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Capítulo 996 Tú eres mi marido
Jin Fengchen llevó a Jiang Sese al despacho del Presidente.
“Puedes leer un libro o hacer lo que quieras. Yo iré a trabajar”. Jin Fengchen la sentó en el sofá y la miró suavemente.
Jiang Sese sonrió. “Está bien, no te preocupes por mí”.
Jin Fengchen besó ligeramente sus labios rojos y se dirigió a su escritorio.
Jiang Sese lo miró y sonrió mientras él se preparaba para trabajar.
Su aspecto cuando trabajaba duro era realmente encantador.
Ella miró a su alrededor, se levantó y se dirigió a la estantería. Cogió un libro de ella y se volvió a sentar en el sofá para leer.
Uno estaba sentado detrás del escritorio y la otra en el sofá. Ambos estaban en lo suyo. El ambiente era tranquilo y cálido.
De repente, llamaron a la puerta.
Jiang Sese levantó la vista justo cuando se abría la puerta desde fuera.
“Hermano, he oído que has traído a la Cuñada a la oficina. ¿Es cierto?”, preguntó Jin Fengyao con despreocupación mientras entraba y veía una figura familiar por el rabillo del ojo.
Se giró y vio que efectivamente era Jiang Sese.
“¡Dios mío! ¡Eres tú de verdad!”. Jin Fengyao se sorprendió.
Jiang Sese no pudo evitar reírse y decir en broma: “¿Por qué estás tan sorprendido?”.
Jin Fengyao volvió rápidamente a la realidad, se rascó la nariz y dijo: “Solo me sorprende que mi hermano te traiga aquí”.
Jiang Sese levantó las cejas y se burló: “Esto es lo que se llama armonía matrimonial. ¿Lo entiendes?”.
Armonía matrimonial.
“Cuñada, en términos de afecto, todavía estoy a kilómetros de distancia de ti”.
Jiang Sese curvó los labios y sonrió. “Tienes mucho que aprender”.
Jin Fengyao se quedó sin palabras. “...”.
Estaba claro que no era rival para ella.
“¿Qué haces aquí?”, preguntó Jin Fengchen.
“Yo... estoy aquí para ver a mi cuñada”, dijo Jin Fengyao con seguridad.
“¿No tienes nada más que hacer?”, preguntó Jin Fengchen.
Jin Fengyao se dio cuenta de repente de la zona de peligro en la que se encontraba y se apresuró a esbozar una sonrisa halagadora. “¿Cómo podría no tener nada que hacer? Solo he sacado un poco de tiempo de mi apretada agenda para ver a mi cuñada y me voy inmediatamente”.
Al ver sus exagerados gestos con las manos para describir ‘un poco de tiempo’, Jiang Sese se rio a carcajadas. “Fengyao, ¿por qué le tienes tanto miedo a tu hermano?”
Jin Fengyao lo negó. “No tengo miedo. Es respeto”.
La sonrisa de Jiang Sese se amplió. “De acuerdo, de acuerdo. Respeto, claro”.
Jin Fengyao sabía que se estaba riendo de él, pero no se molestó. “Pasaré a verte cuando termine mi trabajo”.
Luego se fue rápidamente antes de que Jin Fengchen pudiera hablar.
“¿Por qué Fengyao es tan gracioso? Es completamente diferente a ti”.
Jiang Sese sonrió y se giró para mirar a Jin Fengchen.
Vio que Jin Fengchen levantaba las cejas. “¿Te gusta cómo es?”.
“Por supuesto. Tiene un carácter muy interesante”.
Ella vio que los ojos de Jin Fengchen se oscurecían poco a poco. Inmediatamente reaccionó y añadió rápidamente: “Pero prefiero tu carácter. Aunque eres menos hablador y frío, toda tu dulzura se la das a una sola persona. Me siento muy honrada de ser esa persona”.
¿Era esta su confesión?
Jin Fengchen sonrió de oreja a oreja. “Así que sabes que tienes que apreciarlo, ¿verdad?”.
Jiang Sese abrió los ojos con sorpresa. Normalmente él no decía cosas así.
Al ser capaz de saber lo que estaba pensando, la sonrisa en los labios de Jin Fengchen se amplió aún más. “Yo también te apreciaré para siempre”.
Jin Fengchen se levantó y estaba a punto de abrazarla cuando volvieron a llamar a la puerta.
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