Soy un imbécil, soy un imbécil. No tuve que comportarme así; solo tenía que escucharla. Ahora mismo me encuentro en mi gran cama, mirando el techo y meditando sobre lo que a pasado esta tarde, mi semana no pudo empezar mejor. Vaya, mierda, y todo por mi imprudencia, no quiero que Kelly piense que estoy interesado por ella más allá del contrato; sólo que no quiero que mi hijo pueda ser de alguien más, no cuando Kelly ya está casada conmigo, por lo tanto es mía, el contrato lo dice, y así debe ser. No voy a permitir que Kelly arruine mi herencia sólo porque a decidido acostarse con alguien más, no lo permitiré, de mí depende mi futuro y en parte de ella también.
El sonido de mi móvil me saca de mis pensamientos,lo tomo y desbloqueo la pantalla para mirar el mensaje:
"Buenas noches, Barry, te quiero mucho, espero y hoy hayas tenido un buen día" Creo que tengo tatuadas las palabras: soy un imbécil, en la frente, ¿por qué no pude evitarme problemas y disgustos? ¿Por qué no le pedí a Gabriela que fuera mi esposa? ¿Por qué no sólo terminé con esto en el momento en el que Kelly se quería marchar? ¿Por que soy tan estúpido? ¿Por qué meto la pata?
Gabriela, Gabriela, Gaby es un tema que aunque quiera no puedo evitar, y que seguirá siendo parte de mi vida hasta que esto se acabe. Hasta que Kelly quede embarazada, y todo termine de la mejor manera, ni siquiera sé si ya está embarazada, pero si lo está estaré agradecido por ello. El contrato sólo dura un año y medio, no sé si podré aguantar toda ésta presión, el trabajo, Kelly, mamá, la familia de Kelly, la presa, no sé, creo que envejeceré dos años a este paso. Lo único que me debe de importar es mi bebé.
Despierto cuando la ama de llaves viene a mi habitación a ofrecerme en desayuno. Kelly no vino a dormir y por lo visto no ha venido ésta mañana, perfecto, no soy su niñera, al menos no por ahora, porque cuando tenga a mi bebé dentro ella jamás, jamás, saldrá sola.
Cuando llego a la oficina, la recepcionista de la entrada me da un par de sobres, la miro mal por no saber cumplir con su trabajo, el correo se me tiene que entregar en la mano y en mi oficina, cuando miro el sobre me quedo paralizado. Es una carta de papá. Literalmente vuelo hacia mi oficina, el sobre en mis manos casi me quema, necesito saber que dice, el elevador tarda en bajar al primer piso y cuando lo hace entro en él sin mirar a nadie ni nada, pareciera como si estuviera en una burbuja personal.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Bebé por Contrato (COMPLETO)