La olas del mar es lo único que el oído de la rubia lucrecia puede escuchar, caso seguido una hermosa música instrumental de fondo acompaña en la misma.
—Guao ¿Dónde estamos? —Pregunta la rubia lucrecia.
Jeff destapa sus ojos despacito, le quita la venda, un pequeño fragmento de luz impregna los bellos ojos de lucrecia, su iris se adapta a la luz y cuando ella mira, va viendo a sus dos padres, y no solo eso a los padres de Jeff.
Los padres sonriente no dudan en felicitar a la hermosa lucrecia.
—¡Padres que bello verlos de nuevo! —Exclama ella sonriendo de oreja a oreja, saltando de felicidad.
—Tus 25 años te convertiste en una mujer mas hermosa de este planeta, aunque para mi eres mi bebe —le sonríe su madre diciendo y alagando esas hermosas palabras.
—Gracias madre —le dice con felicidad.
—De nada hija —responde la madre.
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