Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 983

Esa noche, cuando Fang Yuchen terminó de trabajar, se apresuró a ir a un restaurante francés para acudir a su reunión.

Shangguan Yuan había planteado reunirse con los responsables de las tres empresas para hablar de negocios.

La hora estaba fijada para esta noche.

Fang Yuchen tenía más trabajo de lo anticipado, y cuando terminó, ya era tarde. Se apresuró para encontrar a Shangguan Yuan esperándolo.

“Siento llegar tarde”. Fang Yuchen se disculpó avergonzado.

Su comportamiento nervioso era completamente impropio de un presidente del conglomerado.

“No pasa nada. Acabo de llegar también”. Shangguan Yuan sonrió, antes de mirar detrás de Fang Yuchen. “¿No está el Presidente Jin contigo?”.

“Ha regresado a Ciudad Jin”, contestó Fang Yuchen mientras tomaba asiento, sin notar la sorpresa y la decepción que brillaron en los ojos de Shangguan Yuan al escuchar la respuesta.

“Hoy invito yo, por favor, pide lo que quieras”. Fang Yuchen sonrió cálidamente mientras la miraba.

Shangguan Yuan sonrió a su vez antes de mirar el menú.

En realidad, ella ni siquiera lo estaba leyendo; su corazón estaba completamente agitado.

Esperaba que Jin Fengchen estuviera allí, pero quién iba a pensar que volvería a Ciudad Jin.

Fang Yuchen se dio cuenta de que parecía estar distraída y le preguntó con preocupación: “Señorita Shangguan, ¿te has decidido?”.

Su voz sacó a Shangguan Yuan de sus pensamientos. Ella simplemente señaló algunas cosas con pánico. “Tomaré estos tres”.

Fang Yuchen echó un vistazo y frunció ligeramente el ceño. “Estos tres son sopas y postres. ¿No vas a pedir un plato principal?”.

Shangguan Yuan hizo una pausa antes de decir apresuradamente: “Mis disculpas, leí mal”.

Fang Yuchen no se lo pensó demasiado y sonrió. “No te preocupes, echa otro vistazo”.

Al final, Fang Yuchen había tomado la iniciativa de hacer el pedido.

Mientras esperaba que le sirvieran la comida, Fang Yuchen trató de encontrar un tema de conversación con Shangguan Yuan.

“He oído que en el pasado trabajaste en un centro de investigación en el extranjero. ¿Por qué decidiste volver para ayudar a tu hermano?”, preguntó Fang Yuchen.

“Mantienes tus activos dentro de la familia”, respondió Shangguan Yuan de improviso.

Fang Yuchen estaba tomando un sorbo de agua y casi se atragantó cuando escuchó la respuesta.

Se limpió rápidamente la boca y la miró, divertido. “Nadie se describe así”.

¡Era una mujer hermosa!

Shangguan Yuan hizo una ligera mueca. “Es la verdad”.

“¿Entonces tienes confianza en nuestra próxima asociación?”. Fang Yuchen la miró con expectación.

“Sí, por supuesto”.

Más exactamente, ella tenía confianza en Jin Fengchen y en el Grupo Jin.

Tras recibir una respuesta positiva, la sonrisa de Fang Yuchen se intensificó un poco. “Me alegra mucho oír eso”.

Shangguan Yuan sonrió y no respondió.

Ambos se sumieron en un silencio.

Fang Yuchen miró a Shangguan Yuan, con la mente acelerada mientras trataba de encontrar un tema para charlar con ella.

De repente, se le ocurrió una idea y preguntó: “Eres amiga de mi prima, ¿verdad?”.

Shangguan Yuan arqueó las cejas. “Así es. ¿Qué pasa?”.

“Nada, acabo de oír a mi prima hablar de ti. Dijo que la salvaste y que está en deuda contigo”.

“Ella exagera. No fue nada”.

Ella parecía estar perdiendo el interés. Fang Yuchen no pudo evitar pensar, ¿no estaba disfrutando de esta conversación con él?

Por suerte, el camarero vino a servir la comida, lo que ayudó a disipar parte de la incomodidad en el aire.

Un rato después, los dos comieron en silencio. Ninguno de los dos hablaba, y era tan silencioso que se podían oír las conversaciones que se producían en la mesa de al lado.

Eran más de las nueve de la noche cuando Jin Fengchen y Jiang Sese regresaron a la residencia Jin.

No avisaron de antemano a los habitantes de la casa de que iban a regresar. Todos en la casa se sorprendieron al verlos entrar.

“¿Por qué... por qué no me dijeron que iban a volver?”. La Señora Jin fue la primera en reaccionar.

Jiang Sese se rio y se burló de ella. “Mamá, ¿esperabas que no volviéramos?”.

“¿Qué?”. La Señora Jin hizo una pausa, antes de reaccionar rápidamente. Temía que Jiang Sese la malinterpretara. “No es eso lo que quería decir. Solo estoy sorprendida”.

“Mamá, lo sé. Solo estoy bromeando”.

La Señora Jin suspiró aliviada. “Niña, me has hecho pensar que estabas enfadada”.

“No”. Jiang Sese entregó su equipaje al mayordomo y miró a su alrededor. “¿Están Xiaobao y Tiantian dormidos?”.

“Se han acostado, Cuñada”, respondió Jin Fengyao.

Después de eso, se giró hacia su hermano y resopló con descontento. “Hermano, al menos conoces el camino a casa. Creía que ibas a quedarte en la Capital para siempre”.

Desde que su hermano le encargó el Grupo Jin, no había tenido tiempo para relajarse de verdad en mucho tiempo. En particular, tenía aún menos tiempo para estar con su esposa.

Él había sufrido mucho.

“Tu hermano realmente tiene un plan así”. La sonrisa de Jiang Sese era particularmente sincera. Sin embargo, el brillo astuto de sus ojos mostraba sus verdaderas intenciones.

“¿Es verdad?”. Jin Fengyao lo creyó. “Hermano, eso es demasiado. Tienes una esposa, al igual que yo. Ten piedad de mí”.

Su mirada lastimera hizo reír a Jiang Sese.

Al verla reír tan alegremente, Jin Fengyao se dio cuenta de que le habían jugado una broma. Hizo un mohín. “Cuñada, estás demasiado aburrida”.

Jiang Sese tosió ligeramente y se aguantó la risa. “Hacía mucho tiempo que no te veía y quería hacerte una broma”.

“No tiene ninguna gracia”.

Jin Fengyao le dedicó una sonrisa falsa.