Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 884

Al oír esto, Fang Cheng aceleró inmediatamente su paso para igualar el de Jin Fengchen y entró con él en el ascensor.

En la oficina, Jin Fengchen pulsó el botón del intercomunicador y dio una orden. “Dos tazas de café”.

Fang Cheng se apresuró a decir: “No se moleste, Presidente Jin Me limitaré a hablar”.

Ignorando sus palabras, Jin Fengchen fue al grano. “Dígame, señor Fang. ¿Cuál es la condición para que el Grupo SA coopere?”.

Fang Cheng se quedó bastante sorprendido por el comportamiento de Jin Fengchen. Lo narró sistemáticamente: “Su condición es que quieren un suministro a largo plazo de acónito chino de la región occidental. No hay otras condiciones”.

Con eso, miró a Jin Fengchen con nerviosismo. Observó atentamente su expresión, temiendo que se negara con disgusto.

Jin Fengchen no pudo evitar fruncir el ceño tras escuchar las palabras de Fang Cheng.

En ese momento, Gu Nian trajo el café. Le entregó primero una taza a Fang Cheng. “Por favor, disfrute, Señor Fang”.

Después, colocó otra taza en la mesa de Jin Fengchen antes de retirarse a un lado.

Jin Fengchen se quedó taciturno al instante. Miró a Fang Cheng con neutralidad. “Ah, ya veo”.

“Presidente Jin, ¿estás de acuerdo con la asociación?”. Fang Cheng miró a Jin Fengchen con tensión, queriendo saber qué pensaba.

“Señor Fang, espere mi respuesta mi respuesta”. Jin Fengchen tomó un sorbo de café y habló con una sonrisa.

La sonrisa era muy tranquila, pero hacía sentir muchas emociones encontradas. Fang Cheng no podía imaginar lo que pasaba por la mente de Jin Fengchen.

“Señor Fang, por favor”. Gu Nian se acercó al lado de Fang Cheng.

Al ver esto, Fang Cheng supo que no podía quedarse sentado más tiempo. Suspiró y se fue.

Tras cerrar la puerta, Jin Fengchen frunció el ceño profundamente.

El acónito chino de la región occidental era tóxico. Aunque tenía usos medicinales, tenía que utilizarse con mucho cuidado.

Un momento de descuido podía causar la pérdida de la vida.

La medicina bajo la marca del Grupo SA era en su mayoría medicina occidental. ¿Qué uso le darían a una hierba tóxica como el acónito chino de la región occidental?

Parece que lo que el Grupo SA tenía en mente no era simple.

“Joven Amo, este es el programa para esta tarde y noche”.

La voz de Gu Nian interrumpió los pensamientos de Jin Fengchen.

Bajó la vista para mirar el horario. Jin Fengchen se aflojó la corbata con una mano y dijo: “Cancela todos los planes de la tarde. Ve a investigar si hay acónito chino de la región occidental entre los medicamentos producidos por el Grupo SA, o si alguien se lo ha suministrado antes”.

“Sí, Joven Amo”.

Gu Nian se marchó tras recibir sus instrucciones y se apresuró a cumplir con sus obligaciones.

Un poco más tarde, Jin Fengchen fue a buscar a Mo Xie. Entonces les dijo a Mo Xie y a Han Yu que el Grupo SA necesitaba el acónito.

Jin Fengchen lo pensó por un momento. “Podemos cooperar, pero tengo una condición. Quiero conocer al responsable del Grupo SA”.

“Muy bien, Joven Amo. Iré a informarle ahora”.

Gu Nian aceptó sus instrucciones y volvió a su propio despacho para llamar a Fang Cheng.

En ese momento, Fang Cheng caminaba ansioso por su hotel. No podía comprender en absoluto la actitud de Jin Fengchen.

El repentino timbre hizo que Fang Cheng se asustara.

Al ver que era un número desconocido, cogió la llamada con desconfianza. “¿Aló?”.

“Hola, Señor Fang. Soy el asistente del Presidente Jin. Nuestro presidente ha aceptado su propuesta de cooperación, pero tiene una condición”, dijo fríamente Gu Nian.

Fang Cheng enderezó la espalda de repente al oír que Jin Fengchen había aceptado. Se quedó muy sorprendido y no escuchó las siguientes palabras de Gu Nian.

Cuando volvió en sí, la voz formal y fría de Gu Nian se escuchó desde el otro extremo de la línea. “El Presidente Jin quiere reunirse con el responsable del Grupo SA. Esta es nuestra condición”.

“La persona a cargo del Grupo SA... Esto es simple. Espera, me pondré en contacto contigo en un momento”.

Después de colgar, Fang Cheng llamó con entusiasmo a Fang Yiming.

“¡Yiming, Jin Fengchen ha aceptado trabajar con nosotros!”.

Cuando Fang Yiming escuchó esto, no pudo evitar hacer una pausa. Luego preguntó con gran alegría: “¿Es cierto? Papá, ¿realmente pudiste negociar con él?”.