño mientras miraba el informe.

“¿Solo suprimir?”.

“Sí, eso es lo que podemos hacer por ahora”.

La emoción de Han Yu se borró cuando se le planteó la pregunta.

No se había encontrado ningún fármaco capaz de erradicar completamente el patógeno. Ya era una hazaña increíble desarrollar un fármaco que pudiera suprimir este patógeno.

“¿Cuál es el efecto?”.

“Al menos retrasará la activación del patógeno en la Joven Señora”, dijo Mo Xie con sinceridad.

Jin Fengchen asintió. Era mejor que nada.

Reflexionó por un momento y luego preguntó: “¿Han hecho pruebas?”.

“Por supuesto, Han Yu y yo lo hemos probado muchas veces. No hay problemas”.

“Bien”.

Jin Fengchen se sintió aliviado. Mo Xie le entregó un frasco y le dijo: “Que tome una píldora cada tres días. Tiene que anotar cualquier reacción que tenga la Joven Señora después de tomar la medicina. Si hay algún problema, debe ponerse en contacto conmigo inmediatamente. Después de todo, este no es el verdadero antídoto”.

“Muy bien”.

...

De vuelta en la casa de los Jin...

Cuando Jin Fengchen volvió a casa, Jiang Sese ya se había bañado. Jin Fengchen entró en el dormitorio con un vaso de agua.

Luego le entregó las píldoras a Jiang Sese: “Sese, toma esta medicina. Es buena para ti”.

“De acuerdo”.

Jiang Sese se metió la píldora directamente en la boca, bebió el agua y tragó sin dudar.

Sabía que Jin Fengchen nunca le haría daño.

Si él decía que era bueno para ella, entonces era cierto.

Después de regresar a la casa Jin, Jiang Sese se sintió muy tranquila.

Aquella noche fue la más tranquila que había vivido hasta entonces.

Había vuelto a la compañía de sus hijos, de su madre y también del hombre que amaba.

Lo más feliz del mundo era estar con la familia.

Jiang Sese recordó lo que le había prometido a los dos pequeños esa noche: que los sacaría a jugar. Miró a Jin Fengchen: “Les prometí a Xiaobao y Tiantian que los sacaría mañana. ¿Tienes tiempo?”.

“Claro”. Jin Fengchen sonrió suavemente y la tomó en sus brazos.

Al día siguiente, Jiang Sese se levantó temprano para preparar el desayuno para la familia.

Cuando Jin Fengchen se despertó, se asustó al darse cuenta de que su lado de la cama estaba vacío.

Sin embargo, encontró rápidamente la figura bulliciosa de Jiang Sese en la cocina. Se acercó rápidamente por detrás y abrazó a Jiang Sese.

Al ser abrazada así de repente, Jiang Sese, que estaba ocupada sirviendo algo de congee, se quedó atónita por un momento.

Al voltearse y ver la inquietud en sus ojos, se sintió angustiada por un momento.

Los dos se miraron fijamente. Jin Fengchen tenía muchas ganas de besar sus labios.

Justo cuando estaba a punto de hacerlo, Xiaobao entró con Tiantian a cuestas.

Rodearon a Jiang Sese y le dijeron juguetonamente: “Papi, Mami, ¿qué hay de desayuno?”.