¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1015

Angeline acercó las manos de él sin previo aviso y las colocó sobre las teclas del piano frente a ella. Luego, ella le cubrió los dedos con sus manos diminutas y presionó con fuerza las teclas, produciendo una melodía desgarradora.

Angeline le cantó “El Alma Del Sol Nunca Se Pone”.

Él había escrito la letra de esta canción cuando fundó Gran Asia en aquel entonces para animarse a sí mismo cuando estaba en la cima de la gloria.

‘Cuando era joven, atravesé zarzas y espinas’.

‘Navegue miles de millas’,

‘Solo para llevarte a la cima de la gloria’,

‘Y regresar con un corazón joven’.

Una ola de emociones se apoderó de Jay mientras escuchaba esta canción. Todo lo que podía pensar en ese momento era lo absurdo de sus percepciones negativas anteriores.

Él estaba preocupado y angustiado porque no era lo suficientemente fuerte.

Si pudiera ser como el joven de la canción y superar todos los obstáculos, ser todopoderoso y hacer realidad sus grandes ambiciones, él entonces sería feliz.

Angeline dijo con una sonrisa: “Si cantas esta canción tú mismo, descubrirás un poder trascendental que se esconde en tu interior”.

Jay se visualizó a sí mismo sosteniendo una guitarra y tocando esta canción salvaje. De repente, le resultó difícil formar la imagen.

“Soy una persona realmente aburrida que no tiene ningún pasatiempo especial”. Él dejó escapar una sonrisa de autocrítica.

En un destello de comprensión, Angeline dijo de repente: “Creo que he encontrado la verdadera razón de tu mal humor”.

Jay estaba estupefacto.

¿De ninguna manera?

Incluso él no tenía idea de por qué él mismo llevaba una vida tan aburrida.

“Estos libros son realmente avanzados, Sr. Ben. Mami dijo que son libros para genios. Cuando hayas terminado de estudiar estos libros, ¿puedes responder a las dudas de mi mami por ella?”. Bebé Zetty estaba tratando de crear una oportunidad para que su papi y su mami se encontraran.

Jay respondió de manera caballerosa: “Claro”.

Él luego casualmente tomó el libro y comenzó a leerlo.

Pronto, estaba tan perdido en los libros que había perdido la noción del tiempo.

Angeline y Bebé Zetty fueron a la cocina a preparar el almuerzo.

Cuando sonó el reloj de la pared, Jay saltó y se dio cuenta de que ya eran las 12 del mediodía.

Él se quedó mirando el libro en la mano, insatisfecho y asombrado. ¿Cómo sabía ella en qué estaba interesado él?

¡Era algo que ni siquiera él sabía!