¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1017

Aparte de no poder dormir en la misma habitación que ella, Ben era prácticamente impecable.

En comparación, el hombre frente a ella iba a cenar, a beber, a prostituirse y a apostar. Siempre que perdía dinero, él la golpeaba. Ella debió haber estado ciega en aquel entonces para casarse con él.

“¿Por qué volviste?”, preguntó ella con frialdad.

Como pinzas, el hombre le apretó la barbilla con las manos y dijo con crueldad: “¿Me estás evitando porque he estado en la cárcel, Marilyn?”.

Furioso, el hombre la empujó contra la pared del patio y presionó su cuerpo contra el de ella con rudeza. “Dime, ¿estás enamorada de ese salvaje que recogiste?”.

Cuando Marilyn no respondió, el hombre le subió la falda del enojo.

Siseó Marilyn. “¿Estás loco? ¿Sabes en dónde estamos? ¿Cómo te atreves…?”.

“Estoy haciendo esto con mi mujer, ¿hay algún problema?”.

Cuando terminó el acto indecible, Marilyn se desplomó sobre el cuerpo de él.

El hombre apretó con satisfacción el rostro lindo y tierno de ella. “Marilyn, serás mía y solo mía. No me importa si sientes algo por ese chico lindo o no. Ahora que he vuelto, tienes que cortar todos los lazos con él. Te voy a tomar”.

Marilyn no quería vivir ni un día con este hombre, pero al pensar que este hombre estropearía la vida feliz que ella con tanto esmero esperaba solo porque no era la esposa legal de Ben, ella se volvió egoísta.

“No puedo irme contigo todavía, Ken. Después de traer a Ben de regreso, por muchos años, trabajé muy duro para mantenerlo y finalmente logré que me quisiera un poco. Ahora él es capaz de ganar dinero, mucho dinero. Saldré perdiendo si lo dejo ahora, ¿no es así?”.

El hombre estaba hosco. “Todos en el pueblo de pescadores saben que él es un pedazo de basura inútil que no puede hacer ningún trabajo sucio o laborioso, aunque escuché que el pedazo de basura inútil se ve bonito y que muchas superestrellas ni siquiera pueden compararse con él. ¿sientes algo por él, Marilyn?”.

“Traicióname y te haré pasar por un infierno”.

Marilyn sabía que sería un tormento ser abusada por él, así que ella rápidamente dijo: “No me gusta. Algo está mal con él, así que no puede vivir conmigo como lo hacen los esposos normales”.

“¿Es eso cierto?”.

“Por supuesto que es cierto. Han pasado tres años. ¿Por qué crees que no le he dado a Tigre un hermanito o una hermanita?”.

La ira del hombre se disipó un poco después de escuchar sus palabras.

“¿Qué ocurre?”.

Marilyn levantó su rostro lloroso y desconsolado. “Lo siento, cariño. ¡Perdí accidentalmente la tarjeta bancaria que me diste cuando fui a hacer el super hoy!”.

Al pensar en la enorme cantidad de dinero en la tarjeta y en cómo había trabajado tan duro para ganarlo, Marilyn estaba mentalmente preparada para ser regañada y golpeada.

El nerviosismo en el corazón de Jay se disipó. Él dijo alegremente: “Olvídate de la tarjeta. Lo más importante es que tanto tú como Tigre están bien”.

Marilyn estaba perpleja. Por un momento, se sintió abrumada.

“¿No me culpas?”, preguntó ella con incredulidad.

Jay entró en el dormitorio con los libros en sus brazos mientras le respondía: “El dinero son meras posesiones mundanas. Además, puedo informar a las autoridades si se pierde la tarjeta”.

Él colocó el “Imperio de la Piratería” en el escritorio del dormitorio con cuidado, luego tomó su celular y llamó al banco para informar la pérdida de la tarjeta.

Desafortunadamente, la dama le dijo que la tarjeta bancaria ya estaba vacía.