Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 998

A altas horas de la madrugada, Fang Yuchen recibió una llamada del hospital.

"Señor Fang, el hospital está intentando salvar a Li Teng. Su estado no parece bueno. Si está libre, por favor venga al hospital".

Las palabras de la enfermera despertaron al instante a Fang Yuchen.

"Voy ahora mismo".

Cuando Fang Yuchen llegó al hospital, había unos cuantos policías en la puerta de la sala de emergencias.

"¿Qué está pasando?", preguntó ansioso mientras corría hacia allí.

"Alguien ha envenenado a Li Teng", respondió uno de los policías.

Fang Yuchen pensó que había escuchado mal. "¿Qué has dicho? ¿Envenenado?".

"Sí. Alguien se disfrazó de enfermera y encontró la forma de colarse en la sala para inyectarle un veneno".

La respuesta del policía fue más detallada esa vez.

Fang Yuchen se sorprendió. Respiró profundamente antes de preguntar: "¿Cuál es su estado ahora?".

"Los médicos están haciendo todo lo posible, pero una enfermera acaba de salir para decir que su estado no parece nada bueno. Podría morir".

"¿Cómo pudo pasar esto?". Fang Yuchen murmuró para sí mismo. Cerró los ojos y tardó en recuperar la compostura.

"¿Has atrapado al autor?". Fang Yuchen abrió los ojos y miró al policía que hablaba.

"Todavía estamos investigando". El policía dudó por un momento. "Como se disfrazaron, la investigación podría dificultarse".

"No me importa si es difícil, hay que encontrarlos. Li Teng podría conocer la causa del incendio del almacén, pero lo más importante es que es un empleado del Grupo Fang. No puedo permitir que le pase algo".

"Este es nuestro trabajo. Haremos todo lo posible para atraparlos".

Gracias a los esfuerzos de los médicos, Li Teng consiguió mantener su vida. Sin embargo, aún no estaba fuera de peligro, y fue enviado a la UCI.

Fang Yuchen observó a través del cristal a la persona que yacía inmóvil en la cama. Su expresión era extremadamente grave.

"Señor Presidente". Song Yao se apresuró a acercarse.

Fang Yuchen dijo con fuerza: "Infórmale a la familia de Li Teng".

Song Yao tenía sus dudas. "¿Está seguro?".

Desde que Li Teng se había encontrado con la desgracia hasta ahora, ellos habían estado ocultando las cosas a su familia; era principalmente porque temían que vinieran a armar un alboroto en la oficina.

No querían distraerse con otros asuntos antes de haber investigado a fondo el incendio.

Fang Yuchen se giró para mirarlo. "Puede que no sobreviva. Si no se lo decimos ahora y realmente muere, el Grupo Fang será el responsable".

"De acuerdo, entonces contactaré con su familia ahora".

Song Yao se fue de la misma manera que vino: con prisa.

Fang Yuchen miró una vez más a Li Teng acostado en la UCI, antes de darse la vuelta y marcharse también.

...

Fang Yuchen fue directamente a la oficina. Acababa de estacionarse cuando vio pasar el coche de Fang Yiming junto al suyo.

Frunció un poco el ceño antes de abrir la puerta del coche y salir. Miró en dirección al coche de Fang Yiming.

Fang Yiming salió de su coche y casualmente vio a Fang Yuchen. Se sorprendió por un momento antes de reaccionar y caminar hacia él.

"Yuchen, ¿por qué estás aquí tan temprano?".

Fang Yuchen sonrió. "He aprendido de ti".

"Tú...". Fang Yiming se rio mientras sacudía la cabeza.

Los ojos de Fang Yuchen brillaron y fingió no importarle mientras decía: "El estado de Li Teng no es bueno. Los médicos dicen que podría morir".

Después de hablar, miró atentamente a Fang Yiming.

"¿Qué?". La cara de Fang Yiming estaba llena de sorpresa. "¿Qué pasó? ¿No había mejorado?".

Los ojos de Fang Yuchen se entrecerraron. "¿Cómo sabes que su condición estaba mejorando?".

"¿Ah?". Evidentemente, Fang Yiming fue pillado desprevenido, pero se recuperó rápidamente y preguntó en respuesta: "Como vicepresidente, ¿no puedo preocuparme por los empleados de la empresa?".

"Claro que puedes". Fang Yuchen lo miró atentamente, antes de dirigirse al ascensor.

En cuanto se giró, la expresión de Fang Yiming se ensombreció al instante. Miró fríamente a Fang Yuchen.

Si quería atraparlo en una mentira, estaba desperdiciando su energía.