¡Buenas noches, Señor Ares! romance Capítulo 1083

“Jenson”, el instructor de artes marciales le gritó a Jenson de repente.

Jenson se dio la vuelta.

El instructor dijo: “Nunca has participado en ninguna competencia en la arena y eso no te ayudará a mejorar tus habilidades en artes marciales. Whitney dejará la clase de artes marciales hoy. ¿Te gustaría competir contra ella? Si pierdes esta oportunidad, es posible que nunca más te encuentres con otra oponente tan formidable como ella”.

La mirada liviana como una pluma de Jenson se posó sobre Whitney. Ella todavía estaba sentada en la espalda del niño. Al ver que Jenson la estaba mirando, sintió como si un resorte la hubiera lanzado al aire.

Ella no sabía qué tipo de chicas le gustaban a Jenson en el pasado. Todo lo que sabía era que necesitaba protegerlo, hablar con él y hacerlo feliz.

Pero en ese momento ya lo sabía. Aunque Jenson todavía era joven, tenía un corazón más anticuado que el de los hombres anticuados.

Le gustaban las chicas amables, recatadas y refinadas.

Whitney decidió transformarse en el tipo de mujer que le gustaba a Jenson.

Sabiendo que Jenson era un hombre cauteloso al que no le gustaba pelear, Whitney no quería ponerlo en una posición difícil. Por lo tanto, ella lo ayudó a salir de la situación incómoda y dijo con una sonrisa: "No creo que sea necesario que el pequeño Jens compita conmigo, señor. Si alguna vez él quiere competir en el futuro, estaré de acuerdo en cualquier momento”.

Poder competir con Whitney era algo que todos los estudiantes de artes marciales anhelaban hacer.

El instructor miró a Whitney mientras le daba una sonrisa que era tan brillante como la primavera. Whitney era su hija, entonces, ¿cómo podía él, su padre, no darse cuenta de que a Whitney le gustaba Jenson? En su opinión, Jenson era realmente inteligente, tan inteligente que pudo aprobar todas las demás materias en solo unos meses. Todas excepto las artes marciales.

También fue porque Jenson era demasiado inteligente que le resultó difícil entenderlo. Era tan astuto que ninguno de los instructores de la Academia Juvenil Legendaria podía entenderlo.

Como las artes marciales, por ejemplo. En los últimos años, se le vio entrar a la sala de práctica todos los días; sin embargo, no lo había visto pelear con ningún estudiante en ningún año.

Una vez pensó que Jenson era simplemente un niño cauteloso que tenía misofobia y por eso tenía aversión a temas como las artes marciales que lo harían sudar. Si ese fuera el caso, probablemente le iría mal en artes marciales.

Aunque cuando trató de probar la fuerza interna de Jenson varias veces en clase, se dio cuenta de que Jenson siempre podía reprimirlo sin importar cuánta fuerza interna ejerciera.

Lo más sorprendente de todo fue que este niño sabía cómo controlar su fuerza y ​​nunca desperdiciaría ni la más mínima energía.

Jenson la miró con una mirada de superioridad en su rostro. “Tú eres la tonta”.

En ese momento, el adolescente que estaba enamorado de Whitney se levantó y la consoló diciendo: “No te preocupes, Whitzie. Mientras esté en la clase de artes marciales, Jenson nunca se graduará”.

Whitney dijo: “Será mejor que hagas tu trabajo correctamente y no dejes que se aproveche de ti”.

El chico miró a Jenson con desprecio. “No es más que un pedazo de basura. ¿Cómo podría graduarse?”.

El alma helada de Jenson no tenía rastro de sonrisa cuando se dio la vuelta y se alejó.

Jenson nunca se enojaba cuando sus compañeros de clase se burlaban de él y lo ridiculizaban. Siempre pasaba su mirada por el rostro de la otra parte como si estuviera mirando a un payaso antes de alejarse de una manera ni arrogante ni servil.

Whitney persiguió a Jenson. “Jens”.