Resumo do capítulo Capítulo 1048 do livro ¡Buenas noches, Señor Ares! de Internet
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Los labios de Angeline se separaron, pero dudaba en hablar.
Jay debe haber pensado en Josephine como una mujer sin respeto propio.
¡Josephine, sin embargo, simplemente lo consideraba su hermano!
“Ben, Josephine solo está bromeando contigo”, dijo Angeline avergonzada.
Jay pronunció con frialdad: “Ustedes definitivamente son tal para cual”.
Angeline: “…”.
¿Él acababa de clasificarla como una mujer que no se respetaba a sí misma?
Al ver que había metido la pata, Josephine rápidamente se escapó. “Ustedes pónganse cómodos. Voy a brindar con mis amigos”.
Angeline tenía muchas ganas de brindar con algunos directores para agradecerles el apoyo y la orientación que le habían brindado a Josephine.
Aunque cuando vio a Jay sentado en un rincón como una escultura de hielo, no quiso dejarlo solo, por lo que no tuvo más remedio que sacrificarse y sentarse frente al caballero como una flor marchita.
En ese momento, varias celebridades femeninas notaron que Jay estaba sentado en la esquina y se sintieron atraídas por su encanto de otro mundo.
“Ese hombre de ahí es tan guapo. ¿Alguien aquí lo va a invitar a bailar?”, preguntó alguien.
“Yo iré”. Una celebridad que llevaba un tirante de espagueti de corte bajo se dirigió a Jay con una copa de cóctel en la mano.
Otras celebridades femeninas contuvieron la respiración con anticipación. Todas estaban ansiosas por saber cómo la hermosa celebridad Kate iba a hacer que el apuesto hombre esculpido en hielo se rindiera ante ella.
Kate se acercó a Jay y le entregó el cóctel que tenía en la mano.
Jay la miró fríamente sin estirar la mano para tomar la copa.
Como Angeline no quería crear demasiados enemigos para Josephine, ella había tratado a otras celebridades del equipo de filmación con calidez hasta ese momento. Cuando ella notó lo incómoda que se veía Kate, rápidamente tomó el cóctel en nombre de Jay.
Jay la miró fijamente, pero Angeline dejó escapar una sonrisa extremadamente congraciadora. “Beberé en su nombre”.
Entonces, esas mujeres empezaron a aparecer sin parar para brindar con Angeline. Debido a esto, Angeline bebió todo tipo de cócteles y vino que le entregaron.
Ella no rechazó a ninguna de ellas.
El rostro de Jay comenzó a verse cada vez más sombrío.
Al final, incluso las celebridades masculinas comenzaron a unirse a la diversión.
“Oye preciosa, ¿me harías el honor de bailar conmigo?”.
Angeline estaba un poco borracha por tanto beber y volteó la cabeza para mirar a Jay.
Jay se enfurruñó. “Esto es asunto tuyo, así que arréglatelas tú misma”.
Cuando la celebridad masculina vio lo borracha que estaba y que el hombre realmente no se preocupó por ella, puso una mirada lasciva de inmediato. Extendió la mano y tiró de Angeline, apenas ocultando el tono pervertido de su voz cuando dijo: “Vamos, Señorita”.
Había una mirada sombría y hosca en los ojos de halcón de Jay.
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