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En un abrir y cerrar de ojos, había llegado el día antes de la fiesta de cumpleaños del Viejo Fang.
La Señora Jin y el Amo Jin habían terminado sus vacaciones y habían traído a los dos niños a casa.
La casa Jin volvió a su habitual bullicio.
Jiang Sese había elegido cuidadosamente la ropa que la familia llevaría a la fiesta de cumpleaños del Viejo Fang.
Al día siguiente...
Jiang Sese se levantó temprano, sabiendo que los dos niños podían despertarse tarde. Ni siquiera tuvo tiempo de asearse antes de ir corriendo a su habitación, y con cada mano, sacó de la cama a Tiantian y a Xiaobao, que seguían profundamente dormidos.
Xiaobao fue más obediente; fue a lavarse solo.
Tiantian era más joven y seguía medio dormida mientras Jiang Sese le cepillaba los dientes y le lavaba la cara.
El vigor de un niño suele ser ilimitado, y Tiantian había sacudido la somnolencia después de lavarse.
En ese momento, se oyó el ruido de una carrera en el piso superior, seguido del sonido de una risa.
“¡Hermano mayor, vamos a jugar con esto!”.
“No juguemos ahora, Tiantian. Mami ha dicho que tenemos que cambiarnos pronto”.
...
Después de que Jiang Sese alistara a los dos niños, se dirigió a su propio baño. Entonces cogió el cepillo de dientes, que ya tenía pasta de dientes que Jin Fengchen le había puesto.
Era una mañana normal, pero estaba llena de calor y felicidad.
Cuando Jiang Sese terminó de lavarse, Jin Fengchen llevó a los dos niños a la habitación.
Estaban esperando a que su madre los vistiera.
“Fengchen, ¿no deberías llevar a Xiaobao a la habitación de al lado?”.
Jiang Sese se aferró a su bata, sonriéndole a Jin Fengchen, que permanecía inmóvil en la habitación.
Jin Fengchen sonrió y se burló de ella: “Llevamos mucho tiempo casados. ¿Por qué hay que ser tímido?”.
“¡Señor Jin, por favor, sea un buen ejemplo para los niños!”.
Jiang Sese inclinó ligeramente la mandíbula, indicándole que mirara a Xiaobao, que tenía una expresión de curiosidad en su rostro.
Jin Fengchen la miró encantado antes de llevar su traje y el de Xiaobao a la habitación contigua para cambiarse.
Jiang Sese eligió vestidos a juego para ella y Tiantian. La diferencia era que su vestido era más natural, mientras que el de Tiantian tenía más vuelos.
Después de vestirse, miró cuidadosamente a Tiantian.
Le puso una bonita diadema en la cabeza y la llevó abajo.
En comparación con la necesidad de las mujeres de ir más arregladas, Jin Fengchen y Xiaobao fueron más rápidos.
Se pusieron el traje antes de peinarse y bajaron.
El cuerpo grande y alto de Jin Fengchen estaba vestido con un traje negro a medida. El traje le hacía parecer más próspero y poderoso.
Xiaobao iba vestido con un pequeño traje negro, como si fuera una versión en miniatura de Jin Fengchen.
Parecía aún más adorable, además de guapo y genial.
En el momento en que Tiantian vio bajar al Amo Jin y a la Señora Jin, se acercó a los dos ancianos saltando como una pequeña bala de cañón.
Su vestido rosa claro rebotaba y se balanceaba mientras corría.
Era como una hermosa muñeca que hubiera cobrado vida.
“¡Abuelo, Abuela! ¡Miren el vestido que me escogió Mami!”.
“Oh, ¿de quién es esta princesita? ¡Es tan bonita!”.
El corazón de la Señora Jin se derritió al instante. Cogió la manito de Tiantian y se inclinó para abrazarla.
“¡Es la Tiantian de la Abuela!”.
Tiantian levantó la vista y dijo esto con orgullo antes de soltar una carcajada.
La mirada de Jin Fengchen se posó en Jiang Sese, con los ojos llenos de afecto mientras la felicitaba: “Hoy te ves bien”.
“¿Normalmente no?”.
Jiang Sese bajó ligeramente la cabeza, con los ojos llenos de picardía.
“¡Mami será siempre la más bella!”.
Sin esperar a que Jin Fengchen respondiera, Xiaobao ya había contestado en voz alta.
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