Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 878

“Gracias”. Jin Fengchen respondió rotundamente para ser cortés.

Jiang Sese pudo darse cuenta por la mirada de Fang Cheng. Su tío estaba aquí para hacer contactos.

“Tío Fang Cheng, ya que estás aquí puedes entrar y divertirte”. Jiang Sese tomó la iniciativa de invitar a Fang Cheng a entrar.

En cualquier caso, otros estaban mirando. Aunque no quisiera ver a Fang Cheng, tenía que mantener la apariencia de ser educada.

Fang Cheng se lo esperaba. Inmediatamente sonrió cuando escuchó las palabras de Jiang Sese.

Jiang Sese llamó a alguien para que sirviera a Fang Cheng una bebida antes de volver al salón de baile con Jin Fengchen.

Los dos niños llevaban ya algún tiempo con Jin Fengyao y se apresuraron a acercarse cuando vieron a sus padres.

Fang Cheng no tenía reparos en ver a Jiang Sese y a su marido alejarse de él.

Desde la comida de aquel día en la antigua residencia de los Fang, sabía que Jin Fengchen no tenía una buena impresión de él y que le sería difícil acercarse.

Sin embargo, los invitados a esta fiesta eran básicamente todos los multimillonarios más famosos y personas influyentes del país.

Si pudiera establecer una conexión con alguno de ellos, también sería bueno.

Como mínimo, su futuro sería ilimitado.

Una sonrisa se dibujó en la cara de Fang Cheng al pensar en eso. Tomó una copa de vino tinto de la bandeja que tenía un camarero en sus manos.

Después, empezó a pasearse por el salón de baile. Intentó entablar conversación con todos los ricos que le resultaban familiares.

“Hola, Señor Lin, he oído hablar muy bien de usted”.

Fang Cheng eligió una cara conocida que siempre veía en la televisión y lo saludó.

La otra parte estaba completamente confundida al ser abordada.

El hombre miró a Fang Cheng, no recordaba haber tenido ninguna impresión de esta persona.

Sin embargo, en aras de los modales, el hombre todavía sonrió cortésmente y dijo: “Hola”.

“¿Cómo va tu Grupo Lin?”.

Fang Cheng fingió estar familiarizado con ellos y trató de entablar la conversación.

El hombre estaba atrapado, pero era demasiado educado para cortar a Fang Cheng. Solo pudo seguir escuchando con impotencia.

Fang Cheng prácticamente se vendía al presentarse, lo que hizo que el hombre se sintiera cada vez más incómodo.

Finalmente, se inventó una excusa y se fue.

Fang Cheng seguía sin darse cuenta, y se rio mientras despedía al hombre y le decía: “Presidente Lin, tenemos que volver a charlar cuando esté libre”.

Jiang Sese temía que Fang Cheng causara problemas, así que de vez en cuando le echaba una mirada.

Iba deambulando entre la multitud, entablando conversación con gente que no conocía.

Casi todos los famosos de la sala habían sido acosados por Fang Cheng.

Algunos de los que tenían mejor temperamento le dirigían unas palabras amablemente, pero algunos herederos con mal temperamento simplemente lo ignoraban.

Era como un payaso, completamente inconsciente y haciendo mucho ruido.

Esto hizo que Jiang Sese se encogiera de vergüenza.

“Fengchen, lo siento. Yo... no sabía que el Tío Mayor sería así”.

Las mejillas de Jiang Sese estaban ligeramente sonrojadas.

Aunque no muchos de los presentes sabían que Fang Cheng era su tío, seguía sintiendo vergüenza.

El hecho de que Jin Fengchen asumiera el cargo de Presidente debería haber sido una ocasión feliz.

Sin embargo, la llegada de Fang Cheng había agriado las cosas.

Jin Fengchen era perspicaz y sabía por qué se disculpaba Jiang Sese.

Extendió la mano para acariciar su cabeza y la miró con una cálida sonrisa.

“Sese, esto no es culpa tuya, así que está bien”.

“De acuerdo…”.

Jiang Sese respondió antes de volverse para mirar a la multitud.

Fang Cheng se cansó. Se sentó a un lado y bebió su vino.

Suspiró suavemente.

Jin Fengyao no estaba muy lejos. Cuando escuchó eso, no pudo soportarlo. Se acercó al lado de Jin Fengchen: “¡Hermano! Eres realmente mi hermano, eh. ¿Te vas ahora y me dejas el resto de cosas?”.

Bajó la voz, con el rostro lleno de incredulidad.

Jin Fengchen arqueó las cejas y asintió con sinceridad.

“¡M*ldita sea!”. Jin Fengyao no pudo evitar maldecir.

Fang Cheng se había acercado y miraba a los niños cansados.

Luego sacó de su bolsillo dos paquetes rojos idénticos y se los entregó a Jiang Sese.

“Sese, me olvidé de darles a tus hijos paquetes rojos la última vez. Este es el mejor momento para hacerlo. Cuando estés libre, ¡deberías visitarnos en casa!”.

Fang Cheng puso cara de buen anciano mientras le hablaba a Jiang Sese.

Jiang Sese frunció el ceño pero rápidamente se deshizo de él.

Delante de tanta gente, dudó antes de aceptarlos.

Los hermanos discutieron durante un rato más, aunque Jin Fengyao no parecía estar interesado en las discusiones.

Jin Fengyao se encargó de toda la organización del salón de baile.

Jin Fengchen trajo a Jiang Sese y a los dos niños y abandonó el salón de baile bajo la envidiosa mirada del grupo de socialités.

“¡Dios, el Presidente Jin realmente ama a su esposa!”.

“Si pudiera encontrar un marido que me amara así, estaría dispuesta a vivir unos años menos”.

“¡La Señora Jin es tan afortunada!”.

...

La multitud parloteaba.

“Todos, por favor, beban todo lo que quieran, no sean tímidos”.

Jin Fengyao observó cómo se marchaba la familia de los cuatro antes de suspirar aceptando su destino y decir con una sonrisa.

El salón de baile volvió rápidamente a su animación original.