Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 892

“Pierce, esta colaboración es muy importante para nosotros. ¡No podemos permitir que haya ningún error! Si ocurre algo, ¡serás el responsable!”.

Después de que el hombre habló, inmediatamente colgó.

En ese momento, Pierce comenzó a sentir un sudor frío en su espalda.

Entre todos, él era el que menos quería meter la pata. Si no, se enfrentaría a un destino peor que la muerte cuando volviera.

Después de eso, Pierce fue al baño para echarse un poco de agua fría en la cara. Después de refrescarse, volvió a la mesa.

Pierce ya se había recompuesto. Acercó una silla y se sentó antes de decir: “Señor Feng, para facilitar nuestra futura colaboración, puedo decirle para qué usaremos las hierbas”.

Jin Fengchen lo miró con indiferencia mientras asentía ligeramente, indicándole que continuara.

Pierce se aclaró la garganta. “En cuanto al uso que le daremos a estas hierbas, nuestra empresa ha estado diseñando constantemente un patógeno. Cuando esté completo, puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico de una persona, incluso puede alterar las funciones de las células. Hay que saber que hay muchas enfermedades difíciles y complejas que atacan primero al sistema inmune”.

“El patógeno que estamos desarrollando casualmente es la perdición para algunos de estos virus. Puede alterar la función del virus en el cuerpo humano y conseguir los resultados que buscamos. Esta es una de las razones por las que necesitamos estas hierbas tóxicas como componente”.

“Sin embargo, solo estamos añadiendo una pequeña cantidad. De momento estamos en la fase de desarrollo, y por eso necesitamos grandes cantidades de las hierbas. Tan pronto como hagamos un avance, esto será una gran ayuda para la humanidad, ya que sería la cura para muchas enfermedades”.

“Por lo tanto, Señor Feng, puede estar tranquilo con respecto al uso de las hierbas”.

Cuando Jin Fengchen escuchó esto, guardó silencio por un momento. Colocó su pulgar en el borde del vaso, frotándolo lentamente. Intentaba discernir si había verdad en las palabras de Pierce.

Un momento después, decidió que el desarrollo del patógeno era cierto, pero todo lo demás sobre su beneficio para la humanidad era falso.

Jin Fengchen contuvo sus sospechas y esbozó una fina sonrisa. “Parece que su empresa se centra en la mejora de la humanidad”.

Pierce sonrió y dijo: “Es muy amable, Señor Feng. Solo nos esforzamos por ayudar a más pacientes. En cualquier caso, debe ser terrible sufrir una enfermedad”.

Mientras hablaba, midió la expresión pétrea de Jin Fengchen. Todavía sentía inquietud en su corazón.

Le preocupaba que Jin Fengchen siguiera rechazándolo.

Pensó por un momento antes de decir: “Si el Señor Feng no tiene ninguna objeción, puedo llevarlo a nuestro centro de investigación para que haga una visita en el futuro y vea la verdad de mis palabras”.

Cuando Jin Fengchen escuchó las palabras ‘centro de investigación’, su corazón dio un vuelco. Casi ni dudó cuando respondió: “Entonces está decidido. Por nuestra colaboración”.

Pierce sonrió al ver que Jin Fengchen estaba de acuerdo. Extendió la mano y dijo: “Por nuestra colaboración, Señor Feng”.

Al ver que Pierce sonreía de forma bastante artificial, Jin Fengchen le estrechó la mano una vez antes de soltarla.

“Tengo otros compromisos esta tarde, adiós”.

Cuando terminó de hablar, Jin Fengchen pagó la cuenta en el mostrador y salió del café.

Al ver salir a Jin Fengchen, Pierce frunció el ceño.

Sin duda, este hombre era más de lo que parecía. Al parecer, tendría que tener más cuidado.

Cuando se fue, Gu Nian se acercó a él y le preguntó confundido: “Joven Amo, ¿realmente vamos a suministrarles cantidades tan grandes de hierbas tóxicas? ¿Qué hacemos si las utilizan para hacer daño?”.

Jin Fengchen ya había considerado las palabras de Gu Nian.

Sin embargo, si no cooperaba con ellos esta vez no podría entrar en su centro de investigación. Entonces sería imposible eliminar el patógeno en el cuerpo de Jiang Sese.

Por lo tanto, no podía negarse.

Jin Fengchen se masajeó la frente dolorida y dijo: “Tendremos que suministrarselos, pero al final los destruiremos para que no les sirva”.