Borracho y Atrevido: ¡Besé a un Magnate! romance Capítulo 279

Arturo mostró una sonrisa autoritaria: —Sé muy bien si es un rumor o no.

Viviana: —...

¡Ni siquiera lo sabes!

¡Solo quieres aclarar las cosas por David!

Si se corre el rumor en la empresa de que el presidente del consejo, Arturo, ha confirmado personalmente que el rumor es cierto... Dios mío, ¿cómo sería este escándalo? ¡Ya con un director asociado, Celestino, era bastante problemático! Y ahora, el presidente del consejo Arturo también se involucraba... no sé si podría seguir viviendo.

Ella miró a David con una expresión de desesperación: ¡Tú explícalo!

David apartó de inmediato la mano de Fausto de su hombro y se sentó junto a ella.

Con una mirada fría y distante desde su entrada, por fin se suavizó y se volvió más cálida.—Deja de hacerle bromas, ella es muy tímida. Los rumores en la empresa ya la están afectando demasiado, y si siguen, renunciará.

Su voz suave, sus ojos llenos de ternura.

Cada palabra estaba aclarando los rumores.

Con cada palabra que decía la estaba protegiendo.

Cada palabra... cuanto más lo explicaba, más se complicaba.

Viviana sintió que su rostro se sonrojó por la intensidad de su mirada.

¿Esto fue una explicación?

¡Con esa mirada y ese tono de voz, hasta un extraño que pasara por ahí pensaría que tenían una relación especial!

En ese preciso momento, Fausto, que estaba de pie, se sentó en la silla junto a David, con los ojos oscuros, y comenzó a acusarlo con dolor: —Dave, ¿cómo pudiste cambiar tan pronto de opinión? ¡Dijimos que nunca buscarías novia y que lucharías contra las normas y tus padres por mí!

—No puedo creer que tan pronto como conociste a la secretaria Viviana, ¡te hayas convertido! Estábamos muy bien siendo solteros juntos, ¿por qué empezar a tener una relación en secreto? ¡Esto no puede ser! ¡No puedes estar con ella! ¡Estoy muy triste! ¡Me opongo por completo!

—¡Con la secretaria Viviana o conmigo, tienes que elegir uno!

Viviana observó de cerca la dramática declaración de Fausto, quedando atónita: —¿...Entonces? ¿Entonces? ¿Está diciendo que le robó a su marido? ¿Se había convertido en su amante?

Lo que más la sorprendió de todo esto fue la reacción de Arturo.

Estaba tan asombrado que casi se le caían los ojos.

El presidente del Grupo Innovar, un hombre que había visto todo tipo de dificultades, nunca había experimentado algo tan aterrador y sorprendente como esto.

Sudó aterrorizado: —¡Evaristo, por favor, lleva a Fausto de vuelta!

—No te preocupes,— Evaristo trató de calmarlo un poco, —Fausto no va a seguir a David, él sabe cómo comportarse.